Declaración

Narra Amaral:

 Después de salir del hospital, me dirijo a la camioneta negra estacionada a un metro del hospital. Me subí en la parte de atrás junto a Darla, ella estaba embobada con mi hermano Joaquín, se notaba que se gustan mucho. En la parte de enfrente estaba Don Esteban él es tío de Alejandro, su aspecto da un poco de desconfianza, tiene varias cicatrices y como una docena de tatuajes.

Alejandro tenía puesto el auricular, no me hablaba mucho desde ese día que lo vi muy cerca de su hermana. Trataba de sacar algún tema, pero era imposible llamar su atención con algún tema que le llegará a interesar.

Me rindo fácilmente, me pongo recostando mi cabeza en el hombro de Darla, trato de dormir un poco, y sin darme cuenta me duermo.

Nosé cuánto tiempo dormi, pero me despertó un ruido muy agudo, al despertar me asustó ver al tío de Alejandro disparando a unos tipos en motos. Por lo bajo le pregunto a Darla:

_¿ Qué está pasando amiga?- empiezo a ponerme nerviosa, siento un ardor en mi espalda y de repente mi vista se nubla.

Solo oigo unas voces repitiendo mí nombre y a lo lejos un grito de auxilio.

_ ¡Oye! ¿Estás bien Amiga? Nosé que pasa ¿Amaral? Despierta amiga- le dice Darla.

Media hora después...

Me despierto con un dolor de espalda, trato de moverme, se me hace imposible ponerme de costado. Me quiero enderezar y no puedo, unas luces parpadeante suenan tan fuerte que me hizo dar migraña. Mi vista se aclara y me digo a misma ¿En dónde estoy?.

A los dos minutos entran dos enfermeras, me saludan y una mujer de unos cuarenta años aproximadamente me dicen:

_ ¡Buenos días, señorita! ¿Cómo se siente?- con una sonrisa la miro y tomo nota de sus signos vitales.

Me sentía extraña con tantos aparatos conectados, pero la realidad es que estoy postrada en esta camilla. La miro devolviendo una sonrisa, pero al tratar enderezar me no pude sentir los dedos de los pies, entre en pánico y le dije a las enfermeras alzando un poco la voz:

_ No, no,no... No Puedo mover mis piernas (grito entre llantos) ¿Por qué a mí? ¡Responda Doctora!.

_ Tranquila, estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance señorita- me dice la jefa de enfermeras.

La Dra. Hernández les dice:

_ Póngale diez miligramos de Citalopram y déjela atada por su seguridad.

Narrador omnisciente:

Pasaron dos horas, las enfermeras ingresan al cuarto de Amaral junto con los padres de ella y sus hermanos. Una de las enfermeras les dicen:

_ Les voy a pedir por favor que no la alteren cuando despierte, su estado es delicado y todavía no puede aceptar que no caminara por un tiempo. Los dejo, solo tienen quince minutos.

Todos dijeron: ¡Gracias!.

Los padres de Amaral asienten con la cabeza y los hermanos gemelos solo se quedaron con los ojos cristalinos al ver a su hermana postrada en esa cama. Vladímir se siente impotente al no poder hacer que su hermana sea la misma de antes. En cuanto a su hermana Yaquelin, su mirada es perdida, triste, pálida al ver a su única hermana postrada sin ninguna expresión.

Pasó la hora de la visita, la madre de Amaral le pide a la enfermera si puede quedarse a cuidar a su hija. Ella teme que su hija se haga daño al despertar.

Los demás se retiran de la habitación junto con la enfermera.

A pocos segundos entra a la habitación Alejandro junto con un ramo de flores,al ver a la madre de su única mejor amiga,se llena de lágrimas en los ojos,ha pensado lo peor.Se maldecía por no declarar su Amor que le tenía guardado hace mucho tiempo.

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