"Amores peligrosos"

**Esa mañana me desperté muy cansada, odiaba no poder dormir bien, tome un baño y al quitarme la ropa me mire al espejo habían dos hematomas gigantes en mis dos rodillas, me sobresalte al pensar en la pesadilla de la noche anterior, quede inmóvil frente al espejo observando mi cuerpo desnudo y analizando mi rostro con unas terribles ojeras que se percibían desde una distancia lejana, sentí confusión al pensar que el sueño ¿era una especie de señal? Incorporándome en la bañera quedé pensativa un largo tiempo. Al salir de la ducha, vestí sin cuidado, tome uno de mis Jeans rotos y una camisa de los Guns n’ roses, solté mi cabello, calzándome unas botas de cuero negro que mi papá me había obsequiado sin que Mamá se diera por enterada. Jamás había sido muy glamorosa, razón por la cual mi mamá siempre me reprendía.

Escuche un carro llegar y me asome por la ventana al instante, cuando de pronto mamá y papá salieron de la casa. ¿Visitas? no había escuchado decir nada relacionado con eso. Del auto salieron 3 hombres, bueno más bien eran como gigantes, me recordaron a la presencia casi sobre humana de Ian el día anterior, vestían todos de negro y cuero, lucían algo así como guerreros nórdicos, con espaldas anchas brazos colosales y manos muy grandes, como su altura casi metro noventa. Al instante escuche las risotadas, Jossete y Emilie cruzaban el umbral de la puerta de mi habitación, su ruido fue tal que aquellos hombres fijaron la mirada en nosotras, uno de ellos clavo su mirada en mí, mamá se acercó y le extendió un abrazo, interrumpiendo nuestra repentina conexión.

-Disculpe señorita, dice su madre que hagan el favor de reunirse en el salón- una de las mucamas entro a mi habitación, accedí a la petición y ella se retiró.

-¿viste que guapos están?-Uno de ellos te echo el ojo Jossete- dijo Emilie en tono burlesco y no pude evitar reírme también.

-¡Deja de decir tonterías! Muy seguramente esos hombres representan algún tipo de negocio muy importante, bajemos antes de que alguien más suba por nosotras- ¿una especie de negocio, vistiendo como versiones de vikingos actualizados?

Cuando íbamos a salir de mi habitación, me percaté de que en mi cama reposaba un sobre blanco, acto seguido un olor Musk inundo la habitación.

- Adelántense ya las alcanzo.

- Está bien, no te demores no quiero que tu madre…

- No se preocupen, bajaré en unos minutos, recordé que tengo que hacer algo que me ordeno mamá- Interrumpí a Jossete

Cuando las vi bajar las escaleras agarre el sobre y lo abrí.

Querida Elizabeth:

Me disculpo de ante mano si cause problemas entre su mamá y usted era lo que menos deseaba, no he podido conciliar el sueño y debo confesar penosamente que usted es la única culpable, su voz y su rostro invaden mis pensamientos causando estragos en cada parte de mí. Le ruego acepte sin recelo la petición de poder verla esta noche, búsqueme en el parque monceau a las 9:00 pm.

Suyo

Ian Rowling.

No sabía cómo había llegado aquella carta ahí. Me quede en silencio un momento y me senté en mi cama ¿había sido Ian a quien había sentido anoche? pero si así fuera ¿Cómo entro a mi habitación? ¿Debía ir? ¿Qué era este sentir que llegaba de pronto? Era un hombre que apenas conocía, estaba completamente loca si creía que me gustaba… Dios mío, ¿A quién estaba engañando? Realmente me atraía ese olor musk que se hacía más intenso, me recosté en la cama sintiendo una terrible confusión, ¿mío?

Escuche que alguien venía por las escaleras, oculte la carta rápidamente, era mamá.

- Elizabeth, ¿Qué es lo que tanto haces? baja en este instante, por favor.- la mire fijamente y me limite a contestar.

-Si señora.

- Quiero que estés muy bien presentable, abajo está el Señor Dawson y sus dos hermanos, son hijos de un muy buen amigo de tu padre. Se quedaran, un tiempo, así que…

- ¿Un tiempo?- interrumpí- ¿Cuánto tiempo?

