capítulo 4 No dar mal por mal

Emiliano y Frederick estaban en la sala de espera para recibir información del médico, en esos momentos Emiliano era el soporte de su amigo, pero también recordó a su familia así que se dispuso a marcar hasta Rumanía.

—Papá, soy Emi , como están.

—Hijo, te puse en altavoz estamos cenando.

—Hola amada familia, el día de hoy tengo tiempo libre por eso me pude comunicar con ustedes.

Cada uno de los integrantes Kovacs hablaron con Emi, excepto Elda, solo escucho la voz que pedía permiso para retirarse de la mesa, y antes de que Elda se retirará por completo Emiliano le hizo saber que la amaba, siguió con la plática un rato y se despidió, pues su amigo fue rodeado de dos médicos que ayudado en a Frederick a sentarse ,corrió para ver qué pasaba y lamentablemente fueron malas noticias.

—¿Que paso?, pregunto Emi

—Mi… madre a muerto amigo, con semblante triste le respondió, — ahora si me quedé solo.

—No estás solo amigo, no me puedo comparar con tu mamá, pero aquí me tienes, ahora soy tu hermano, respondió Emiliano dándole un fuerte y sincero abrazo que su amigo respondió llorando, después Emiliano decidió tomar el rumbo de las cosas, miro al Dr. para preguntarle qué procedía, él le dio indicaciones de lo que se tenía que hacer, pura burocracia y papeleo, le ayudo lo más que pudo hasta que tuvo que pedirle firmas que solo él podía plasmar. Esa tarde y noche no fue fácil para los dos, no solo porque arreglar papeles y la muerte de Lucy mamá de Frederick, sino porque todas las pertenencias fueron desalojadas, Frederick ya no sabía ni que hacer por primera vez, podía manejar un grupo de patrulleros, y su vida en ese momento no tenía ni cabeza ni pies, así que en ese momento en lo que menos pensaban era ir a trabajar, Charlie es lo que buscaba, un mínimo detalle para sacarlo de la academia.

Emiliano pagó una pequeña mudanza para mover algunos muebles y ropa de su amigo a su departamento, mientras Frederick siguió con el papeleo de su madre para poder incinerarla lo más pronto posible al fin de cuentas ya no tenía a nadie, por otro lado, Emiliano hablo con Jennifer, su abuela postiza como le decía él, le comentó todo lo que le había pasado a su amigo y si no abría problema con que Freddy viviera con él, ella entendió la situación contestando que no había problema, Emiliano se sentía feliz por un problema menos para su amigo, no espero más y marco el número telefónico de su amigo, le contó que no se preocupara por donde vivir.

—Como vas amigo.

—Solo falta que me den el cuerpo de mi madre y la pueda llevar a incinerar, contesto triste.

—Dime donde será la cremación amigo, para estar contigo, además no te preocupes por donde vivirás, ya tiene donde vivir, pero te lo diré en persona, solo mándame la dirección y allá nos vemos.

—No de que aria sin tu ayuda hermano, gracias, pero recuerda que tenemos que ir al trabajo y con estas dos horas de retraso lo más seguro el jefe te tendrá en sus manos.

Emiliano guardó silencio sabía que eso es lo que estaba buscando Charlie, pero no demostró preocupación y le pidió la dirección para poder alcanzarlo una vez que fuera a ver lo del trabajo no sin antes, Freddy explicarle que no lo metiera en la plática con el jefe pues si él llegaba a comentar algo de él al respecto le iría peor, Emiliano entendió lo que quería decirle, él tendría que hacerse cargo de sus propios actos sin tener que poner de pretexto cualquier otra eventualidad, se despidió de Jennifer y salió directo al trabajo, desvelado, sin desayunar y con unas ojeras tremendas, pero no importaba, no perdería su trabajo se decía a él mismo.

Emiliano llegó a su trabajo y saludo a Charlie, este lo vio con una cara de satisfacción, no le dio tiempo a que él se explicará o diera su versión simplemente le estiró su mano con un sobre, Emiliano lo abrió y su cara refleja una gran sonrisa, desconcertando a Charlie.

—Vaya que es rápido jefe, dijo con su sonrisa en sus labios mostrando todos sus hermosos dientes, — no sé que hice para que yo le cayera tan mal, pero si yo quisiera lo hubiese ido a reportar por bullying, pero también lo entiendo, solo quiero que sepa que no me doy por vencido tan rápido y mañana me tendrá aquí, que pase usted un excelente día.

Emiliano se retiró, todo a en el trabajo le daban palmadas en la espalda demostrando que lo extrañarían, porque, “si”, todos lo querían, él tenía su conciencia tranquila, sabía que todo cae por su propio peso, su madre siempre le enseñó que no hay que dar mal por mal y que todo lo bueno que uno hace se le regresa al doble, así que por ese día solo estaba su amigo Freddy.

Se encontraban ya en el departamento de Emiliano, acomodando los pocos muebles que tenía Freddy y dejarían que todo fluyera.

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Por otro lado, en el departamento del FBI el agente Higgins hablaba con el capitán Oliver Bosco, referente a su nuevo caso.

—Necesitamos a alguien que se haga amigo de Jonathan Miller, él tiene tratas con la caca grande, dijo Oliver tocándose la barbilla.

—Jefe, dijo Higgins, — me llegó el rumor que atraparon a su distribuidor estrella asaltando un pequeño supermercado xxx, iré a investigar quien lo agarro.

El capitán asintió e Higgins salió en búsqueda de aquel policía y buscar solución para atrapar a Liam Brown, el mayor mafioso de Chicago.

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