Zhao y sus aliados cruzaron la puerta dimensional hacia la dimensión helada, donde se enfrentarían a Ao Shun, el Dragón Rey del Mar del Norte. El frío extremo penetró en sus huesos mientras se adentraban en un mundo de hielo y nieve. Montañas de hielo se alzaban en el horizonte, y un viento cortante soplaba a su alrededor.
Li: (Tiritando) Este lugar es más frío de lo que imaginaba.
Lian: (Apretando los dientes) Mantengámonos juntos y sigamos adelante. Estamos aquí por una razón.
Ao Shun emergió rápidamente del delgado agua congelada, su cuerpo cubierto de escamas azules y plateadas. La armadura de hielo que se formó en su lomo brillaba bajo la luz tenue del lugar, dándole un aspecto aún más imponente.
Ao Shun: (Condescendiente) Humano, has llegado a mi reino de frío eterno. ¿Qué asuntos te traen aquí?
Zhao: (Decidido) Busco a Hǔnluàn, el rey demonio. Necesito tu ayuda para llegar a él.
Ao Shun soltó una carcajada que hizo que el aire se enfriara aún más.
Ao Shun: (Burlón) Hǔnluàn y yo compartimos un amor por el frío. ¿Por qué debería ayudarte?
Zhao: (Sin inmutarse) Hǔnluàn es una amenaza para todos los reinos, incluido el tuyo. Si no nos unimos para detenerlo, nadie estará a salvo.
Zhong Kui: (Serio) Es cierto, Ao Shun. Nuestro objetivo es noble.
Ao Shun consideró las palabras de Zhao mientras el frío seguía envolviéndolos.
Ao Shun: (Pensativo) Tus palabras tienen peso, humano. Pero antes de que te guíe hacia Hǔnluàn, debes enfrentarme en un combate. Demuestra que eres digno de mi ayuda.
El Dragón del Hielo se elevó en el aire, su figura majestuosa destacando contra el paisaje helado. Con un movimiento de su garra, creó un campo de hielo que se extendió por el suelo, convirtiendo cada paso en una prueba de equilibrio y habilidad.
Zhao sabía que estaba a punto de enfrentarse a un oponente formidable. Se preparó para la batalla en el campo de hielo y comenzó el choque épico.
La batalla entre Zhao y Ao Shun fue una danza mortal en el campo de hielo congelado. Zhao lanzó una serie de ataques rápidos y precisos con su espada electrificada, mientras Ao Shun desencadenó su habilidad para crear proyectiles afilados de hielo que se dirigieron hacia su oponente.
Li: (Gritando) ¡Zhao, cuidado con esos fragmentos de hielo!
Zhao demostró su agilidad al esquivar la mayoría de los proyectiles de hielo, pero algunos lograron arañar su piel.
Zhao: (Manteniendo la calma) No se preocupen, puedo manejarlo.
Zhong Kui: (Observando) Ao Shun no será fácil de vencer. Está aprovechando el frío para su ventaja.
Zhao: (Con determinación) Entonces, nosotros aprovecharemos nuestra voluntad y determinación para vencerlo.
La lucha continuó con Zhao lanzando ataques precisos mientras Ao Shun desencadenaba una tormenta de nieve a su alrededor. Ventiscas gélidas y ventiscas de nieve dificultaron la visión y dificultaron los movimientos de Zhao, pero no lo detuvieron.
Lian: (Preocupada) Esto es mucho más difícil de lo que pensé.
Li: (Animando) ¡Vamos, Zhao! ¡Tú puedes hacerlo!
La batalla se prolongó durante horas bajo el gélido cielo. Zhao y Ao Shun intercambiaron golpe tras golpe en un enfrentamiento de poder contra habilidad. Ambos estaban agotados pero determinados a no ceder.
Sin embargo, en un momento de fatiga, mientras Zhao esquivaba uno de los proyectiles de hielo, estornudó involuntariamente. El estornudo creó una ráfaga de viento que barrió el campo de hielo, destruyendo parte de las montañas de hielo circundantes.
Zhao: (Sorprendido) ¡Oops! Eso no era lo que pretendía.
Ao Shun, aprovechando la oportunidad, lanzó un ataque final de hielo comprimido que se precipitó hacia Zhao con una velocidad asombrosa.
Ao Shun: (Rugiendo) ¡Es tu fin, humano!
Sin embargo, en un acto desesperado, Zhao se quitó la venda de los ojos, revelando sus ojos llenos hermosos pero solo se vieron luces rojas y azules. Concentró su energía espiritual en su espada electrificada y, con un golpe certero, desvió el ataque de hielo justo antes de que lo alcanzara.
El impacto del ataque desviado de Ao Shun creó una explosión de nieve y hielo que envió al dragón al suelo, debilitado pero no derrotado.
Zhao se acercó a Ao Shun, su espada electrificada aún chisporroteando con energía.
Zhao: (Respirando agitado) Ha sido una batalla formidable, pero debes entender que no podemos permitir que Hǔnluàn continúe su reinado de terror. Tu ayuda es necesaria.
Ao Shun, exhausto y con un toque de respeto en sus ojos, asintió con la cabeza.
Ao Shun: (Serio) Está bien, humano. Te guiaré hacia Hǔnluàn, pero ten cuidado, su poder es vasto y oscuro.
El equipo de Zhao había ganado el respeto de otro de los Nueve Dragones Celestiales, avanzando un paso más hacia su objetivo de detener a Hǔnluàn y proteger a todos los reinos y dimensiones de su oscuridad.
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