-El tiempo que sea necesario- dijo severa - bajemos ya, están esperando- Bajamos las escaleras hasta el salón principal, donde se encontraban aquellos extraños, en la compañía de papá, Jossete y Emilie.

-Miren quien por fin se dignó a bajar, ¡Elizabeth!- Exclamo mi padre. Dominique D’aramitz, le tenía un enorme afecto, siempre se había enfocado en ser el mejor papá, estaba atento a mi todo el tiempo o por lo menos el tiempo que su trabajo le permitía, al cumplir los 13 años el empezó a viajar mucho por cuestiones de trabajo y ya casi no estaba en casa, razón por la cual nuestra relación se tornaba más lejana con el tiempo, pero eso no se interponía entre el gran cariño que le tenía era mi héroe como todo papá para su hija.

- Solo se estaba poniendo bella.- rio mi madre, me quede observándola atentamente, evaluando su comportamiento con el del día anterior.

-Es algo imposible, Elizabeth es una mujer hermosa - Exclamó el hombre que había fijado la vista en mi cuando me asome a mi ventana, en aquel momento no había podido verlo bien, pero ahora de cerca podía distinguir lo apuesto que era, su altura un metro con noventa su cabello era lacio y negro como la noche, sus ojos verdes como una pradera en primavera, sus hombros eran anchos y lucían fuertes como un muro, era demasiado extraño como habiendo sido la primera vez que nos veíamos me hablara como si me conociera de siempre.

- Muchas gracias, señor- contesté algo confusa.

- Por favor, llámeme Gregory- dijo dirigiéndome una sonrisa.

-No acostumbro a tener confianza tan rápidamente.

- Pero está ves puedes hacer una excepción ¿No es así hija?- el comportamiento de mi madre hacia que me sintiera incómoda.

- No- conteste molesta, la actitud de mi madre era como una montaña rusa, ayer quería colgarme viva y hoy era tan pasiva como si nada hubiese ocurrido, ¿Quién era ese hombre?- no veo porque debo hacer una excepción– dije rígida.

- ¡Elizabeth!- esta vez fue mi padre quien hablo- mi hija aún es una niña, no sabe nada sobre respeto- sentí mi cara enrojecer de la ira.

- Mi padre tiene razón, aún soy una niña. Le ruego pues me disculpe señor Dawson, por no compartir las mismas costumbres que usted, ya que por lo visto eso se considera como una falta de madurez y respeto.

- ¡Elizabeth! Es suficiente- Gregory no dejaba de verme, y en su rostro se dibujaba una sonrisa casi burlona. Mi madre quien se encontraba al lado mío me clavaba su mirada.

- Esta bien señorita, acepto sus disculpas, solo si promete no hacerlo de nuevo.- dijo sarcástico.

- Gregory, Carlos, Federico, esta noche daremos una cena en su honor - Mi madre fue quien hablo esta vez.

¿Esta noche? Aún no había decidido si ir al encuentro de Ian o no, pero mis padres como siempre complicaban más la situación. Gregory fijo su mirada en la mía, frunciendo el ceño en tono de reproche, como si hubiera leído mis pensamientos.

-Cuente con nosotros, ahí estaremos- Dijo Gregory, refiriéndose a sus hermanos.

-Estaremos encantados ¿no es así Elizabeth?- dijo mi madre pero no respondí nada, seguía mirando a aquel personaje extraño que había irrumpido en mi hogar. - Elsa los llevará a sus habitaciones- dijo.

-Bien, hasta el anochecer- acto seguido, los tres hombres desaparecieron.

- ¡Ya quiero que sea de noche!- dijo Emilie.

Yo permanecí en silencio y me dirigí a mí habitación ignorando el comentario de Emilie quien se había quedado con Jossete y mi madre discutiendo de los tres hombres que se quedarían en la mansión, invadiendo mí espació.

