¡Un torneo se acerca!

Einar mantuvo comunicación con su madre todos esos días, contando todas sus aventuras, lo que había pasado. Poco a poco se iba viendo una mejoría en cuanto a la fuerza del muchacho.

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Hace mucho tiempo, en tierras lejanas, oscuras, en donde la esperanza era realmente poca. Las leyes eran injustas para algunos y favorecedles para otros.

En donde la tiranía reinaba. Todo era un terrible caos.

Había personas que gobernaban dicha nación, pero en su mayoría eran malas, desleales, corruptas qué solo les importaba su propio bien y no el de sus ciudadanos.

Las protestas empezaron a llegar, el pueblo se estaba volviendo unido, como uno solo. Jamás se había visto que todos se reunieran.

"Solo queremos igualdad de condiciones" "No a la explotación, no a ser esclavos" gente gritaba afuera de las grandes casas de los gobernantes.

"Tenemos que hacer algo" pensaban los altos mandos.

Todo era trifulca, todo eran protestas.

"No podemos seguir así, no nos iremos hasta que nos escuchen" decían los miles de personas casi al unísono.

Uno de los gobernantes, ya desesperado, decidió actuar pero no de una forma pacifica. Decidió actuar de una forma violenta, lleno de ira y sed de sangre.

"Nosotros somos los de arriba, ustedes solo son sucios ciudadanos qué están para servirnos" hablo en voz alta el gobernante mientras alzaba una espada"

La espada era oscura, muy oscura, con detalles en el filo. Todos se quedaron viento, pasmados, sin saber que más pasaría, en ese momento nadie de arriba se había pronunciado más que el que ya se había alzado con el arma.

"Es hora de que su pueblo este encuentra del pueblo" dijo susurrando.

Se acercó a uno de los protestantes y logro cortar un poco de la piel. El protestante rápidamente empezó a convulsionar, retorciéndose en el suelo. Nadie sabía que estaba pasando, solo observaban sin saber qué hacer.

El hombre se levantó, con ojos rojos y una piel pálida, pálida como la luna. Hizo unos movimientos extraños con su cuerpo y atacó a los que antes eran de los suyos.

¡Ahhhh! Todos empezaban a gritar, el hombre que ya no era hombre si no una especie de zombi mordía a diestra y siniestra a quien sea que se cruzara en su camino, transformando a los demás en zombies.

"¡Aniquilen a todo protestante!", ordenó el gobernador con gran autoridad, confiado.

"Eso les pasa por querer enfrentarse a nosotros, pareciera que no entienden su lugar en esta tierra"

Al final todo se incendio, dejando un caos.

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"Y esa es la historia, chicos" dijo Laut.

Todos estaban sentados en sillones al rededor.

"¡Que miedo!" grito Liana.

¡Pfff zombies! ¿Quién cree en esa bobada? Dijo Treto.

¡Esta historia es la más ridícula qué he escuchado! ¿cómo alguien puede ser tan malvado con su gente? Comento Amanda mientras comía una fritura.

La gente tiende a ser mala en el poder. Comento Kenneth con un brazo en su rostro recargándose en el mismo.

¡Interesante historia! ¡Esa espada puede convertir a la gente en zombies! ¿Qué tan poderosa podría ser? Dijo Einar emocionado.

¡No digas tonterías Einar, esa espada no existe! Respondió rápidamente Charlotte.

"Bueno como sea, es una historia que igual quería contar" "Einar es nuevo y es una tradición"

Todos se quedaron observando y finalmente Charlotte decidió levantarse de su asiento.

"Bueno, yo me iré a mi habitación, chicos"

"un momento" Laut detuvo a Charlotte.

—Chicos, En unos días, será la competencia contra otros edificios.

"¿Otra vez?", pregunto Treto.

