capítulo 3 Niño de papi y mami

GRACIAS POR COMENTAR Y VOTAR POR MAS CAPITULOS, SE LOS AGRADEZCO INFINITAMENTE, LES QUIERO COMENTAR ALGO QUE SE ME PASO, EL LA NOVELA TENDRÁ EN SU MOMENTO PALABRAS FUERTES, ES UNA NIVELA QUE TRATARA EL TEMA DE LA TARATA DE MUJERES ASI QUE PROBABLEMENTE HABRA ESCENAS FEA QUE PUEDAN OFENDER A LOS DEMAS, SI ES ASI NO LEAN O PASEN EL CAPÍTULO, GRACIAS POR SU COMPRENSION.

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Había pasado ya un mes desde que Emiliano llegó a Chicago, tenía un horario de trabajo normal, pero él quería más y siempre se ofrecía para hacer más horas, ni tiempo había tenido para sacar la ropa de su maleta, solo llegaba para ayudarle a Jennifer en algunas cosas en su casa, le invitaba a cenar, platica un rato, se despedía de manera cariñosa de ella, se iba a su departamento, se bañaba y dormía para irse a trabajar nuevamente al siguiente día. Cada caso que tenían en la ambulancia, no se quedaba conforme, después de entregar sus reportes él llevaba otra libreta donde apuntaba los datos más importantes de cada caso y buscar información, que ría más acción, pero nada de nada salía hasta ese momento, se había decepcionado un poco tanto así que por una semana dejo las horas extras, Charlie muy serio y estricto, constantemente le hacía ver sus errores, le decía que no entendía por qué una cara bonita sé encontraba laborando en trabajos de hombres, Emiliano cada mañana solo escuchaba atento y sin decir nada, presentía que el jefe quería que cometiera un mínimo error para sacarlo, pero el firme aguantando cada comentario fuera de lugar, aún no entendía por qué ese afán de hacerlo sentir mal delante de sus compañeros, pero él tenía un objetivo y por eso siempre llegaba temprano, llenaba sus reportes antes de tiempo, limpiaba la patrulla, todo lo tenía en orden, su compañero y amigo Frederick se llevaban de maravilla, él le daba consejos de que hacer en cada situación, le daba consejos de cómo tratar al jefe, y de vez en cuando salían a tomar una cerveza a algún bar y que decir de su vida de libertino, ya se había acostado con varias de sus compañeras de trabajo, claro está que él siempre ponía los límites antes de acostarse con ella, nunca las obligaba a nada y tampoco prometía nada.

Por fin ya era día viernes el último día de trabajo, se encontraban en la calle xxx observado a los transeúntes y tomando su café, cuando la radio pidió apoyo para un asalto en la tienda que se encontraba cerca de donde él vive, él le comento a su compañero y se comunicaron por la radio que ellos estaban cerca y acudirían al llamado.

Llegaron al lugar del asalto, bajaron de la patrulla, prepararon sus armas y comenzaron a escuchar disparos, no podían esperar más refuerzos, Frederick le ordenó a Emiliano que se acercarán más sin llamar la atención de los asaltantes, pudieron observar que uno de ellos ya había herido al encargado de la tienda, la mayoría de los rehenes se encontraban tirados en el piso, tanto como Frederick se miraron de tal manera que sabían los dos que hacer, Emiliano se dirigió a la puerta de atrás, está estaba cerrada, pero el sabía cómo abrir los cerrojos, la abrió sin hacer ruido y entró observando cada lado de donde caminaba, en la parte de atrás se encontraba tres personas que les indico que salieran lentamente para no alertar a los asaltantes, ellos obedecieron y salieron de allí, el agachado para no ser visto siguió caminando hasta llegar a un punto donde tenía mejor vista, algunos de los rehenes lo vio, pero él le hizo señas de que guardarán silencio, el asaltante que tenía arma sonó su teléfono, estaba muy drogado y apenas y entendía Emiliano lo que Platicaba con la otra persona del otro lado de la línea.

