Un ángel para el diablo.

Pov Ariel.

Volví a verme con Adrián a la hora del almuerzo, pasamos la tarde juntos en la playa, traté de subirle el ánimo de cuánta manera posible y aunque él trataba de hacerme creer que todo está bien, yo lo conozco bien y sé que este trago amargo no pasará por ahora. Me propuso salir a bailar y a beber un poco en horas de la noche y aunque no me pareció prudente, pues sabía que lo único que buscaría sería ahogar las penas en el alcohol, acepté.

Al llegar con Adrián a la discoteca ya pasaban de las nueve de la noche y había gran cantidad de personas en el establecimiento. Buscamos una mesa cercana a la barra donde pedimos una botella de tequila, ya que era lo que le apetecía a mi amigo y aunque no soy muy tolerante al alcohol, acepté. En todo caso no sería yo quién tomaría hasta embriagarse; mi misión de esta noche es cuidar de Adrián.

 Las horas transcurren y como era de esperarse, mi acompañante está totalmente alcoholizado y además de eso se niega a abandonar el sitio en el que nos encontramos, no es para nada fácil cuidar de alguien tan grande y terco cómo lo es Adrián en este momento, pero eso no ha sido lo peor de la noche, lo peor es que he tenido que lidiar con el acoso de más de un hombre; Adrián está tan ebrio que no se percata de lo que sucede a su alrededor.

— Creo que es hora de volver al hotel, ¿estás de acuerdo?

— No, aún no puedo sacarla de mi cabeza. Creo que necesitaré un par de botellas más.

— Está bien, las compraré para ti y luego iremos al hotel, yo te acompañaré hasta que la olvides, o el alcohol te ayude a dormir, eso sí, mañana cuando además de despechado el guayabo acabe contigo, no te voy a cuidar. — Él sonríe al escucharme.

— Ambos sabemos que sí lo harás. — No puedo evitar rodar los ojos, él tiene la razón, seré su paño de lágrimas Hasta que la tormenta pase. — Me vas a cuidar, no en vano... eres mi hermanita, cuida de este borracho que yo te cuidaré cuando esté... sobrio ¿te parece? — Tras decir esto deja caer la cabeza sobre la mesa, lo dejo un par de segundos hasta que ni el fuerte sonido de la música puede ocultar sus ronquidos. Suspiro sin saber cómo haré para cargar con el grandulon.

Pido un taxi y voy a buscar a un par de meseros para que me ayuden a llevarlo hasta fuera, pero antes de que pueda llegar a mi destino, se me cruza un hombre alto y fornido que jala de la cintura con la intención de arrastrarme hasta la pista.

— Vamos a bailar, olvídate del tonto de tu novio, no se va a dar cuenta. — Se refiere a Adrián, el hombre trata de sonreírme de manera seductora, pero lo único que despierta en mí es rabia.

— ¡Suélteme! — Espeto molesta elevando el tono de la voz.

— No te preocupes, no te va a pasar nada, solamente quiero bailar. — Insiste aferrándose aún más a mi cintura.

— Lo voy a repetir una vez más, suélteme. — Hablo determinada.

— Jajajajaja no sabes cuánto me gustan las chicas difíciles, son más... interesantes.

— Se lo advertí. — Me preparo para dar un rodillazo en sus partes nobles, pero su cuerpo es girado abruptamente por alguien más, alguien que golpea su rostro haciéndolo caer al suelo. Observo al tipo tirado y sobando su rostro como si le hubiesen desprendido la mandíbula, por lo que deduzco que quien le ha pegado posee gran fuerza. Levanto la mirada para encontrarme con los ojos de la última persona que esperé volver a ver, Azrael Bernard, quien para este momento más que el abogado del diablo, parece el mismo diablo en persona. Se queda mirando al hombre que aún no se levanta fijamente a los ojos y pienso que esto no terminará así, que aquel hombre se levantará y habrá una pelea descomunal, pero lejos de eso, se arrastró un par de metros como pudo entre la gente, de manera torpe se levantó y luego simplemente huyó lo más lejos que pudo, eso me pareció más que extraño, surreal.

— Vamos por tu amigo. — Fue lo único que dijo Azrael antes de tomar mi mano para guiarme. Sé que su intención fue avanzar en dirección a la mesa en que se encuentra Adrián, pero imagino que sintió la misma sensación extraña que yo sentí al hacer contacto, pues se detuvo y me observo extrañado por un par de segundos en el que nos miramos fijamente, fue como si la música, así como las personas a nuestro alrededor desaparecieran. Rápidamente, sacudió la cabeza y yo intenté zafarme de su agarre, pero no lo permitió y juntos avanzamos hasta la mesa. Una vez allí miro nuestras manos y esta vez me soltó como si quemara. Sacó dinero de su billetera.

— No es necesario. — Me apresuro a decir, tomo mi cartera para pagar la cuenta, pero me ignora y deja mucho más dinero del necesario sobre la mesa; Luego pasa uno de los brazos de Adrián sobre sus hombros y como si no pesará nada lo levanta, mi amigo apenas puede arrastrar los pies y ocasionalmente levantar la cabeza.

— He pedido un taxi. — Le hago saber.

— Yo te llevaré, no me voy a arriesgar a que otro imbécil se propase contigo. — Habla de manera firme y juntos salimos de aquel lugar. Una vez en el auto acomoda a Adrián en la parte trasera, este cae como un costal ocupando todo el espacio y, aunque no por maleducada, hubiese preferido viajar en la parte trasera, pero me veo en la necesidad de hacerlo como copiloto. Azrael abrió la puerta para mí, cuando voy a subir al auto, nuestras miradas se cruzan y por un momento disfruto de su aroma, me pierdo en su mirada y a él parece pasarle lo mismo. Seguro que solo fue mi imaginación.

Nota Autora:

Espero estén disfrutando de la lectura, no escribí los últimos tres días porque me encuentro indispuesta, no imaginan cuánto. Aun así, nos leemos mañana, trataré de adelantar la noche de hoy.

Pd. No olviden votar, cuento con ustedes.

Más populares

Comments

Margarita Aceves Corona

Margarita Aceves Corona

ese diablito se está quemando en su mismo infierno jijiji

2023-12-14

2

Arindu Arin

Arindu Arin

huyyy

2023-11-29

0

Nereida Hernández montes

Nereida Hernández montes

a mí me está dando la imprecisión que el domador va quedar domado con esta Chiquita

2023-09-24

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play