Una historia de tantas / Treto

Los chicos poco a poco se preparaban, entrenaban duro, para poder mejorar en sus habilidades. Como siempre, Kenneth se mantenía aparte del grupo, le gustaba entrenar solo, Einar por su parte solía tener más cercanía con Treto. "Ese chico siempre es muy tranquilo, poco impulsivo" pensaba Einar mientras entrenaba con Treto.

Nuestro protagonista siempre se preguntaba él ¿por qué treto se encuentra en ese lugar? ¿También fue víctima de la oscuridad qué poseía al mundo?

Treto se encontraba haciendo flexiones, en el bosque cercas de la ciudad, por lo que Einar se acercó más a él, para tener una charla, un poco fuera del entrenamiento.

—Treto ¿puedo preguntarte algo?

El chico se le quedó viendo fijamente, el viento soplaba y pegaba en las hojas, ya cada vez más frío el ambiente, solo sonaban las hojas caer de los árboles mientras se deslizaban por el suelo.

—Si Einar, cualquier cosa.

—¿Por qué estás aquí?

Treto solo suspiro y respondió bajando un poco la mirada.

—Bueno, es una historia algo larga.

Einar se sentó junto a Treto, listo para escuchar.

—Escucho...

"Muy bien, aquí va la historia"

"Treto empezó a narrar su vida"

Cuando nací, mi familia era muy pobre, en un país el cual no pasaba un buen momento. Mi padre había perdido su trabajo y mi madre limpiaba casas en pueblos cercanos.

Me dejaban solo mucho tiempo. Tenía 3 hermanos, 2 mayores a mí y el otro menor. Así qué decidimos trabajar ayudando en mercados cercas.

Todo iba bien relativamente, no teníamos mucho dinero, pero amor sobraba y eso nos hacía más fuertes.

Al final, mí padre logro encontrar un buen empleo en una fábrica reconocida, y la estabilidad económica creció.

Pero, todo empezó a cambiar.

Aun sin tener muchas cosas, seguíamos manteniendo la fe. Uno de mis hermanos, el mayor de todos precisamente, se convirtió en socio de una marca, no grande, pero si lo suficiente para ser alguien que pudiera solventar todos sus gastos solo.

Su comportamiento, para mal, cambio, su mirada, era como la de un ser sin alma, solo concentrado en su trabajo y alejándose de nosotros.

Las discusiones se volvían constantes. Hasta que un día, uno de los más trágicos de mi corta vida, se produce un evento traumante.

Mi hermano mayor fue asesinado, mientras él estaba en asuntos de su trabajo, y a las pocas horas nos llovieron amenazas en contra de nuestra familia.

Todo fue muy estresante, porque nos teníamos que cuidar las espaldas. Siempre llegaban cartas de amenazas o similares. La policía local nos prometieron seguridad.

Aunque mi hermano se había vuelto molesto, lo extrañaba todas las noches, él me ayudaba en mis tareas, en cosas cotidianas, jugaba conmigo y todo eso se había acabado.

Solo me quedaba proteger a mi hermano menor, y ell mayor cuidaba de mí.

mís padres ya tenían miedo de ir a trabajar. Lo peor es que no sabíamos del porqué de las amenazas, todo fue muy repentino.

Ya no solo eran las noches, los días también eran muy pesados, se sentían helados, oscuros, aun con luz alrededor, como si no hubiera nada más allá afuera, nada más que destrucción y desdicha.

Mi otro hermano mayor, también fue asesinado, lo encontraron apuñalado, y enterrado en una fosa común.

La situación era una tormenta qué poco a poco nos destrozaba.

Mi madre estaba inconsolable, y yo solo podía esconderme, llorando, sintiendo qué no merecía una vida así.

Mi hermano me había regalado una katana, por mi cumpleaños, aunque era ms bien para defenderme, por las constantes amenazas.

