el hábito no hace al monje

Tomo aire, me acomodo el cabello, levanto la cabeza y me dirijo a la puerta; mi primer día de trabajo, al ingresar al lugar, la secretaria me reconoció enseguida, como si me estuviera esperando, levanta la mano y me hace seña.

_ No traes el uniforme que te dieron ayer _

_ No me podría eso ni loca, además no traerlo no va a modificar en nada mi desempeño _ sonríe mientras sacude la cabeza.

_ No lo dudo, pero seguramente tendrás algunos problemas,  los de recursos humanos son unos babosos y además siempre imponen su voluntad _

_ No te preocupes, sé hacerme respetar _

_ Esta bien, debes subir al tercer piso con este papel, y te aviso que el director ya llegó- le sonrío y me dirijo al ascensor. 

Al llegar al tercer piso, salgo del ascensor y giro sobre mis pies para ver el lugar, además de pensar a dónde debo dirigirme.

Veo un escritorio donde me espera una cara muy poco amigable, me dirijo a la secretaria que se encuentra en medio de la sala y le entrego el papel de ingreso, me observa detenidamente y a detalle.

_ ¿Dónde está tu uniforme? _ mientras me señala con el papel en mano.

_ ¿Qué uniforme? Nadie me dijo que debía usar uno _ Como si fuera a darle una explicación.

_ Espera aquí, ya pediré uno, no ingresarás así _ luego de marcar unos números y esperar a que la atiendan, pidió que alguien ajera un uniforme de inmediato.

_ Este es de tu talla puedes colocartelo allí _ Observo el uniforme y definitivamente no es mi talla, ni siquiera creo entrar en eso, me observa de mala manera mientras sostiene el uniforme.

_ No me pondré esto y si no me dejas pasar a realizar mi trabajo voy a provocar un gran escándalo _

_ Si no piensas ponertelo, puedes retirarte por el mismo camino que viniste _

_ No me iré sin hablar con el director, él decidirá si me voy o no y aunque te opongas te puedo asegurar que se enterará de que estuve aquí _

Obviamente, ella no pensaba dejarme pasar, no dudo un segundo en llamar a seguridad, aunque intente avanzar no me dejaron avanzar y no me quedó de otra que armar un escándalo.

Quizás no se parecía en nada al escándalo maduro que tenía en mente, o sea no resulto ni parecido al que habia imaginado, muy por el contrario esto se parecía mucho al berrinche de una niña.

Pensé en detenerme, pero no, no me dejaría pasar por encima, menos por esas personas y solamente porque no quería usar ese uniforme.

Cuando el de seguridad intentó ponerme una mano encima lo golpeé, también rompí un jarrón,  tiré varios cuadros, no me siento orgullosa de lo que huce pero no me dejé tocar; corrí por toda la sala gritando como una niña.

De repente se escuchó abrir la puerta de la dirección, todo quedó en completo silencio, excepto yo claro que continuaba corriendo y gritando por todo el lugar, hasta que lo escuché.

_ ¿Se puede saber qué es todo este escándalo? _

_ Ay señor, que vergüenza, todo es por esa demente, no quiere ponerse el uniforme y comenzó a romper todo _ No dude en dirigirme hacia ella.

_ ¿A quién le dices demente? _ Enseguida se puso detrás del escritorio.

_ ¿Lo ve? ni siquiera sé quién la dejó pasar _ El hombre suspiró y sacudió la cabeza, al parecer no puede creer lo que ve, pero para qué me buscan.

_ ¿Desde cuándo en este lugar es obligatorio utilizar un uniforme? Si no quiere usarlo no lo usa y asunto resuelto, luego me ocuparé de ustedes, ahora tú sígueme- dirige su mirada hacia mí y me hace seña con la mano.

Camino firme detrás de él, pero no puedo contenerme y volteo a ver a la secretaría y al de seguridad; como ambos me estaban mirando les saco la lengua.

Para ser sincera, no me parece nada maduro mi comportamiento,  pero ellos no debieron tratarme así, debieron respetar mi decisión, después de todo el hábito no hace al monje.

Continúo caminando e ingreso a aquella oficina, que a pesar de ser muy amplia se siente muy acogedora.

_ Que escándalo has armado ¿no eres de aquí verdad? _

_ Le ofrezco una disculpa, pero no fue mi culpa. No lo soy, vengo de Estados Unidos, permaneceré un tiempo aquí y necesito trabajar _

_ Me parece bien, he leído que no tienes experiencia,  bueno te ves muy joven ¿Cuántos años tienes? _

_ Dieciocho, hace poco cumplí dieciocho _

_Bien, si realmente tienes ganas de trabajar, el empleo será tuyo, pero tengo una condición para esto _ Ya observo con desconfianza.

_ ¿De qué se trata su condición? _

_ La condición para que tomes este puesto es que tendras que comenzar a prepararte,  como mi asistente tendrás que acompañarme a eventos importantes,  también necesito que tengas un buen manejo del negocio _

_ ¿Y en qué momento se supone que haré todo eso? _

_ Tienes cara de chica inteligente y dedicada, vamos a dividir tus horarios y lo lograrás en poco tiempo, te prepararás como una joven de sociedad para asistir a los eventos conmigo y también estudiarás _ pues solo será la cara, porque haciendo memoria, no recuerdo que alguna vez me haya gustado estudiar.

_ Me llevará años realizar una carrera, ¿no sería más fácil que una persona ya preparada tomé mi lugar? _

_ ¿Y para eso hiciste semejante escándalo? Tú lo harás bien, te prepararé y podrás realizar los exámenes, en pocos meses tendrás un título y los conocimientos necesarios _

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