Estaba muy molesta con mi padre por el comentario ¿Una niña? Y si era una niña inmadura, ¿De quién era la culpa? De cualquier manera ¿Quién se creía ese tal Gregory para hablarme de esa manera? No era más que un ser extremadamente arrogante, solo era un hombre más que buscaba la admiración de los demás ¡Qué insoportable! De pronto la presencia de mi mamá en el cuarto interrumpió mis pensamientos.

-¡Vaya belleza!- exclamo mi madre

-¿Qué cosa?- Pregunté

- Gregory te ha enviado este obsequio- ¿Un obsequio de ese hombre? Me acerque confusa, viendo que mi madre tenía en sus manos una cajita. Me la entrego y la abrí descubriendo lo que guardaba su contenido, una cadena de oro, con una cruz de plata.

-oh- exclame sorprendida- ¡Que religioso!

- Ay por Dios Elizabeth, es un regalo hermoso.

-Lo es. - le respondí sarcástica.

- Qué manera tan irrespetuosa de recibir a nuestros invitados de honor- reconocí la voz de mi padre.

-¿Nuestros invitados? – Pregunte indignada- Me parece que son solo tuyos papá, a mí nadie me aviso que 3 desconocidos se hospedarían en nuestra casa como si esto fuera un hotel, de todas maneras ¿Quiénes son esos sujetos extraños? No creo que sea por negocios papá, menos vistiendo de esa manera. ¿Qué quieren lograr con esto?

-No te pido que seas amable con el señor Dawson, te lo ordeno, si no quieres tener castigos innecesarios- dijo ignorando todas mis preguntas y eso solo me enojo más.

-¿Castigos? ¿Cómo cuales papá? ¿Vas a reducir más mi patética libertad? Ya sé, ahora ya no poder salir de mi cuarto ¿y la próxima vez? ¿Qué será? ¿Estaré encerrada en el baño? O ¿me construirán un bunker? - mi padre se quedó mirándome, en sus ojos había un montón de palabras que quería decirme, como si estuvieran cansados de ocultar tanto, pero sin decir una palabra abandono la habitación.- Mamá, si no te importa quiero estar sola.

- Elizabeth, has esto por tu padre, solo tomate el tiempo de conocer a Gregory es un hombre encantador, el solo ha venido ayudarnos, créeme cuando te digo que solo quiere ayudarnos- No respondí nada, solo vi mamá a los ojos, tratando de comprender porque se comportaban de esa manera.- Esperó que esta noche estés muy bien arreglada no quiero verte con pantalones rotos- ahí había vuelto sin duda la verdadera Gwendoline.

-Como gustes mamá- dije finalmente, Ella salió de la habitación, me recosté en mi cama y eleve el volumen de la música rogando que así me sintiera mejor, ¿Qué iba hacer? ¿Iría con Ian? ¿Desobedecería a mis padres?

Tome una larga y provechosa siesta. Cuando desperté, tenía la merienda al lado de mi cama, ¿Tan rápido había transcurrido el tiempo? Después de disfrutar la sabrosa comida, me percaté de que mamá había alistado un atuendo para la cena de esa noche, un vestido de satín color dorado y unos tacones stilettos color perla. Me quede admirando el atuendo. ¿Yo? ¿En ropas como esas?, debía ser una cena realmente importante para mis padres. Mire la hora 6:00 pm, empecé a vestirme cuando por fin termine me quede viendo largo rato en el espejo, no me consideraba la mujer más hermosa pero me agradaba mi cuerpo mis largas piernas hacían un perfecto encaje con mis caderas grandes y mi pequeña cintura. Alguien golpeo puerta y abrí, una mujer muy alta y delgada reposaba al otro lado con una sonrisa.

- Tu madre me envió para peinarte y maquillarte- dijo sonriente.

-Adelante- me senté frente a mi tocador.

-No quiero que te veas, hasta cuando estés lista. Accedí sin recelo. Tenía unas manos muy suaves, me puse mis audífonos y deje que ella hiciera su trabajo con mi cabello y mi rostro. A la habitación entraron Jossete y Emilie, Jossete tenía un vestido azul color rey, había dejado su cabello suelto y se lo había rizado, su pintalabios era de color uva y sus ojos estaban maquillados de manera perfecta. Emilie en cambio tenía un vestido color verde menta que llegaba hasta sus pies con una abertura en la pierna derecha que descubría sus hermosas piernas, su cabello estaba completamente recogido de una forma bastante estética, ambas se veían muy bellas.

