La diseñadora 18

Tina, amiga me tienes que prometer que vas a ser muy feliz...

- Te lo prometo amiga --mientras nos damos un fuerte abrazo--

De verdad que Michelle y yo tuvimos una muy agradable cena, nos reímos de muchas cosas y también lloramos recordando nuestra niñez, celebramos nuestra hermosa amistad, mejor dicho nuestra hermandad porque no somos hermanas de sangre pero sí de sentimientos mutuos y la vida nos premió al tenernos la una con la otra.

Han pasado varios días... Aún sigo con mi trabajo en la Boutique hasta este semestre que tengo que irme de pasante. La señora Matilde es una jefa muy especial, el otro día fuimos a celebrar el cumpleaños de Valeria y mira que se lució con una cena obvio su torta de cumpleaños era pequeña pero una delicia de torta; Valeria estaba muy contenta, los chicos y yo le hicimos un hermoso detalle de regalo de cumpleaños era un conjunto muy lindo, celebramos y disfrutamos un buen rato. Me regresé en taxi por la hora ya que era un tanto tarde para mí y como yo vivo sentido contrario que los chicos la señora Matilde los dejó más cerca y yo me vine en taxi, al llegar al conjunto de residencial me topé en la puerta del ascensor con Santiago.

- Hey! Tina cómo estás? --me dijo bastante alegre mientras termina de llegar cerca a mi--

- Hola! Buenas noches, como estás? --me sonreí un poco--

- Tenía días sin verte... Voy a creer que te estás escondiendo de mi?

- No! Santiago cómo crees? --presione el botón para volver a llamar al ascensor-- Estos días he estado un tanto ocupada en la Boutique.

- Ocupada? De verdad? Si, tengo entendido que estás de vacaciones de la universidad! --volteo su cara para verme de lado-- Dime la verdad te estás escondiendo de mí?

- No! No, Santiago para nada... He estado haciendo el turno completo en la tienda, hay días que salimos un poco tarde y la señora Matilde me envia con Jorge y luego ellos siguen para sus casas, pero para nada no me estoy escondiendo de ti, además yo no tengo por qué mentirte.

- Bueno! Está bien! Voy a creerte, pero solo si me aceptas un café o un helado... --me dice con esa tierna sonrisa--

- Ahorita?

- Por qué no? O mejor te invito a cenar?

- Santiago! Disculpa, pero ya cene...

- Entonces mañana! Que dices? Yo te puedo pasar buscando por tu trabajo y así no se pierde el tiempo de ir y venir.

- No se... --entonces recordé las palabras de mi terapeuta la doctora Ribadeo "No te cierres a ninguna posibilidad, Tina recuerda tienes que socializar y salir un poco más de esa rutina" y más atras las de mi amiga Michelle "Tina, amiga te tienes que arriesgar, pero solo un poco eh, si no le das la oportunidad de conocerte como te darás cuenta si lo que crees que sientes pueda ser interés por él"--

- Bueno! Está bien... --dijo un poco apagado--

- Está bien! Acepto --le dije algo apresurada-- Mañana, está bien --le sonrei algo nerviosa--

- Perfecto! Déjame pensar a dónde llevarte... --se quedó pensando un poco y las puertas del ascensor abrieron-- Adelante, bella dama --me dice cediendo el paso--

- Gracias! Solo te pido regresar temprano...

- Pierda cuidado... Tina?

- Sí!

- Dime la verdad, te estabas escondiendo de mi por lo del otro día?

- No, de verdad que no me estoy escondiendo de ti...

- Te puedo hacer otra pregunta?

- Dime!

- Por qué te pusiste tan nerviosa, yo diría que más de lo normal cuando me tropecé con el matero y caí prácticamente encima de ti...

- Eh! Bueno! Porque me asusté... --el ascensor abrió la puerta-- Llegaste a tu piso!

- Lastima! Me hubiese encantado pasar más tiempo contigo --dice mientras coloca la mano para que el ascensor no se cierre-- Nos vemos mañana...

- Hasta mañana.

La verdad ya me estaba poniendo un poco nerviosa, tenerlo tan cerquita me da una sensación de miedo con algo de emoción y lo del otro día de verdad que me asusté muchísimo porque la manera como cayó sobre mí y luego para levantarse me trajo tantos malos recuerdos de aquella bestia y que cuando Santiago se movió no pude evitar que al levantarme prácticamente hui de la escena.

A la mañana siguiente me levanté temprano, me estire, me di un rico baño, me preparé para salir a mi trabajo pero antes de salir tomé un ligero desayuno luego regresé me lavé los dientes, me apliqué un poco de maquillaje algo suave. Me vestí obvio con el uniforme de la boutique, tomé mi bolsa, mis llaves y salí del departamento, tomé el ascensor que venía vacío y que casualidad que dos pisos más abajo Santiago subió...

- Buenos días! Tina como amaneciste? --me saluda a cierta distancia pues aún no le tengo la confianza para abrazos y besos--

- Buenos días! Muy bien, gracias Santiago y tú

- Excelente! Sabes, anoche no me diste la dirección de tu trabajo.

- Ah! Cierto, Queda en la Avenida Robinson con Marre y la 17, se llama Boutique Matilde.

- Ok, pasaré por ti a las 7, está bien?

- Perfecto!

- Perfecto, pero si quieres te puedo pasar dejando...

- No quiero molestarte!

- No para nada! Te llevo y así me aseguro de haber copiado bien la dirección...

- Ah! Crees que te estoy mintiendo? --lo veo sonreír--

- Puede ser! Quien sabe? --se encoge de hombros--

Efectivamente, Santiago me pasó dejando a la tienda fueron unos minutos agradables, mientras íbamos en vía conversamos de su trabajo, al dejarme no sin antes recordarme que pasaría por mi a las 7 de la noche siguió y luego me fijé que tomó la calle de regreso... El día paso bastante tranquilo, ya era la hora de cerrar y ya Santiago estaba estacionado fuera...

- Señora Matilde! Ese chico ya tiene un rato allí estacionado... --mientras observan por la ventana--

- Si, me di cuenta...

- No se preocupe, señora Matilde él me está esperando.

- Segura mi niña?

- Sí, es un vecino del Conjunto Residencial, se llama Santiago y vamos por un café...

- Tienes una cita mi niña? --dice emocionada--

- Bueno! --hago a pensar algo-- Vamos a decir que se parece bastante.

- Entonces tienes que cambiarte! Cómo vas a ir a esa cita con el uniforme? No mi niña --fue a un pasillo de la tienda y trajo unas blusas-- Cámbiate por lo menos la blusa mi niña y arréglate un poco el maquillaje...

- Pero? Señora Matilde...

- Nada, además está blusa está hermosa... Anda a cambiarte, mi niña es tu primera cita y tienes que ir muy guapa...

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