Miradas incómodas

Mía.

— Oye preciosa, te encuentras bien—

Pregunta Jack sentándose a mi lado.

— Si capitán me siento maravillosamente ahora que ya no está esa escoria en el mundo.— le digo a Jack y este frunce su entrecejo.

— Puedes para de llamarme capitán.— Dice mirándome fijamente.

— No capitán fui a buscarlo, hace rato a la habitación y estaba con su novia, por cierto ella me abrió y tenía mi toalla, me debe comprar otra…— digo y me alejo un Poco de él.

— Aparte me dijo, que como me atrevía a tutear a su prometido, que agradeciera que estaban ocupados pasándola bien o me hacía castigar — Me levanto y me alejo más.

— Disculpe capitán, no volveré a hacerlo, pero igual me debe una toalla nueva o también mi toalla la debo compartir.— dije y él entendió perfecto a lo que me refería.

Jack tomó mi brazo como ya se le había hecho costumbre y me llevó hacia adentro de la habitación, cerró la puerta y me acorraló.

— También utilizaron mi cama capitán — Pregunté de manera irónica.

Este acerco sus labios a los míos y podía sentir su aliento, nuestros labios levemente se rozaban, cerré mis ojos, entregada ante él, pero al sentir sus labios nos interrumpieron.

— Jack amor, mi padrino va a venir como dijiste, que querías hablar con los dos ya viene, amor abre es para la fecha de la boda lo sé.— esa es la voz de la insoportable, así que me trato de soltar de él, pero es más grande que yo y más fuerte me somete y me besa, es un beso intenso toda la impotencia acumulada la pago en ese beso, quedamos cansados y agotados después de separarnos. Empezó a hablarle a su prometida y en cada palabra pasaba para dejar un beso en cada parte de mi cara.

— Te dije, que no, habrá, boda, entiendes, espérame abajo, ya hablaremos los tres.— dijo Jack y beso mis labios.

— Ni se te ocurra Jack o destruiré tu carrera, le diré a mi tío que estoy embaraza.— dijo y corte el beso mordiendo duro su labio. Hasta sangre le saqué.

— Sabes que no te he tocado, así que no te va a funcionar.— dijo mirándome molesto pero sin soltarme.

— Será tu palabra contra la de su adorada ahijada.— Dice la loca y se va supongo, pues, deja de oírse.

— Solo a ti te quiero en mi vida, además ya eres mía para siempre, no te desharás de mi tan fácil.

— capitán nos pueden descubrir — Digo con mi voz temblorosa y jadeante.

— no me vuelvas a decir así por favor o tendré que castigarte.— dijo y me besó.

— por favor para, es peligroso.— dije removiéndome en sus brazos si quisiera me soltaba, pero ese era el detalle, no quería hacerlo.

— Mi dulce torbellino quédate quieta, y solo bésame no pasará nada más.— dice y Débora mi boca.

Se separa y me pregunta por qué estaba abrazada hace rato a Oliver y yo pienso en molestarlo un poco.

— Solo me consolaba capitán.— dije y me besó de nuevo y sin separarse de mí fuimos a dar a la cama, allí sus besos me enloquecieron, se me olvidó por completo, la posibilidad de que nos descubrirían.

— oh Jack, mmm mi amor.— dije en un susurro que él claramente escuchó.

— dilo de nuevo mi torbellino, repítelo, por favor me encanta como sale un, mi amor de tu boca.— Dijo y lo complací mientras nos entregamos el uno al otro

— Mi amor... Jack, mi amor, mi capitan, mi todo.— dije y este se movía cada vez más feroz como si mis palabras fueran un detonante.

Sus embestidas eran feroces, pero solo podía pensar en él y cuánto lo quería, a quien engaño Jack se metió en lo más profundo de mi corazón, la verdad es que lo amo.

Él se movía y gruñía, yo gemía y él me acallaba con besos demandantes, cuando por fin llegamos a un arrasador orgasmo me dejé llevar por el placer.

— Jack... Te amo mi amor — Dije y este sonrió y volvió a comerse mi boca.

— Y yo te amo a ti con locura, mi amor, mi torbellino hermoso.— fuimos al baño y nos duchamos juntos, después de repetir escenas calientes de amor y deseo.

Salí del baño, desnuda, él vio mi toalla y sonrió.

— No pensarás que usaré esa toalla, no compartiré eso también, te lo dije.— Dije seria y él sonrió, se acercó a mí, se quitó su toalla y me secó.

— Tú no me has compartido con nadie, soy tuyo y tu mía mi amor.— esas palabras me hacían temblar, él salió de la habitación y yo me quedé recostada en la cama un buen rato.

Después de casi dos horas me dispuse a cambiarme, como era día de descanso, busqué algo cómodo y vi una maleta con ropa de mamá, me la coloque y parecía que la estuviese viendo, yo era tan idéntica a ella cuando la mataron.

Me puse un top rojo que tenía forma de traje de baño m, era amarrado en el cuello y tenía dos mangas estilo bobas que empezaba después del hombro, dejando este descubierto y una falda blanca que tenía una correa de igual color y su hebilla era un corazón, todo el look lo complete con sandalias no muy altas, me puse el colgante de mamá y dejé mi cabello suelto.

Bajé y no vi a los chicos, solo se escuchaba la voz de Jack y luego los llantos de la loca de por lo que acabo de oír su ex.

Fui hacia la cocina pasando sin hacer ruido por el frente del despacho, al llegar me preparé un poco de yogur y cereal, estaba tan concentrada comiendo que al girar estaba él allí, ese hombre que nunca me ha querido, mi amado y adorado tío Alan.

outfitt de Mía.

Los ojos de mi tío se abrieron y me reparo de arriba a abajo con su mirada, me sentí incómoda, con eso se acercó a mí y susurró.

— eres tan hermosa como ella...— Dijo y se acercó tanto que de no ser él podía jurar que quería besarme.

Me puse incómoda y me quité de allí.

—Que desea señor smith.— le pregunté tajante.

— Hoy es tu día de descanso y quisiera saber si podríamos pasar tiempo juntos, quiero recuperar el tiempo perdido.— La mirada de este hombre que se hace llamar mi tío me molesta y me incomoda.

— Lo siento, señor Smith, pero saldré con los chicos.— dije y él sonrió.

— creo que la dejaron entonces hermosa mujer, ya no queda nadie para que pueda acompañarla.— dijo y sus palabras me causaron asco.

— Se equivoca mayor, Mía... Nos... Nos vamos.— Dijo Jack al verme vestida así siempre es en el uniforme, o la vez que use el vestido, me veía linda y muy sexy.

Corrí dejando el yogur con cereal en la mesa y le susurré al oído.

— Sácame de aquí mi amor.— De inmediato nos retiramos de allí, nos subimos al auto, por cierto mi puerta fue abierta por mi amado Jack, luego de eso se enfocó a manejar y unos kilómetros después paró el auto y me besó.

— Creo que debemos volver por una chaqueta, para ti mi amor te puedes resfriar.— dijo mirando mi escote.

— Acaso no te gusta mi amor, me veo fea.— le pregunté inocente.

— ese es el problema que estás demasiado hermosa y creo que tendré que pelear con el que te vea de manera indecente.— Dijo e hizo un puchero muy gracioso, me reí y besé ese lindo puchero.

— Está bien que ellos me vean por qué solo ven y ya, tú en, en cambio, disfrutas de cada parte de mí, mi amor.— Dije y lo besé, se sonrió negando y siguió conduciendo.

— Un capitán capaz de acabar con Miles de batallones dominados por una pequeña, torbellino.— Dijo y me reí.

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