Ya trabajando en el mercado, en las mañanas mientras estudiaba por las tardes, conocí a un chico muy amable, el cual me apoyo de forma emocional, se convirtió en mi lugar seguro, alguien que podía compartir Mis cosas y además mis pensamientos.

No conocía mucho de él, pero no me importaba, la gente me daba miedo, a excepción de ese niño.

Todas las noches me veía con él, solo para observar las estréllas.

Las amenazas poco a poco desaparecían, y aparentemente todo iba mejorando.

Una noche, él y yo decidimos ir a mi casa, para presentarlo a mis padres y así, se formará una mayor amistad.

Se fue ganando la confianza. Con un gran talento, con un gran camino por délante, que equivocado estaba, la verdad.

Una tormenta azotó, nos habíamos quedado sin luz éléctrica, aunque sin miedo a los rayos, animaba a mi hermano menor el cual si tenía miedo.

Un estruendo extraño sonó en el techo, y después en las paredes, la vibra en toda la casa cambio, tan rápido como un soplido del viento.

Los vidrios de las ventanas se desvanecieron, y sonó una risa, una risa qué hasta el día de hoy me da escalofríos recordar. Me temblaron las piernas, pero agarre valor y me levante para ir con mis padres para ver que todos estuvieran bien.

¡Treto! ¡Treto! Escuche a mis padres gritar, los logre ver, sus rostros horrorizados para luego ver como desaparecían en una bruma oscura. Solo alcanzaba a ver todo por los rayos de la tormenta qué aún estaba situada.

Gire mi cabeza y aún veía a mi hermano temblando, mientras miraba fijamente a un punto de la casa, para luego desaparecer al igual que mis padres.

Entones fue cuando lo observe, aquel niño, ese chico con el que me iba todas las noches a observar estrellas, él, con una sonrisa macabra, me miraba fijamente.

¡Maldito! Grite mientras con agallas agarre mi Katana y fui contra ese monstruo, pero era inútil, no tenía entrenamiento absoluto y esquivaba todos mis movimientos.

"Eres débil, no esperes ganar, no volverás a tener el amor de tu familia"

Todo estaba perdido, Solo me quedaba sacar lágrimas y tragar saliva.

¿Por qué me haces esto? Preguntaba una y otra vez.

"¿Por quéé? Bueno, es mera diversión, solo deberías ver tu rostro sin saber qué hacer"

Antes de qué se marchará, un hombre llego por una de las ventanas, sacando unas cadenas de sus manos para intentar capturar a ese ser de oscuridad,,, pero fue inútil, logro escapar, con todos, me arrebato todo en un abrir y cerrar de ojos.

Ese hombre que entro en mi ayuda, era por supuesto, Laut, quien también me explico todo, fue cuando me invito a formar parte de el equipo y entrar a la otra dimensión, para entrenar y derrotar a la oscuridad, y hasta ahora busco a esé chico, para tomar venganza y tener esperanza de que mi padre, madre y hermano sigan vivos, aúnque sea poder verlos una vez más.

"Treto termino de narrar todo lo sucedido en su corta existencia"

Einar quedo sin palabras, no sabía como debía reaccionar, al momento de abrir la boca Treto rápido tomó la palabra.

—No tienes que decir nada, Einar. Eso ya es pasado y solo me queda ser más fuerte, aunque Fenrir hizo ver que aún me queda entrenar mucho.

—Tu historia, es algo muy horrible, de verdad no se que decir.

—No importa.

—Laut también te reclutó ¿habrá hecho lo mismo con los demás?

—Supongo, no los conozco muy bien y eso que ya llevo un tiempo aquí.

El viento soplaba cada vez más fuerte y los árboles se movían de un lado a otro, como si tratarán de dar consolación a Treto.

—No te preocupes, vamos a mejorar y derrocaremos a la oscuridad la cual daña a la humanidad.

Entonces Einar decidió dejar solo un momento a su amigo para ir por algo de tomar... quizás un café.

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