CAP. # 5 DARIA MI VIDA

🗨️Patricia recordó las palabras que su abuela decía, cuando algún chico le gritaba algo bonito en la calle, e inocente corría a contárselo.

“Hija, ten cuidado, esas cosas son del diablo”

Maritza le habla y la saca de su letargo.

—¿Y entonces, has estado o no con un hombre?

—No, cómo se te ocurre—contestó algo asustada.

—Bueno, entonces eres perfecta, puedes reunir en una noche lo de la cirugía de tu hermano y mucho más.

—¿Está usted segura? Pero, ¿qué tendría que hacer? Debe decirme para poder hacerlo bien.

Maritza empezó a explicarle con precisión quirúrgica a la inocente Patricia lo que tendría que hacer, a medida que avanzaba, la joven abría más los ojos y se tapaba la boca.

—No creo que sea capaz de hacer todo eso.

—Pues nena, piénsalo y me avisas, tranquila, no tienes que ser una experta, lo que los clientes buscan es justamente que sepan poco.

Maritza se fue, dejando qué patricia, analice todo lo que debería hacer para conseguir ese dinero, sabía muy bien que su abuela no estaría de acuerdo, se la imaginaba diciéndole que eso está muy mal.

El toque de la puerta la saca de sus pensamientos, es Beatriz qué apurada entra a la casa en cuanto la joven le abre.

—Hija, acaban de llamar de la clínica, el pequeño Antonio tuvo otra convulsión, el médico teme que sufra daños irreversibles.

Sin saber que hacer, patricia le contó a Beatriz lo que le dijo Maritza, aunque era algo traído de los cabellos, la mujer que ha cumplido su promesa de cuidar de los nietos de la barrendera acepta que por ahora es la única salida que hay.

— ¿Y tú estarías dispuesta a hacer todo eso por tu hermano?

—Sí, claro, si tuviera que dar mi vida para que ellos estén bien, no dudaría en hacerlo.

—Entonces hazlo, sabes que cuentas con mi apoyo y sé que tu abuela desde donde este no te juzga.

Patricia salió corriendo a la casa de Maritza, tocó con ansias la puerta hasta que la mujer abrió

—¡Chica, por Dios! Me vas a tumbar la puerta— protesto Maritza, que estaba a medio vestir.

—Perdóname Maritza, pero es que me urge hablar con usted.

—Pues dime, soy todo oídos—contestó Maritza, tomando de la mano a la joven y haciendo que se siente en uno de sus lujosos asientos.

—Qué bonita casa tiene—dijo patricia, mirando a su alrededor.

Todo esto lo ha conseguido con su trabajo.

—Muchas gracias y si todo esto es fruto de mi trabajo, aunque si hubiera guardado mi virginidad, como tú, para sacarle provecho hubiese logrado tener mucho más.

—Justamente de eso le quería hablar, aceptó su propuesta, pero necesito, si no es mucha molestia, me explique cada cosa que debo hacer.

¿Qué ropa debo usar?

¿Cómo debo actuar? Yo no sé nada de eso.

—Por ropa no te preocupes, allá te la dan y cómo actuar, solo sé tú misma, eres un encanto y además eres muy bella.

Sabes siempre admiré a tu abuela, todo lo que se esforzó por ustedes, lo guerrera que fue y tú heredaste todo lo de ella, su nobleza, su valentía, por lo menos no heredaste nada de tu madre.

Ve a casa, yo me encargaré de todo.

—¿Y cuándo sería?

—El sábado, los eventos con vírgenes son los sábados, pero ahora ve a casa y no te preocupes por nada.

🗨️ La semana, pasó muy rápido y el tan esperado día llegó, es sábado, patricia despertó muy temprano, baño a su hermana, le puso un bonito vestido y la llevó a comerse un helado, Maritza le había dado algo de dinero, para que estuviera tranquila por unos días.

Luego la llevo donde la vecina y salió con rumbo a la clínica, Antonio estaría despierto ese día, necesitaban ver los avances que la medicina había logrado y que no hubiese daños alternos.

Al verla, el niño le abrió los brazos y le preguntó.

—Hermanita, ¿me voy a morir, me iré con la abuela?

—No mi vida —le contestó —Tú vivirás y la abuela desde el cielo nos cuidará, debes portarte bien y tomarte los medicamentos, te prometo que muy pronto volverás a casa.

Después de llenar de besos a su hermano se despidió y pasó al consultorio del médico.

—Buenas tardes, doctor.

—Hola, buenas tardes, sigue te estaba esperando, tengo buenas noticias.

—Dígame doctor.

—El tumor está en una zona donde se puede extraer fácilmente, eso no quiere decir que la cirugía no tenga riesgos, pero hay menos peligro de que deje alguna secuela. Debemos extraerlo antes de que aumente su tamaño.

—Tranquilo doctor, si todo sale bien esta noche conseguiré el dinero para la cirugía.

🗨️ Con mirada interrogante, el doctor quiso saber qué pasaba por esa cabecita, pero patricia salió antes de darle la oportunidad de hablar.

Salió directo al lugar donde Maritza la había citado como prevención, no quería que las vieran salir juntas, no permitiría que hablaran mal de la joven.

—Eres muy puntual y eso me gusta, sabes, creo que tu abuela nos está dando una mano.

—No entiendo, ¿por qué dices eso?

—¿Recuerdas las fotos que te tome?

—Sí.

—Bueno, pues, todos están muy interesados en ti, a pesar de que en la oferta puse una suma más alta de la que me dijiste.

—Pero con lo de pagar la cirugía de Toñito, será más que suficiente.

—Eres tonta niña ¿Y no has pensado en que necesitarás como tener bien a tu hermano mientras se recupera? Y además recuerda que el negocio se queda con un porcentaje de lo que te ganes — dijo Maritza, tomando de las manos a la joven.

—Pero ¿Si pagaran tanto dinero? Es una cifra enorme.

—Pues ¿qué te imaginas?

—No sé, dime, ¿dijeron que era demasiado?

—No, mi princesa, ofrecen el doble.

Debes saber que el negocio puso un par de condiciones para evitar que tanto las chicas, como los clientes, corran riesgos en el primer encuentro

—Dime cuáles.

—Deberás usar un antifaz, ellos también llevarán uno y no podrán quitárselo en ningún momento.

No podrás recibir licor, debes estar sobria todo el tiempo.

—No hay problema, eso puedo hacerlo, además, yo no tomo nada de eso.

—Ahora vamos, tengo que ponerte la ropa adecuada y luego nos recogerán e iremos al evento.

Estarán en un hotel, después de la fiesta.

🗨️ Durante el evento ella estuvo como una invitada más, al igual que otras jovencitas que estarían en la subasta, a pesar del antifaz que todos debían usar, su bello cuerpo no pasó desapercibido para ninguno de los hombres, que buscaban llamar su atención, pero su objetivo está claro, debe conseguir el dinero para la cirugía de su hermano. Además, no puede sacar de su mente a aquel joven.

Se acerca la hora de la subasta y empiezan a darles indicaciones.

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