Eres mía.

Jack Taylor.

Mi nombre es Jack Taylor y era un seal, pero un día un reconocido general me propuso unirme a la CIA y ser el líder de un grupo elite, acepte en seguida, este grupo está compuesto por siete hombres y somos uno de los mejores equipos cuidado y si no somos los mejores.

Hace un tiempo llegó al cuartel un pequeño torbellino llamado Mis Miller es hermosa parece un ángel la vi y me enamoré aparte tiene un carácter tan fuerte que me enamoró más con él pasar de los días, hicimos una cierta conexión yo sé que a Oliver le gusta, pero la quiero para mí, hubo una misión sobre un mafioso que es el tipo de hombre con el que fantasea, con recelo la envié, pero antes de irse la besé y le dije que me traía loco ella se fue y en el aire quedó la promesa de comenzar algo bonito.

La idea era que mía entrara y los demás salieran, pero no quería dejarla sola con su amor platónico, hasta que Jacob me dijo que el propio vittorio le confesó que amaba a su hermana y se haría responsable por haberse acostado con ella, que la quería en serio, me llene de rabia, de ira, y retire a los chicos ya no había nada que cuidar, pues, ella ya lo quería a él.

Aun así mis sentimientos hacia ella no cambiaron, al contrario, aumentaron hablando con uno de los chicos Nathaly me escucho y me amenazó que si yo no me hacía su novio le contaría todo a vittorio y eso solo significaría la muerte de Mía acepte, lo haría hasta que la misión durará, pero no pasaba de besos, ya que mi cuerpo no la dejaba a ella, hubo una gran gala dónde estaría mucha gente importante allí la volví a ver estaba preciosa, pero verla con él me mato, Natali me besaba, pero yo no quería sus besos, luego hablo con su padrino para que nos presentara, pero lo hizo solo para que ella supiera que éramos novios.

Lo que yo no imaginé que esa loca diría que soy su prometido, la cara de mía era de tristeza y confusión, pero por qué si están felices, fueron a bailar y se besaron, me quería morir, ella al terminar la velada se fue con ese desgraciado y al día siguiente regreso, se veía triste lo sé la conozco en el poco tiempo que compartimos.

Todos la saludaron, pero al yo acercarme me evadió, fui a hablar con ella y la encontré hablando con Jacob, le decía algo como que no entregaría las pruebas del mafioso, Jacob le pregunto que si por amor se iría y dijo que si mi corazón ardía me quería abrir el pecho y sacarme está porquería que bombea para no sentir más dolor.

Dijeron algo sobre venganza que no entendí y que se alejaría de él, por qué tiene a otra, el muy desgraciado la usó y la engañó, por eso se iría no quería saberlo cerca y si ella abandona la misión, obvio es traición por eso huira, pero lo ama tanto que aun así no entregará ninguna prueba en su contra.

Me fui de allí y fui a mi habitación hasta muy noche para encontrarla dormida, ya que compartimos habitación, pero no la encontré dormida, aunque todo estaba apagado, ella hablaba con su amiga, tenía puesto el altavoz.

— Aló amiga, me quiero morir.— dijo Mía.

— Lo sé princesa, ya vi tu mensaje y haces lo correcto, no entregues las pruebas y haz lo que tengas que hacer aunque te voy a extrañar— le dijo su amiga.

— Amiga vez que todo se me juntó, aparte tengo este dolor que no me deja respirar, por eso me voy, me duele verlo con ella, yo lo amo, se me metió en la piel.— decía Mía llorando y yo no podía más, esas palabras me mataban.

— Amiga listo, ya sabes lo que tienes que hacer, por eso mi consejo es que como no lo volverás a ver y después de irte te odiara búscalo entrégate a él, que no te importe ella, solo importas— Dijo su amiga y carajos ya la odio.

— Pero él la ama si no, no estarían juntos, mira que yo no le importo, lo que pasó entre nosotros, para él no fue nada — dijo mía y la rabia me invadió, maldito bastardo, estuvo con ella, la hizo suya y la desechó como a una basura.

