8. El planeta que vive en tu corazón

El príncipe Firniah entra rápidamente al salón privado del rey, está visiblemente molesto, por orden de su majestad tuvo que dejar de ver la tercera pelea de entrenamiento de Lord Nahor, para venir alistarse porque su padre quería que sostuviera una reunión con el duque de ForB y su hija Lady Aluna…

Firniah: Padre, no entiendo, para que alteras toda mi agenda para una reunión como esta, no ha pasado ni quince días en que ya se llevó a cabo una reunión con Lady Aluna y su padre, ¿qué necesidad hay de volverlos a ver nuevamente?

Rey: Creo que su alteza real ha olvidado que aparte de su padre, soy su Majestad, y cuando el rey ordena sostener una reunión, todos deben asistir, sin explicación de causa.

Firniah: Pues su Majestad debería reconocer la diferencia entre ser una autoridad y ser un tirano.

El rey le dio una bofetada y le lanzó el “viento de kazna”, un castigo que se le daba en Andovia a los hijos cuando faltaban el respeto a los padres, un poco de la piel del cuello del príncipe Firniah se abrió, un terrible enojo se mostró en el rostro del joven hijo del rey…

Rey: Mocoso insolente, siempre has sido un terrible dolor de cabeza, tus escándalos y tu poca responsabilidad en los deberes reales son la comidilla de toda la sociedad andoviana, ¡Y osas cuestionarme!

Firniah: Entonces, cásate de nuevo, ten otro hijo, y conviértelo en su alteza real. ¡Y entonces a mí déjame libre!

Tocaron la puerta, y avisaron desde afuera que ya habían llegado el duque de ForB y su hija Lady Aluna, que lo esperaban en la sala de recepción de visitas importantes, el rey ordenó que los esperaran y que pronto se acercarían…

Rey: Escúchame bien Firniah, no me sigas desafiando, porque tal vez ahora si te mando a vivir en el pueblo bajo y sepas valorar lo privilegiado que eres. ¡Cubre ese cuello! Te espero abajo.

El rey salió del salón privado, mientras que Firniah apretaba los puños por no poder resistir la voluntad de su padre.

Anymza está regresando a su casa en compañía de Zoter, ambos sonríen nerviosamente mirándose tiernamente, cuando de pronto escuchó a Reen, el hermano menor de Anymza, llamarla telepáticamente “Hermana apura mi mamá está muy molesta y te está buscando”, ella le respondió “¿qué pasó?”, “¿has cruzado sin permiso al ducado de KaoB?” le respondió, Anymza se preguntó cómo se habían enterado de eso; se despidió apresuradamente de Zoter e ingresó rápidamente a su casa…

Madre de Anymza: (Muy molesta) ¿Cómo haces esto, Anymza? Están pidiendo que vayamos al juzgado fronterizo de Acoper, sé que te gusta el bosque de Halyeo, pero siempre te he dicho que no pases a la parte que le corresponde al ducado de KaoB, las cámaras te han captado traspasando la frontera, niña me vas a matar por ser tan atolondrada.

Anymza: Lo siento, mamá.

Madre de Anymza: Ve a ponerte tu mejor ropa, no logro comunicarme con tu padre, espero que podamos librar esto.

La madre de Anymza estaba muy nerviosa, el cruce de fronteras de ducados sin permiso podría ser sancionado de diferentes maneras, desde alguna multa o hasta tiempo en prisión, al ser su hija menor de edad, el castigo podría ser dado a los padres, y perder su empleo para el gobierno, que les ha permitido vivir tranquilos hasta el momento, pagando el tratamiento de su hija mayor.

Por otro lado, Lord Nahor había terminado su entrenamiento y estaba alistándose para irse a casa, cuando se acercó su padre, el duque de KaoB le dio unas indicaciones para que se sentaran juntos…

Duque de KaoB: Lo has hecho muy bien hoy hijo, has mejorado mucho la habilidad con la espada.

Nahor: Gracias, padre. Me encanta la practica con la espada, pero creo que ya es hora de que empiece mi entrenamiento con las armas láser.

Duque de KaoB: Llegará el momento para eso, aún necesitan aprender algunas cosas más.

Nahor: ¿Qué cosas?, padre.

Duque de KaoB: A vivir.

El joven miró sorprendido a su padre, a qué se refería con ese comentario, su padre le dio una sonrisa…

Duque de KaoB: Cuando uno pelea con el enemigo con la espada, uno tiene, aunque poco, pero tiene, el tiempo necesario para determinar si el enemigo que combatimos merece ser vencido o eliminado, con un arma láser, no hay tiempo, desde el inicio se debe haber analizado que eliminar esas vidas es la única opción disponible. Por eso existe, la diplomacia y otras herramientas antes de desatar una guerra, me temo que hasta el momento no has encontrado el valor de vivir amando cada minuto de tu existencia, te amamos hijo, pero tú madre y yo, así como, los tutores y concejeros que tienes no son la única vida valiosa que existe en este planeta, debes aprender a descubrirla, a defenderla y a apreciarla, cuando lo hagas Andovia no será solo el planeta donde naciste y está tu familia, sino será también el planeta que vive en tu corazón.

Por otro lado, Zoter había regresado a la habitación que comparte con los otros dos jóvenes triotenianos con los que vino al planeta…

Trioteniano 1: Este planeta es muy colorido y desordenado, ¿no entiendo cómo llegó a ser quien lidere el imperio?

Trioteniano 2: Su príncipe es un tonto, no está dedicado a la preparación de su mente ni de su cuerpo, ¿eso era lo que descubriéramos en esta exploración?

Zoter se echó sobre su butaca y sonreía pensando en todos los momentos que había vivido con Anymza, ella era tierna, divertida y amable, muy diferente a las chicas de triotenia, pensaba que esa chica no tenía miedo de cometer errores, y le gustaba disfrutar mucho de la naturaleza…

Trioteniano 1: Zoter, Zoter, ¡Zoter!

Zoter: Lo siento, que decían.

Trioteniano 2: ¿Qué te pasa? No sueles ser así.

Trioteniano 1: Creo que ya se contagió de la atmosfera de este planeta.

Trioteniano 2: Zoter, eres el hijo del general de 3 estrellas, Marvolo de Triotenia, no lo olvides.

Zoter: No lo he hecho, sino que estuve aprendiendo un poco, sobre la elaboración de las esencias ancestrales de Andovia.

Trioteniano 1: ¿También hay acá, como en Fentosabia?

Zoter: Sí, y hay unas muy interesantes…

Zoter les empezó a decir a sus compañeros, sobre las esencias que puedes preparar con algunas plantas que hay en el bosque de Halyeo, estaba muy orgulloso de contar lo que su dulce Anymza le había explicado.

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