-Termine- dijo la mujer, mire el reloj 7:30 pm, tuve miedo de voltear a verme, el maquillaje y yo no nos llevábamos muy bien. Cuando me vi por fin al espejo, me sorprendí de mi misma.

-Te ves hermosa Elizabeth- dijo Jossete alegre.

-Gregory morirá por ti- la siguió Emilie sarcástica.

- Que graciosa Emilie- respondí. Mi cabello había sido recogido de lado elevando la parte superior de mis cabellos con un tocado que me daba un aire atrevidamente sensual, el resto de mi cabello caía hasta mi cintura, con unos hermosos crespos. Tenía un pintalabios color rojo cereza y mis ojos estaban perfectamente delineados.

- Buen trabajo Eva puedes marcharte, te haré llegar el cheque a tu casa- Mi madre había entrado por el umbral de mi habitación, la mujer recogiendo sus cosas y haciendo reverencia se marchó- Te ves hermosa Elizabeth, pero te falta algo- de la mesa cogió la caja que contenía la cadena que Gregory me había regalado y atándolo a mi desnudo cuello se sintió felizmente realizada, salió de mi habitación no sin antes decir.

-Las espero en 5 minutos abajo.

-¿Por qué no intentas al menos a sonreír?- dijo Jossete pasándome el abrigo

-Va estar bien bajemos- dije poniéndome el abrigo

Bajando por las escaleras sentía mi corazón palpitar, ¿estaba nerviosa? ¿Y quién sensato no lo estaría? Llegando al comedor me percaté de que Gregory ya se encontraba allí. Su mirada me intimido a tal punto de resbalar en mi propio eje sintiéndome la mujer más estúpida.

-¡Elizabeth!- Exclamo Jossete- ¿Estás bien?

- Estoy bien, no hay cuidado- Gregory llego al instante y me ayudo a incorporarme.

- Soy algo torpe con los tacones- dije soltando una carcajada.

- Se ve hermosa Elizabeth.

- Muchas gracias.

-No me lo agradezca.

- No se lo agradeceré entonces- Respondí incorporándome,

- Vaya dama tan singular.

- Solo hago caso a lo que ordenan, no quiero causar discusiones- Respondí con aire sarcástico, percibiendo en Gregory una sonrisa burlona, de la cual me deje invadir.

- Elizabeth, te ves hermosa.- Reconocí a papá al instante, venía acompañado de mamá.

- Tiene unas hijas bastante hermosas- Dijo uno de los hermanos de Gregory.

-No somos sus hijas- dijo Emilie al instante.

- Es como si lo fueran querida- Mi madre se dirigió a Jossete con un tono maternal- gracias joven Federico- Jossete y Emilie sonrieron, agradecí ese gesto por parte de mi madre, ellas realmente eran mi familia. Todos nos sentamos a la mesa esperando la cena. ¡Tenía que escabullirme como fuera! La mirada de Gregory no dejaba de intimidarme como si supiera a la perfección cuales eran mis pensamientos.

- ¿Cuánto tiempo se quedaran?- pregunto Emilie a los caballeros.

- Nos acompañaran un tiempo pequeña, por mi petición- respondió mi madre.

-Viajaré por un tiempo y no quiero que se queden sin una compañía que les pueda brindar la protección adecuada- contesto mi padre sin quitarme la mirada de encima. ¿Contrato una especie de vikingos actualizados como guardaespaldas?

- Pensé que contábamos con uno de los mejores servicios de protección en todo parís.- respondí.

- Hay mucha clase de peligros en la calle que no conoces hija- contesto mi padre.

- Dudo que la compañía de tres hombres pueda cambiar en algo la situación de a lo que tú llamas “PELIGRO”, Considero que con los guardaespaldas que tenemos nos basta.