— Amiga, no te llenes de rencor por él, búscalo, ámalo por última vez y vete, no te quedes con lo que pudo haber sido y no lo fue.— dijo la mala influencia esa.

— está bien amiga, tienes razón en lo que lo vea, haré el amor con él y luego desapareceré de la vida de todos.— dijo y yo hice un ruido sin querer, ella prendió la luz, y me vio, abrió sus ojos muy grandes y cortó la llamada.

Mía se acercó a mí que estaba parado en la puerta y con su brazo el cual pasó, por encima de mí, cerró la puerta con seguro y me besó, quedé helado, que carajos pasa, pero no me importa la amo, la deseo, será mía al menos hoy, aunque ame a otro, aunque pertenezca a alguien más.

Mía me besó y me llevo entre besos a su cama, fue quitando mi camisa desesperadamente, entre besos caímos a la cama, la ayudé con mis pantalones y ella quedó desnuda también, sus besos eran mi gloria, mi cuerpo reaccionaba a sus toques.

— Hazme tuya mi amor, que no te importe nadie, solo tú y yo.— No sabía por qué actuaba así, pero no detendría el momento para preguntarle.

Me apoderé de sus labios y luego de su cuerpo besándolo por todas partes, la recorrí con mis manos y era realmente perfecta, pese mis manos por todo su cuerpo y era una sensación maravillosa, la tenía en mis brazos al fin la, amo, la a demasiado. Probé sus dulces pechos y la vi gemir y distorsionar su cara de placer.

— oh, mi amor, mi vida ahh.— repetía ella.

La toqué allá abajo y estaba más que lista, la besé una y otra vez y era como si nadie más importara, solo

Valíamos, nosotros dos, la miré a los ojos y le decía.

— Mi amor, mi todo, mi ángel. Ah, mi amor, mía, solo mía.— dije al borde del colapso.

— tuya mi vida, solo tuya.—

Me acomodé en su entrada y de una pase, pero choque, con un muro, y ella se quejó un poco. Dios mío será que era posible que...

— Mi amor, tú y él no...— pregunté confundido.

— Mi único amor eres tú, te amo Jack, ahora tómame.— Dijo con su voz afectada por el placer que estaba sintiendo.

Oírla decir eso me alegro, ella me amaba a mí, siempre hablo de mí, su amor soy yo.

La besé con más delicadeza mientras entraba en ella, escuché su grito y sus lágrimas bajaban por su rostro, me quedé tranquilo para besarla y decirle que todo estaba bien

Luego de poco tiempo comenzó nuestro vaivén podía ver dolor y placer en sus ojos, ella me apretaba tanto que me sentía único, se movía para seguirme el ritmo, ella gemía y decía mi nombre, yo me sentía el ser más poderoso de todos, la tenía a ella era mía, y me deseaba a mí.

Así estuvimos entre besos y embestidas hasta que ella quería salirse de mí.

— tranquila, amor relájate que sucede—

— necesito ir al baño, mi amor no aguanto mi Jack— esa manera de llamarme me encantó y me reí un poco.

_ mi amor, eso es normal, es un orgasmo déjate, llevar, relájate y vente para mí.— dije y se relajó, ella explotó en placer y de inmediato la seguí yo.

Caí encima de ella sin salir ni aplastarle, y empecé a besarle su carita de ángel, mi ángel.

— Amor no te lastimé.— pregunté preocupado.

Negó riendo y contestó...

— No, mi amor me hiciste muy feliz, te amo Jack y perdóname por hacer esto y meterme entre tú y ella, pero te amo y así fuera por única vez necesitaba tenerte y sentirte mío.— dijo y negué con la cabeza.

— mi ángel, tú eres mi amor, ella no significa nada, todo fue un chantaje.— le conté todo lo que sucedía y ella lloraba abrazándome, dijo que pensó que había jugado con ella, jamás haría eso.

— Ahora explícame Mía como es eso que te vas.—

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