Capítulo 2

NEVE

Mis padres entraron después de varios días y me sacaron a rastras de allí y me aventaron frente a uno grupo de hombres, al principio tenía miedo de que ahora mis padres me hubieran vendido a aquellos hombres y no pudiera hacer nada para detenerlos.

- Aquí esta, hace una semana demostró su magia en del elemento viento, espero que sea de utilidad al reino – les dijo mi padre

- ¿Por qué esta en ese estado? – pregunto uno de los hombres

- Es algo peligrosa, por eso la teníamos encerrada, esperemos que con el entrenamiento mejore – dijo mi madre y pude ver que el hombre no le creyó pero no dijo nada

- El rey aprecia su ayuda, aquí esta, es una indemnización por tener que separarse de su hija – les dijo el señor dándoles una bolsa de dinero y yo temblé ante lo que eso podría significar

- Gracias, la verdad nos cuesta mucho separarnos de nuestra pequeña, pero sabemos que es por el bien del reino – dijo mi madre y ella y mi padre me abrazaron – más te vale morir – me dijeron para luego separarse – cuídenla mucho – les dijo mi madre y entre dos hombre me subieron a un carruaje, no me resistí, estaba en shock por las palabras de mis padres

Cuando subí al carruaje pude ver que no estaba sola, había varias personas allí, todos eran mayores que yo, pero no era la única niña allí, solo era la de menor edad.

No dije nada en todo el camino, y creo que todos dentro del carruaje tampoco tenían muchas ganas de hablar, porque nadie hizo por hablar ni conmigo ni con algún otra persona por lo que viajamos en completo silencio.

Cuando llegamos a nuestro destino aquellos hombres nos bajaron del carruaje y nos llevaron por aquel lugar, este era una gran área llena de campos donde podía ver a diferentes personas practicando distintas formas de pelea, el lugar estaba rodeado edificios y podían verse algunas tiendas esparcidas por los grandes campos que había alrededor.

- Señor aquí están los nuevos reclutas – le dijo uno de nuestros guías a un hombre que por su ropa seguramente es un noble

- Perfecto, retírate – le dijo y nuestro guía hizo lo que el hombre le pidió dejándonos solos con aquel hombre

- Un placer conocerlos, soy el General Miguel Ángel Krieger y supervisare su entrenamiento por los siguientes 6 meses, como saben el reino esta guerra y necesitamos de todos para ganar esta guerra, ustedes fueron elegidos por sus habilidades mágicas, así que demuestren de lo que son capaces y hagan sentir orgullosos a su familias, ahora retírense su entrenamiento empieza mañana – nos dijo aquel hombre y todos lo reverenciaron para luego salir de allí, yo solo los imite, ya que no sabía que estaba pasando

Otro hombre, que ahora sabía que era un soldado, nos llevo al comedor donde comí con gusto ya que llevada días sin comer, y ya con el estómago lleno pude pensar con más claridad, yo había matado aquel hombre con magia, algo muy raro e único, y mis padres me habían vendido al ejército, pero si lo pensaba fríamente aquí estaría mejor, comería todos los días y tendría un sitio donde dormir, no podía pedir nada más, ahora tendría que dar lo mejor de mí para no volver con mis padres.

♦♦♦

Me encuentro comiendo con apetito mi cena, a pesar de ya estar en el campo de batalla, la comida nunca falta, hace poco cumplí 12 años y ya llevo dos años en el campo de batalla, desde que fui reclutada destaque entre mis compañeros, el elemento aire no es conocido por tener gran uso cuando se trata de usarlo en batalla, por eso no me tenían mucha fe, pero yo demostré no solo que eso no es cierto, sino que también me convertí en uno de los elementos más destacados a tal punto que fui asignada al grupo del General Krieger, no interactuó con nadie, solo me dedico a mejorar y ser más fuerte, la relaciones son una distracción para mí.

En las primeras semanas que estuve en el campo de batalla entendí por qué mis padres me pidieron morir, si muero en el campo de batalla a mi familia se le dará una indemnización aún más grande que la se les dio cuando me entregaron al ejército, pero no pienso darles el gusto, sobreviviré y cuando regrese les hare pagar por todo lo que me hicieron.

Una vez acabo de comer regreso a mi tienda, mi compañera está de guardia así que estaré sola una parte de la noche, hasta que me toque relevarla, así que decido apurarme y dormir lo más rápido posible, el descanso es valioso y en tiempos de guerra es escaso.

Mientras duermo mis sentidos siempre están alerta y puedo sentir que alguien entra a mi tienda y por la sombra sé que no es mi compañera, por lo que tomo la daga que tengo debajo de mi almohada para atacar al intruso, pero entonces la tierra debajo de mí se mueve y forma unas especies de serpiente de tierra que aprisionan mis manos y mis piernas.

- No intentes nada hermosa, tus poderes de aire son inútiles ante mis cadenas de tierra – me dice el intruso y lo reconozco, es el tercer hijo de un Barón que fue mandado a la guerra debido a que posee magia – ahora se buena niña y pórtate muy bien – me dijo aquel cerdo asqueroso mientras se acercaba a mi e intentaba despojarme de mi ropa

No podía creer lo que estaba pasando, no entendía que había hecho yo para tener tan mala suerte, use todas mis fuerzas para quitármelo de encima, pero mi magia no funcionaba y el muy maldito me había inmovilizado por completo, dejándome a su merced, una vez más ese mismo terror que me recorrió de niña volvió y mis intentos por liberarme aumentaron, si de niña no me rendí, menos lo iba hacer ahora.

De repente sentí como el ambiente se enfrió y supe lo que tenía que hacer, cuando ese hombre intentó besarme lo acepte y use en él la magia que había despertado en mí, y su cuerpo se congelo en el acto, convirtiéndose en una estatua de hielo.

Lo que paso después fue algo confuso para mí, mi compañera de tienda entro y encontró el cadáver de aquel hombre y reporto lo sucedido, óbvieme me defendí y relate lo que había pasado, pero sabía que poco podía hacer, había matado a un noble, y mi castigo seria la muerte, pero no fue así, me dieron 20 latigazos como castigo y me encerraron sin comida por tres días, y después fue el mismo General Krieger quien me saco de mi castigo.

- Tienes suerte, cualquier otro en tu posición ya estaría muerto – me dijo cuándo me saco de mi celda

- ¿Por qué no me mataron? – le pregunté

- Porque eres mucho más útil viva que muerta, señorita…– me dijo y espero a que llenar el hueco

- No tengo nombre, nunca nadie creyó necesario que lo tuviera – le dije

- Pues yo lo creo necesario, así que desde ahora te llamaras, Neve, si Neve, así que señorita Neve desde ahora tu estarás bajo mi mando, y solo bajo mi mando y me encargare de explotar el potencial que sé que tienes – me dijo el General

Ese día nació Neve la Guerra de Hielo, un demonio al que nadie quería enfrentar.

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