-Sin embargo, hay señoritas que prefieren salir solas a la calle sin protección alguna ignorando el peligro que acecha a la calle- esta vez fue Gregory el que hablo, sentí mi cara enrojecer, ¿mamá le había contado?

- Quizá esa clase de señoritas no necesiten de los cuidados que tanto aprecian como necesarios- respondí.

- Elizabeth por favor, no empieces- interrumpió mi madre.

Al instante trajeron la cena con platos exquisitos que disfrutamos, los caballeros hablaban de asuntos de negocios a los que apenas prestaba atención, pensando en Ian, Gregory no apartaba sus ojos de mí aun cuando hablaba con mi padre con fluidez impecable, la cena transcurrió lenta y yo empezaba a impacientarme.

- Parece que Elizabeth por fin se ha quedado callada, ¿Cuándo había ocurrido algo así?- Dijo mi madre en tono burlón.

- Puede que este enferma, ¿Te sientes bien Eli?- preguntó Jossete.

-No, realmente tengo algo de migraña-mentí. Reconociendo mi oportunidad para escapar, viendo que el reloj marcaba las 8:30 pm.

-Si te sientes muy mal puedes retirarte a descansar hija, lo que menos queremos es que te sientas enferma- dijo mi madre con ternura.

-Gracias mamá. Me retiro, perdónenme- Sin decir nada más me levante de mi lugar y percate que la mirada de Gregory me siguió hasta que abandone el comedor.

Salí de prisa hacia la puerta de salida evadiendo la seguridad, apenándome por no poder cambiarme de atuendo y de zapatos.

- ¿A dónde va con tanta prisa?- Una voz familiar me alcanzo, Gregory me había seguido, él sabía desde el principio que yo estaba mintiendo.

-Eso no-tartamudee- es de su incumbencia- Respondí.

-Pero quizá de su padre si- dijo agarrándome del brazo y poniéndome frente a él.

- Suélteme- sus ojos se encontraron con los míos.

-¿Está segura de querer eso? por un momento dude del hecho de querer abandonarlo.

-puedo cuidarme sola aunque usted no lo crea- dije reaccionando.

- Como usted diga - dijo poniéndose más cerca de mí, sintiendo su respiración en mi rostro y contemplando sus ojos verde oliva brillantes e intensos.

- Adiós- le dije sin más. Y continúe corriendo, sin embargo su aroma había quedado en mí.

Conseguir taxi fue un trabajo sencillo. Llegue al parque a las 9:05. Cinco minutos tarde. Rogué para que el ya estuviera esperándome, sin embargo al llegar cerca al lago no lo vi, me senté en una silla mirando al cielo con la esperanza de que el llegará pronto. Paso el tiempo y él no aparecía, meditaba en silencio comprendiendo que había cometido la mayor estupidez.

Nunca llego, eran las 10:40 Pm me habían dejado plantada, quería regresar a mi casa, sabía de ante mano que mis padres me matarían, sin embargo solo quería abrazar a mi madre y llorar toda la noche por ser tan ingenua.

Camine sin rumbo y creí perderme llegando a una calle que no conocía, hacía mucho frío y temblaba llegando al punto de desesperarme al no saber dónde me encontraba, llorando como una niña pequeña que solo quería encontrar su hogar. De repente en la oscuridad de la noche surgió una risa, Una risa que causaba temor, por un momento creí adentrarme en algún tipo de Film en donde la protagonista iba por el bosque y de repente la risa de una bruja se escucha entre el crepitar de los árboles. Empecé a caminar rápido rogando que solo fuera mi imaginación jugándome una broma, pero entre más caminaba sentía más cerca aquella risa, comprendiendo que no podría tratarse ni de chiste de un juego de mi imaginación, corrí en medio de sollozos tratando de buscar a alguien que me ayudara, finalmente me detuve sintiéndome desfallecer, llenándome de valor me atreví a mirar hacia atrás no había nada y como por arte de magia la risa había desaparecido, suspire tratando de tranquilizarme, voltee para seguir mi camino encontrándome con una anciana tapada con una túnica. - ¡Válgame Dios! que susto que me ha pegado señora.

