3. Su poder no es verdadero

Nahor, hijo del duque de KaoB, a diferencia de los otros nobles de su edad aún no se había comprometido, muchas de las hijas solteras de los nobles andovianos estaban dispuestas a romper sus compromisos por el joven Lord Nahor, quien siempre fue prudente e inteligente, a diferencia de otros nobles era generoso, tierno y cordial, además de ser atractivo, de rostro pequeño, cabello rubio oscuro, con ojos ligeramente rasgados, color ámbar, con mirada profunda que lo hace lucir misterioso, de cuerpo definido y atractivo, de complexión delgada y varonil; sin embargo, da la impresión de ser tímido, por ser callado y reservado.

Lord Nahor, estaba leyendo algunos libros en la biblioteca familiar de la residencia del ducado de KaoB, cuando ingresó su padre…

Duque de KaoB: O estás acá, o estás entrenando, o en algunas de las tareas que te encomiendo, hijo por qué no sales nunca con tus amigos de la escuela, o a divertirte, cuando entres a la academia militar no tendrás mucho tiempo para eso.

Nahor: Padre, la mayoría de mis compañeros de la escuela no comparten mis intereses, prefiero usar mi tiempo en cosas que contribuyan a adquirir más habilidades, que en cosas vanas y sin sentido.

Duque de KaoB: Hijo a veces para hacer un mundo mejor necesitamos conocer como es el mundo real, tienes que conocer a las personas para poder llegar a conocer sus intereses y a través de ellos poder hacer pequeños cambios, que contribuyan a una meta mayor.

Nahor: Padre tú eres muy optimista, dudo mucho que esto pueda cambiar, muchos son los que esperan obtener poder y más riqueza, esas son sus verdaderas aspiraciones, no sé qué tanto podríamos cambiar si su concepción del mundo siempre ha sido así.

Duque de KaoB: Entonces porqué estudias un mundo tan oscuro sino lo vas a poder cambiar, finalmente estarías gastando energía en algo malo, sé que en el fondo crees que lo puedes cambiar, pero no pretendas que sea de la noche a la mañana.

Nahor siguió escuchando los consejos de su padre, el ducado de KaoB era la única región en toda Andovia cuyo gobernante era justo y generoso en toda ocasión, era una región en donde toda su población tenía acceso a cubrir sus necesidades básicas y que con trabajo y dedicación podían aspirar a grandes metas incluso entre aquellos que no pertenecían a la nobleza, por eso solían ser los habitantes comunes de ese ducado quienes obtenían plazas para trabajar en los ministerios y en el cuerpo diplomático; Nahor había crecido en ese ambiente, pero conforme crecía se enfrentó a las realidades de otros ducados y se dio cuenta que el planeta donde vivía estaba lleno de defectos e injusticias, camufladas en costumbres y respeto de normas arcaicas e injustas en algunos casos, para un joven idealista como él la forma en cómo se manejaban las decisiones administrativas y políticas del gobierno en Andovia le resultaban absurdas y en varios casos hasta crueles.

De otro lado, Aluna y su padre, el duque de ForB han llegado al palacio, están siendo atendidos por los marqueses a cargo de la administración del palacio, Aluna estaba como siempre seria y triste cuando visitaba el palacio; luego de un tiempo, el rey y el príncipe Firniah se hicieron presentes…

Duque de ForB: Su majestad, su alteza real, sea para ustedes mi más sincero respeto.

Aluna: Su majestad, su alteza real, sea para ustedes mi más sincero respeto.

Rey de Andovia: Bienvenidos al palacio.

Príncipe Firniah: Sean bienvenidos.

El príncipe Firniah siempre conservaba su porte elegante, sus hermosos y brillantes ojos verdes siempre parecían expresar paz, su cabello rubio siempre bien peinado y su expresión lo hacían ver como el príncipe que era, pero su andar siempre era relajado; sin embargo, las escasas expresiones en su rostro no dejaban ver lo que realmente estaba pensando; él y el rey se sentaron frente al duque de ForB y su hija, mientras el rey y el duque conversaban, por primera vez el príncipe Firniah vio con detenimiento a su prometida, ella apenas levantaba la vista y solo hablaba para responder a alguna pregunta que le hacían, daba la impresión de ser temerosa e insegura, mirándola con mayor detenimiento, pudo darse cuenta que detrás del maquillaje una de sus mejillas estaba más roja…

Firniah: Padre, duque, ¿podría pasear con Lady Aluna por el jardín?

Todos se sorprendieron del pedido del príncipe, especialmente Aluna, todos estos años nunca le había prestado atención…

Rey: Se amable con Lady Aluna y que no sea un paseo muy largo.

Firniah: Sí su majestad, con su permiso, duque de ForB.

Duque de ForB: Vaya con cuidado su alteza real, estaré esperando acá, hija mía.

Aluna: Sí padre, con su permiso Majestad.

Firniah y Aluna se dirigieron al jardín, si bien el príncipe había pedido ir a pasear, desde que salieron de los ambientes internos del palacio y llegaron al jardín no dijeron alguna palabra…

Firniah: ¿Está bien Lady Aluna?

Aluna: Sí, su alteza real.

Firniah: Puedes hablar libremente, no soy un monstruo a pesar de todo lo que dicen de mí.

Aluna: Lo siento, su alteza real, apenas lo conozco.

Firniah: Lo reconozco, no he estado muy abierto contigo.

Aluna: Su alteza real, no creo que a su majestad o a mi padre le importe mucho lo que piense.

Firniah: A mí sí, si te soy sincero no me agrada para nada la idea de un compromiso con alguien que apenas conozco, tal vez debamos arreglar eso no lo crees.

Aluna: Que espera que diga su alteza real.

Firniah: Espero que seas sincera, te prometo que jamás te golpearía como creo lo hace tu padre.

Aluna se sorprendió por lo dicho por el príncipe, y solo miró hacia abajo…

Firniah: Pensé que era terrible para mí aceptar un compromiso forzado, fui tan egoísta que no pensé en lo que tú estarías pasando.

Aluna: Yo solo hago lo que es mi deber su alteza real.

Firniah: Cuando estés lista para enfrentar a tu padre, te ayudaré.

Aluna: ¿Su alteza real en verdad tiene el poder de ayudarme? Usted tiene un cargo muy alto, su alteza real, pero su poder no es verdadero, tendrá que terminar haciendo lo que su padre ordene, ¿en verdad cree que podrá ayudarme? Me temo que solo somos títeres en un escenario que no podemos controlar. El poder real será cuando sea rey, debería prepararse para ello, quizás ahí sea un mejor de los que hemos tenido.

El príncipe Firniah no podía vencer los alegatos de Aluna, su cargo era importante pero su poder nulo, la jovencita cinco años menor que él, estaba más clara de la realidad que él mismo, se había revelado en muchos aspectos, pero no había logrado nada, era frustrante reconocer que ella tenía razón.

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