Vamos en el automóvil rumbo al restaurante y debo admitir que estoy extremadamente nerviosa, de mi boca no ha salido ni una sola palabra y el silencio es abrumador. Es él quien toma la iniciativa e inicia la conversación.
- Espero que te guste el restaurante que elegí, me lo recomendaron en el hotel.
- Estoy segura que será de mi agrado, cuantos días permanecerás aquí?
- Pienso quedarme 1 semana, la exposición supero mis expectativas y hay algunas personas interesadas en que realice algunos pedidos especiales así que debo de dejar todo eso en orden antes de marcharme.
- Estaba segura que sería un éxito, eres muy talentoso.
- Gracias por el halago, la verdad es que el arte se ha convertido en mi pasión. Al principio era un pasatiempo y poco a poco fue cobrando cada vez más importancia para mí.
- Trabajar haciendo lo que te apasiona es algo que no toda la gente puede hacer.
- Así es soy afortunado. Hemos llegado.
Estaciona el auto y observo el restaurante, es uno de los mejores de la ciudad.
Baja y caballerosamente llega a abrir mi puerta para ayudarme a bajar, al entrar inmediatamente nos dan la bienvenida y nos guían hasta nuestra mesa que se ubica al aire libre y de verdad es muy lindo el lugar.
El mesero nos deja la carta y se retira.
- Gracias por aceptar mi invitación, de verdad me gustaría conocerte mejor.
- Dudé un poco ya que trabajamos juntos y no me gustaría que esto fuera un problema.
- Por supuesto que no, cómo te dije ayer el trabajar juntos no impide que podamos ser amigos. C¿Cuéntamepor qué decidiste abrir una galería?
- Siempre me ha gustado todo lo relacionado con el arte, en particular la pintura y la fotografía. De hecho estudié la Licenciatura en Artes, pero me casé poco después de terminar la carrera y no había pedido ejercer mi profesión.
Se acerca el mesero a tomar nuestra orden: yo elijo una pasta a la Boscaiola y Luc pasta Carbonara además pide una botella de vino tinto. No tardan mucho en llegar con nuestra orden y mientras degustamos estos deliciosos platillos seguimos conversando.
- Entonces eres divorciada? Lo supongo ya que no llevas argolla.
- Eres muy observador, y sí me divorcié hace un tiempo. Tu turno...
- Mi trabajo ya lo conoces, estuve casado pero no duró mucho nos divorciamos hace 10 años. Afortunadamente no tuvimos hijos.
- Ha pasado bastante tiempo de tu divorcio, debes se ser el soltero más codiciado de París.
Suelta una carcajada y me dice:
- Para nada, tengo pésima suerte en el amor. Y tú hace cuanto te divorciaste?
- Hace 4 años y nosotros si tuvimos un hijo, se llama André y tiene 10 años.
- Uff sí ya un divorcio es complicado me supongo que con hijos mucho más.
- Así es, fue difícil.
- Estoy seguro que tu ex debe de estar muy arrepentido por haber perdido a una mujer como tú.
- Ha sido difícil para ambos superar el divorcio.
- Brindemos por el futuro, que seguramente tiene preparadas cosas mejores. Salud! -choocamos nuestras copas y tomamos un sorbo de ese delicioso vino.
La tarde transcurrió tan rápido, hablamos de tantos temas y sorprendentemente tenemos muchas cosas en común además de compartir el gusto por el color azul. Cuando observo mi celular me doy cuenta que ya son más de las 6 y debo volver a casa para recibir a André. Luc nota que miro el reloj y me comenta:
- Supongo que se terminó el encanto y debes volver a casa.
- Sí, lo siento pero mi ex pasara a dejar a mi hijo y debo de estar ahí para recibirlo.
- Entiendo, no te preocupes. Pero debes prometer que aceptaras salir nuevamente conmigo antes de que me vaya.
- Lo prometo -levanto mi mano en señal de promesa.
Luc paga la cuenta y caminamos rumbo al estacionamiento, al llegar al auto se adelanta para abrir la puerta para mí pero antes de que pueda subir se acerca y me da un pequeño beso en los labios y oh por favor! Era algo que no me esperaba y no supe como reaccionar.
Me ayuda a subir y da la vuelta para ponerse detrás del volante, una vez en su asiento vuelve a acercarse a mí y me dice:
- Perdón si rebase los límites pero me siento muy atraído por ti y hace muchi tiempo que no me pasaba esto.
Estoy en shock, no sé que decir, siento el calor en mis mejillas.
- No tienes que decir nada, se que te tome por sorpresa solo te pido que aceptes volver a salir conmigo y veamos como se dan las cosas.
- Esta bien - es lo único que atino a decir.
El trayecto es bastante rápido y lo agradezco porque la verdad no puede emitir una sola palabra.
Estaciona afuera de la casa y lo único que quiero es salir de ese auto, así que me apresuró a darle las gracias y bajar no le di tiempo de nada y ya estoy entrando a la casa. Cierro la puerta y me recargo en ella y por fin suelto al aire contenido. Subo rápidamente a mi habitación, debo recomponerme antes de que llegue André, de verdad ese beso me descolocó completamente siento que todo avanza muy rápido. Hace apenas una semana no tenía contemplado ni siquiera conocer a alguien y ahora hasta he sido besada po¡Quén hombre que altera todos mis sentidos. Qué me está pasando?!
El timbre me saca de mis pensamientos, seguramente es Roberto que ya trae a André, bajo para abrir y sí son ellos. En cuanto abro la puerta percibo el aliento alcohólico de Roberto así que le pido a mi hijo que se despida de su papá y suba a su habitación y así lo hace.
- Como te atreves a beber sabiendo que tienes a tu cuidado a nuestro hijo?
- Siempre tan exagerada, solo fueron 2 copas. Estoy sobrio, mira -trata de hacer un cuatro y se tambalea.
- Por favor Roberto, mírate!
- No pasa nada, déjame entrar y te explico-en ese momento se abalanza sobre mí tratando de besarme, lo empujó con todas mis fuerzas y la señora Sarita oyendo el alboroto se acerca
- Señora, quiere que llame a la policía?
- No Sarita, tranquila el señor ya se va. Te lo advierto Roberto que sea la última vez que bebes cuando tienes a André contigo o pondré una queja ante el juez.
- Hazlo, se te olvida que soy abogado y no vas a poder conmigo - sale de la casa tambaleándose y yo cierro la puerta.
Sarita se acerca a mí y me abraza.
- Estoy bien Sarita, no te preocupes. Que bueno que André no se dio cuenta de nada. Ve a descansar, mañana será otro día.
- Está bien señora, que descanse.
Se retira a su habitación y yo hago lo mismo, paso primero a ver a André y que me cuente como le fue en la fiesta. Me dice que se divirtió mucho y me doy cuenta que no percibió el estado en el que estaba su papá cuando lo recogió. Platicó con él un buen rato y verifico que se cepille los dientes y se meta a la cama a dormir.
Me voy a mi habitación y no puedo contener las lágrimas, me pregunto si llegara el día en que pueda vivir una vida tranquila?
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