Aun me cuesta creer que me encuentro en este lugar, por fin después de tantos años he regresado nuevamente a Moscú, el viaje no ha sido del todo placentero que digamos, muy por el contrario.
Desde que ingresé al avión todo fue complicado, sentir sus movimientos me ha provocado sensaciones para nada buenas, también me ha traido algunos recuerdos para nada gratos, por suerte se encontraba cerca ese muchacho, al principio pensé que volar a su lado no tendría nada bueno, pero pobre Owen, al final hasta pena me dio.
Aún no se bien qué haré en este lugar, quizás lo mejor sea ir viendo sobre la marcha, no estoy segura cuál será mi primer paso, pero lo importante es que ya me encuentro aquí.
Me pareció buena idea la propuesta de Owen, de convertirme en su prometida durante un tiempo, si lo pienso de este modo, yo podré pasar desapercibida y a la vez voy ayudarlo con sus asuntos, no se qué tipo de problemas puede tener como para pedirle a una desconocida que se convierta en su prometida, pero no parece un mal chico.
Luego de tomarme mi tiempo a solas y prepararme me acerco a la sala, creo que me he tomado mucho tiempo porque ahí se encuentra él, tirado en el sofá; al verme se incorpora rápidamente.
_ ¿Ya estás preparada para tu primer paseo por la ciudad? _ asiento con la cabeza y salimos del lugar.
Usando su control, eleva la puerta del frente del garaje, a pocos pasos frente a nosotros se encuentra un deportivo, si bien se ve muy bonito no parece ir con lo que he visto de su personalidad, me invita a sentarme en el asiento del copiloto, presto bastante atención al recorrido.
Hay lugares que me parecen conocidos, pero por el paso de los años es normal que muchas cosas hayan cambiado, pero estoy segura que me encuentro en el lugar correcto, primeramente realizamos las compras necesarias para tener alimento en el departamento, ya que en su refrigerador solo había aire.
Luego nos dirigimos a un shopping, es un lugar enorme, no puedo evitar asombrarme por todo lo que veo; recorremos tienda por tienda, a lo lejos veo una escalera, muy similar a la de Estados Unidos, me preocupa la idea de volver a caer cuando llegue al final.
Dejo de lado mi asombro, me apresuro unos pasos, tomo su brazo, me mira sorprendido y sonríe, subo esa escalera con total naturalidad, como si lo hiciera casi a diario.
Continuamos recorriendo los pasillos, ingresando en algunos locales, hay mucha gente pero veo como la mirada de todas aquellas jóvenes se dirigen a él, provocandome cierta incomodidad.
Tomo su mano y no lo suelto durante todo el recorrido, volvemos con bastantes bolsas de ropa, maquillajes y otras cosas necesarias; aunque me negué a aceptar que él pagará luego de mucho tiempo escuchando su discurso decidí aceptar, para no decir que me obligó a hacerlo.
Vamos de salida cuando siento que presiona mi mano con fuerza, lo que me provocó algo de dolor, lo observo y veo como su rostro se transforma, en ese momento aquel joven que me pareció conocer se esfumó por completo.
Observo como su cuerpo se tensiona rápidamente, suelta las bolsas que trae en sus manos; de repente y sin previo aviso se lanza sobre un joven que iba pasando, estoy más que segura que ese muchacho no lo vio venir, se ve totalmente aturdido y ahora con varios golpes en su rostro.
Continuo de pie frente a ellos, mientras giran uno sobre el otro en el piso, miro hacia todos lados sin saber qué hacer, pero viendo la manera en la que se golpean solo comienzo a gritar, pidiendo ayuda.
_ Detente Owen, suéltalo, lo vas a matar _ solo grito, no pienso acercarme ni un centímetro, no voy a correr el riesgo un golpe de esos me va a matar.
Está claro que hace muy poco que nos conocemos, pero este muchacho no movió ni un pelo por mis gritos, mientras tanto los de seguridad trataban de separarlos, me resigne y comencé a juntar las cosas que se desparramaron.
Al levantar la mirada vi frente a mí a la joven pelirroja que acompañaba al pobre muchacho, ella no paraba de llorar, ya parecía una magdalena, deduzco que no tiene mucha idea sobre hombres, es muy normal que actúen antes de pensar.
_ Te juro que te voy a matar, no tienes derecho de hacerle esto, ella no lo merece; si no arreglas esto pronto yo lo haré _ mantengo mi posición y continúo observando de lejos, por precaución.
_ ¿Realmente crees que por estar aquí lograrás cambiar algo? _ veo como nuevamente Owen lo toma de lo que queda de su camisa.
Cuando se acercan algunas autoridades del lugar escucho que el hombre les dice que se hará cargo de todos los daños provocados, lo que si no tengo idea es cómo arreglará su rostro, eso sí se ve mal.
A lo lejos observo como Owen comienza a buscarme con la mirada, por fin se acordó que existía alguien más, agito la mano para que me vea, se acerca, toma las bolsas y nos dirigimos al coche, preferí no hacer ni un comentario sobre lo ocurrido.
Durante todo el camino no pronunció una palabra, desde el momento que vio a aquel joven se transformó en una persona totalmente diferente, su mirada es fría y llena de ira; no pronuncié palabra durante todo el camino, poco antes de llegar a su departamento siento su mirada fría sobre mí, pero no pronuncia palabra, dirijo la vista hacia él.
_ Tienes un corte en la ceja _ sin pensarlo toco su frente, observo una expresión de dolor y comienza a cambiar su expresión.
_ La de él seguramente debe estar peor - esboza una leve sonrisa, sacudo la cabeza reprobando su comentario.
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