—Si —. Siguió hablando Laut. —Ahora será diferente, ya no es amistoso, con los últimos incidentes qué se han reportado, ahora cada quien deberá mostrar sus habilidades —. Continuo Laut con una sonrisa mientras observaba a todos —Esta vez el premio a los ganadores será dinero y además, los nombres de nosotros estarán en los medios, nos haremos conocidos y puede que nos suban de rango.

Treto y Charlotte estaban pensativos, Amanda estaba con una ligera sonrisa y Einar, junto con Kenneth cruzaron miradas.

¡Es hora de que demuestren el porqué están aquí!

Todos asistieron motivados, evidentemente querían mostrarse más, a pesar de que Kenneth ya era rango Acero.

—Kenneth es el de más rango entre ustedes. Pero los rangos van a tener un ligero cambio, Esos después se los diré una vez haya terminado la competencia, ya los clasificarán oficialmente, ya que ha llegado mucha gente nueva a este mundo.

"Cómo ese chico de la escuela" pensó rápidamente Einar.

"No quiero presionar ni nada chicos, pero solo les digo que tienen un mes para mejorar y ver quienes pasan todas las rondas"

Todos se pusieron algo más nerviosos después de asimilar bien las noticias.

Porque aunque ya había tenido batallas amistosas en otros edificios y escuelas, nunca fue para subir de rango ni mucho menos.

¡Yo ganare! Grito Einar para todos.

—No sabes lanzar 3 movimientos sin desmayarte, idiota. Comento Kenneth con intensiones de hacer enojar a Einar.

—Tú no te metas Kenneth qué serás el siguiente en mi lista ¡Lo juro!

— ¿Tu lista? ¿La lista incluía al oso? porque te hizo pedazos.

—Pero fue porque no estaba listo ¡Pero en un mes estaré más que listo!

—Si claro, como no.

Todos veían la pelea de palabras entre Einar y Kenneth, su rivalidad incrementaba, aunque sin darse cuenta, su amistad también crecía poco a poco, todos lo notaban excepto ellos.

"Están cegados por su orgullo" comento Charlotte.

"Si, que mal que no saben, pero ¡Yo ganare!", respondió Liana haciendo movimientos de Box.

Al rato al los chicos de al rededor rieron, era un momento sumamente divertido. El grupo era más unido, mientras más pasaban los días, era como si un lazo los uniera. Realmente se empezaban a sentir como una familia, algo disfuncional pero una familia al fin y al cabo.

Inmediatamente y sin recibir órdenes, todos empezaron a alistar sus cosas. Einar pensaba en ir la habitación de entrenamiento,,, pero se encontraba fuera de servicio así que tuvo que ir preparando cosas para entrenar en algún lugar más lejano o que alguien lo acompañará.

Charlotte quería ir a las ruinas del cosmos. Eran estructuras antiguas qué albergaban monstruos de tres ojos y varios brazos, color marrones y grisáceos.

Treto pensaba ir con su padre a entrenar, sin duda le ensañaría cosas nuevas.

Amanda prefirió entrenar con algún Comandante, quería ser lo más fuerte que se pudiera en ese corto tiempo.

Kenneth no dijo ni una sola palabra y desapareció sin dejar rastro.

Todos agarraron caminos distintos para entrenar. La escuela les había dado la oportunidad a todos aquellos que quisieran participar, no perderían puntos, no reprobarían, al final sabían que estaban haciéndolo por un bien mayor.

Einar no sabía exactamente a donde ir, por lo que se quedó arriba de una roca pensando para saber cuál sería su próximo camino.

—Sé que tienes dudas a donde ir Einar, pero acá no es como en tu antigua casa, acá en cualquier lugar te puedes encontrar a criaturas temibles con gran energía —Laut animo a Einar mientras le daba una palmada en el hombro.

—Lo sé señor es solo que... bueno, mejor exploraré un poco.

Ambos sonrieron y Einar decidió embarcarse en una efímera expedición, en busca de volverse un poco más fuerte para dar sorpresas en el torneo.

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