—Ya… te lle..o la mer…cía, hablaba el hombre aquel molesto cambiando su voz a más clara, — ya te dije que te deshagas de sus hijos, necesitamos que él nos ayude con el señor Baldwin, quiero dinero y es el único que puede hacerlo, tiene buen trato con Thomas y sería un negocio redondo, espero en línea y colgó.

Se dio cuenta de que estaba Frederick y comenzó a disparar hacia el vidrio, él no podía dejar que Frederick saliera herido así que guardo su arma y corrió aventándose encima de aquel hombre, él recibió un golpe en el rostro por el forcejeo, mientras que su amigo también agarró al otro que salí corriendo tratando de esquivarlo, pero claro que no lo logro, Emiliano inmovilizó con una rodilla en la espalda de aquel hombre, le puso las esposas y levantó bruscamente al delincuente, le leyó sus derechos y lo metió en la patrulla, los refuerzos llegaron junto con la ambulancia, se llevaron al herido y ellos se fueron a procesar a aquel hombre.

Emiliano ya había terminado de llenar el reporte para dárselo a Freddy, salió de las oficinas para irse a un pequeño receso, pido un sándwich en el puesto de carrito y se sentó sin darse cuenta en la misma banca que el oficial Charlie estaba tan pensativo con lo que había escuchado en él arrestó, que lo interrumpió esa voz que ya empezaba a reconocer sin verlo.

—Me imagino que para estar aquí comiendo ya terminó sus reportes, ¡verdad, niño bonito!, lo miro con su semblante de superioridad.

—Señor, dijo Emiliano un tanto sorprendido porque ni cuenta se dio que se sentó enfrente de él,— mis reportes se los dejé en su escritorio, los prisioneros siguen buscándolos en el sistema y además la patria de usted y la que me tocó ya están desinfectadas y limpias, aquello lo dijo con una gran sonrisa característica de Emiliano.

Charlie estaba sorprendido, ya no sabía como sacar a eso joven que según él no tenía madera para policía, y con una sonrisa de medio lado y de manera burlona le contesto algo que inmediatamente borro del rostro de Emiliano esa sonrisa.

—Yo no sé, que haces aquí niño, la academia no es un juego, no es ser ni estar con mami y papi en una empresa famosa, y de mi depende si te graduarás o no, movió sus platos y se dispuso a retirarse, cuando de repente se detuvo a la contestación de Emiliano.

—El hecho que mis padres tengan dinero, “señor”, lo dijo en tono marcado, — significa que yo, no tengo derecho a realizar mis sueños o me haga ser una persona que no sabe lo que quiere y solo desea experimentar, usted no sabe lo que tuve que hacer para estar aquí, volvió a mostrar esos dientes perfectos con su sonrisa, — sin cargo jefe usted me cae muy bien, y lamento por lo que esté pasando que descarga su frustración conmigo, que tenga usted una excelente tarde, Emiliano se levantó con la boca llena por el último bocado y así le sonrió a su jefe.

Cuando entró para buscar a su compañero, este estaba en una llamada telefónica, en el mes que ya tenían conociéndose, Emiliano supo que Frederick vivía con su madre, él tenía 30 años, pero lamentablemente en la pandemia su madre contrajo el virus del COVID y con su diabetes empeoró, lo que hizo que él despidiera vivir con ella, excelente hijo que se preocupaba por el bienestar de su madre, cuando Frederick colgó la llamada le dijo que su madre estaba en urgencias en el hospital xxx y la casera le comento también que tenían hasta esa semana para desalojar la vivienda, todo se le juntó al pobre de Frederick, Emiliano tocó su hombre para darle seguridad y que contaba con él, lo bueno es que estaban terminando su turno, Emiliano estaba decidido a pedir tiempo extra, pero mejor prefirió acompañe a su amigo, se cambiaron y se fueron directo al hospital.

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