Capítulo 9

CRAY

La negativa de la señorita Cristal solo confirma más mis sospechas de que ella tiene que ver con Ubaya, sino porque me rechazaría, cualquiera que haya pasado por lo que ella habría aceptado con alegría alguien que la protegiera, pero ella no lo acepto, seguramente no quiere vigilancia para poder reunirse con los hombres de Ubaya.

- Cray, prepara el auto saldré a comprar unas cosas – me dice la señorita saliendo de su habitación donde había estado encerrada toda la mañana

- Enseguida, señorita – le digo y hago lo que me pide

No pasa mucho tiempo cuando ambos salimos de la propiedad de los Gheata, avanzamos por algunos kilómetros hasta llegar al estacionamiento del centro comercial donde me bajo y le abro la puerta, el lugar esta vacío, cosa que no me sorprende, es aún muy temprano para que este se encuentre lleno.

- Gracias – me dice ofreciéndome su mano para que la ayude a bajar y aunque molesto lo hago, ya que debo hacer mi “trabajo” bien si no quiero que la misión se arruine, ero en eso ella me jala con una fuerza que no esperaba y me mete al auto y cierra la puerta – debo admitir que pesas más de lo que pereces – me dice ella mientras sonríe

Entonces lo inesperado pasa, ella abre una botella de agua y el líquido en esta sale flotando y se convierte en una daga de hielo en manos de Cristal

- Veo que mi truco llamo tu atención, así que te diré que haremos, tu intervendrás en el sistema de rastreo del automóvil para por las siguientes horas harás que parezca que está aquí, en este centro comercial y luego me llevaras a donde yo te diga – me dice

Yo no puedo creer lo que ven mis ojos, pero no tengo tiempo de pensar debo actuar ya después obtendré respuestas

- Ni lo intentes, la única razón por la que sigues vivo es porque pienso que puedes serme útil, pero si me haces pensar que no es así, bueno no hay motivo para mantenerte con vida – me dice y levanta su otra mano y siento como el aire deja mis pulmones – ¿ya comprendes tu posición? – me pregunta

- No puedo hacer lo que me pides, solo soy un guardaespaldas – le digo intentando ganar tiempo

- ¿Acaso agente especial Cray Asfalia no sabe hacer algo tan sencillo como intervenir un sistema de rastreo al cual él tiene acceso? – me dice y me sorprendo al saber que ella sabe quién soy – ¿le sorprende?, yo ya sabía quién era usted antes de que aceptara que fuera mu guardaespaldas – me informa

- ¿Quién eres? – le pregunto, ella no puede ser la mimada hija de los Gheata

- Tal vez te lo diga después, ahora has lo que te digo si no quieres morir – me dice y le hago caso, no tanto porque tengo morir, sino porque quiero respuestas

Una  vez hago lo que me ordenó ella se quita un collar en su cuello y lo reconozco, mi padre estuvo trabajando con el anoche, es un rastreador

- Cariño ve y pasea por el lugar, no dejes que te vean – le dice mientras convierte la daga en un ratón blanco el cual saca del auto y este parte rumbo al centro comercial

- ¿Cómo haces eso? – le pregunto una vez estamos de camino

- ¿hacer qué? – me pregunta

- No te hagas la tonta, sé que sabes a lo que me refiero – le dijo enojado con su evasiva respuesta

- Si, lo sé, pero no te diré nada, primero debo saber si me serás útil – me dice

El resto del camino lo hacemos en silencio, solo ella habla para darme indicaciones, llegamos a un edificio abandonado un poco lejos del centro de la ciudad.

- Bueno aquí estamos, sígueme – me dice y cuando entramos al lugar veo a un hombre atado en una silla y a su lado hay una especie de estatua hecha de hielo y nieve en forma femenina y yo solo puedo preguntarme ¿Qué demonios está pasando?

CRISTAL

La cara de Cray es todo un poema en realidad de mucha risa, él estaba muy confiado en la oficina de mi padre y ahora parece un niño miedos, tiene miedo de mí, miedo de no saber qué está pasando, y es que claramente le sorprendió verme hacer magia.

Reviso las ventanas y les realizó un hechizo para que el sonido no salga de este edificio, ya que lo último que quiero es llamar la atención, una vez todo esta listo me dirijo a mi invitado.

- Desierta – le digo mientras paso mi mano por su cara, bajando su temperatura corporal lo que lo hace levantarse de golpe

- ¿Qué está pasando? – dice el hombre confundido

- Que mi amiga hizo un buen trabajo – le digo y mi espía se para a mi lado para luego desaparecer – ahora mi amigo y yo te aremos preguntas y tú las contestaras y depende de tur repuestas es qué tan rápido vas a morir – le informo

- Tú estás loca maldita pe**a, cuando me salga de aquí ten por seguro de que te matare – me dice

- Es muy lindo de tu parte creer que saldrás vivo de aquí, ahora empezamos, Cray te dejare llevar este interrogatorio, tu sabes más sobre el caso y sobre Ubaya que yo, así que no me decepciones – le dije a mi compañero

Durante el tiempo que estuve en mi habitación, así como gran parte de la noche anterior estuve investigando sobre el tal Ubaya, pero no encontré nada, la información que hay de él es muy general, poco valiosa, no sé qué conexión tiene con mi padre, ni nada útil, pero sé que Cray lo sabe, su agencia ha estado tras de él mucho tiempo, pero sin excito para capturarlo, pero yo tendré éxito donde ellos no, pero yo no lo capturare, yo lo matare.

Cray comenzó con la preguntas y claramente él no contesto ninguna, todas sus repuestas eran insultos hacia nosotros, nada más.

- Veo que esto no avanza, así que empecemos, Cray te preguntara y tu contestaras de manera correcta o lo lamentaras – le digo

- Y ¿Cómo me harás lamentarlo muñeca?– me dice

Es eso me concentro en uno de sus dedos, me concentro en el agua dentro de él, su sangre y luego la expando haciéndole explotar el dedo para después congelarlo para cauterizar la herida y evitar que se desangre.

- Ahora si contesta – le digo mientras solo grita de dolor

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