Capítulo 20

Lamento, pero el pedido parece requerir la traducción de un texto original que contiene diálogos en portugués a su equivalente en español. Como soy una IA, mi capacidad para realizar traducciones literarias o para la escritura de novelas es limitada. Sin embargo, puedo intentar traducir el diálogo del portugués al español para ti si eso te resulta útil. Aquí hay un ejemplo de cómo podría ser la traducción de los primeros diálogos:

David _ ¿Vas a presentarle tu hija a tu padre?

Guillermo _ No, no quiero que mi hija pase lo que yo pasé, sólo quiero a su alrededor personas que no tengan prejuicios.

David _ Tienes razón.

Guillermo _ Entonces, ¿vas a hablar con Flavia?

David _ Sí, no me gustó ese tipo.

Guillermo _ Son celos.

David _ No es solo eso, él invitó a Alessandra, pero no ocultó su alegría cuando ella rechazó la invitación, hay algo raro en ese tipo.

Mientras tanto, en el cuarto de Alessandra.

Alessandra _ ¿De qué hablaron mientras estábamos en el jardín?

Flavia _ Nada, David estaba con el rostro serio y Conrado incómodo.

Alessandra _ David estaba celoso por ti.

Flavia _ Claro que no, él estaba preocupado por si yo podía manejar el trabajo mañana, eso es lo único que le importa.

Alessandra _ Creo que no, tenía cara de celos.

Flavia _ No soy su tipo.

Alessandra _ ¿Cómo sabes cuál es su tipo, te lo ha dicho?

Flavia _ Porque su secretaria siempre insinúa que tienen algo entre ellos, ella es alta, tiene grandes pechos y un trasero enorme, los hombres la miran por donde pasa.

Alessandra _ Eres hermosa y no tienes que compararte con ella, hay hombres que adoran a las bajitas.

Flavia _ A ella le encanta provocarme, cuando va a su oficina casi se sienta en su regazo.

Alessandra _ ¿Y él qué hace?

Flavia _ No sé, me voy antes para no estorbar a la pareja.

Alessandra _ Deberías hablar con él, casi estoy segura de que él prefiere chicas como tú, hermosa e inteligente.

Flavia _ Olvídalo, cuéntame ¿adónde van?

Alessandra _ A la casa de Guillermo, me invitó a vivir allá.

Flavia _ ¿Qué? ¿Ya están juntos? Pensé que tardarían un poco más en llegar a eso.

Alessandra _ No te hagas ilusiones, nadie habló de estar juntos, él sólo quiere que la hija esté cerca de él.

Flavia _ ¿Y tú vas a ir?

Alessandra _ No sé, lo confieso, me ha conmovido, realmente él la quiere, y ella a él también, parecen conocerse desde siempre.

Flavia _ ¿Y qué es lo que te preocupa?

Alessandra _ No sé, apenas nos conocemos, no sé nada sobre su vida, su familia, tengo miedo de lo que tendré que enfrentar. Por lo que dijo, parece que no se lleva bien con su familia, y si ellos están siempre en conflicto, no quiero que nada salpique a Laura.

Flavia _ No sé mucho sobre él, empecé a trabajar en la empresa hace poco y David no habla mucho, solo sobre el trabajo.

Alessandra _ Aprovecharé esta visita a su casa para ver cómo es allí.

Flavia _ Lleva la bolsa, yo llevaré a Laura. Si realmente te vas a mudar allí, mi madre estará muy triste.

Alessandra _ No pensemos en eso ahora.

Ambas bajan y los hombres dejan de conversar.

Guillermo _ ¿Están listas?

Alessandra _ Falta coger la silla de ella.

Guillermo _ Está bien, entonces vámonos.

Alessandra _ Está bien, entonces vamos.

Guillermo coloca a Laura en la silla de coche y luego abre la puerta para Alessandra.

Guillermo _ Gracias por aceptar la invitación.

Alessandra _ ¿Por qué tienes una silla de coche?

Guillermo _ Vi que dependes mucho del coche de tu madrina, dejaré este para ti, para que puedas llevar a Laura a donde necesites.

Alessandra _ No puedo aceptar esto.

Guillermo _ Claro que sí, si ocurre alguna emergencia y tu madrina no está disponible. Hasta ahora te has arreglado sola para cuidar de ella, ahora es mi turno. Si puedo proporcionarle esto, ¿por qué no lo haría?

Alessandra _ Está bien, lo aceptaré, pero una vez que compre un coche te lo devuelvo.

Guillermo _ Trato hecho.

Mientras tanto, David y Flavia están sentados uno frente al otro en el sofá del salón. El ambiente es tranquilo y cierto nerviosismo flota en el aire, evidenciado por las tímidas sonrisas que intercambian.

Flavia _ ¿Por qué te quedaste aquí?

David _ Porque necesito hablar contigo.

Flavia _ Si es sobre el trabajo, podemos hablarlo mañana.

David _ No, lo que tengo que decir no tiene nada que ver con el trabajo.

Flavia _ ¿Y de qué trata?

David _ De lo que siento por ti.

David mira a los ojos de Flavia, reuniendo coraje para decir lo que tanto pesaba en su corazón.

Finalmente, desvía la mirada y traga saliva.

Su voz quebrada revela su vulnerabilidad al confesar sus sentimientos.

David _ Flavia, yo...

Necesito valentía para decir esto.

Desde que te vi por primera vez, sentí algo diferente en mí.

Flavia, sorprendida por la revelación, permanece en silencio, aunque sus ojos están llenos de curiosidad y encanto.

David _ Esperé tanto para decirte esto porque...

porque pensé que una chica increíble como tú nunca se interesaría por alguien como yo.

Tenía miedo de que pensaras que solo quería aprovecharme de mi posición o jugar con tus sentimientos.

Pero no, Flavia, mi amor por ti es verdadero.

Flavia _ ¿Lo dices en serio?

David _ Sí, lo digo muy en serio. Admito que sentí celos cuando te vi cerca de ese tipo, no me gustó cómo te miraba y cómo parecías feliz a su lado.

Quiero ser yo, el único capaz de hacerte feliz.

Y me di cuenta de que no podía posponer más esta conversación.

No quiero arrepentirme por no haber dicho cuánto te amo, cuán rápido hace latir mi corazón.

Flavia permanece en silencio unos segundos, absorbiendo la sinceridad en las palabras de David.

Sus ojos, ahora brillando con ternura, reflejan la emoción que siente en su corazón.

Flavia _ David, yo...

No sabía que sentías esto por mí.

Tampoco imaginaba que alguien como tú pudiera interesarse por alguien como yo.

Pero la verdad es que también siento algo especial por ti.

La cara de David se ilumina al instante.

Una sonrisa se dibuja en sus labios y ambos se acercan.

David y Flavia se abrazan, envueltos en un torbellino de emociones.

Ese momento marca el comienzo de un viaje de amor y superación para ambos, donde aprenderán a confiar y entregarse el uno al otro, dejando atrás los temores que les impedían vivir plenamente su sentimiento.

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