- Oh muchachita perdóneme usted, es que tengo mucha hambre y no he comido nada ¿Podría ayudarme?- Me pregunto.

- Pobre mujer, al parecer nos encontramos en la misma situación, solas y perdidas- me apresure a sacar unas cuantas monedas que tenía, pero al querer entregárselas desapareció, me quede un momento allí tratando de entender qué había sucediendo. Siguiendo mi camino confuso y temeroso nuevamente apareció la risa pero esta vez voltee a ver rápidamente y allí estaba la anciana, quitándose la túnica pego un salto descubriendo su verdadera identidad una mujer de piel blanca y cabello rojizo con unos ojos negros que expresaban odio y soledad, intente correr pero alguien más me agarro por atrás elevándome y después tirándome con suma fuerza al suelo. Era otra mujer, sus largas uñas la delataban. Grite con todas mis fuerzas esperando que alguien me socorriera, pero nadie apareció.

- ¡Elizabeth hija De Diana! - dijo la mujer de cabello rojo acercándose a mí.

- Shannon- grito la otra mujer, blanca con ojos muy verdes y cabello negro- ¡No la puedes tocar! Abaddón te mataría.

Me puse de pie sintiendo que me quemaba hasta el último nervio tratando de correr para salvarme, pero fue en vano, volvieron agarrarme y me tiraron nuevamente sintiendo como mi pierna se desgarraba sangrando desaforadamente, ¿iba a morir?

Shannon se abalanzo sobre mí y abrió su boca, su cara se deformo y sus ojos se tornaron rojos, de su boca salieron dos largos colmillos, No podía creer lo que estaba viendo, yendo hacia mi cuello pego un chillido de dolor.

- Am să te omor. - exclamo

Apenas reconocía sus siluetas. Mi cabeza daba vueltas y yo sujetaba con fuerza la herida de mi pierna para parar la sangre, mi cuerpo no respondía. Pensé en mi madre y en mi padre rogando al cielo que pudiera verlos de nuevo.

Otra persona llego al momento, un hombre, cogiendo a las dos mujeres las tiro a un lado.

- Singurul care va muri va fi tu. – de aquel hombre surgió una voz completamente ronca y espeluznante.

- al naibii hibrid. mă să te … Volveremos hija de Diana, ya en ninguna parte estarás segura.

Acto seguido las mujeres desaparecieron, fui recogida por aquella bestia que había salvado mi vida.

- No me mates, te lo suplico.- dije con mi último aliento.

- Ahora estas a salvo.- fue lo último que escuche antes de caer inconsciente**.

Más populares

Comments

Nobe Marini

Nobe Marini

me está gustando. mucho mucho...

2021-10-07

0

Carina Zavala

Carina Zavala

Muy interesante.

2021-10-03

0

rossy G

rossy G

me está gustando ,pero es como de fantasía con realidad ???

2021-08-03

0

Total
Capítulos
1 PRIMERA PARTE "El comienzo de la aventura"
2 "Amores peligrosos"
3 "Replica perfecta "
4 "INION AN DORCHAIS"
5 "Un minuto en la vida de Alice Kyteler"
6 "Reencuentro Abrumador"
7 "Angel o Demonio"
8 "Historia de Ian Roling y Gregory Dawson"
9 Señales
10 SEGUNDA PARTE Dover
11 ADELA
12 Hermanas Perdidas.
13 Aislamiento
14 Conocido Desconocido
15 Bristol
16 Confusión
17 Huyendo de la verdad
18 Cambiando de Rumbo
19 El Regreso de Alice Kyteler
20 Kilkenny
21 TERCERA PARTE Asesino desconocido.
22 Brujas de Sangre.
23 El mesías femenino.
24 Unica opción
25 Verdadera cara
26 EL LLAMADO
27 Te dejo ir.
28 Te espero.
29 La gala.
30 La iniciación.
31 CUARTA PARTE Eres tú o yo.
32 Conociendote.
33 ¿Quién eres?
34 Cara a cara.
35 Miedo
36 Retornando
37 Su historia.
38 Quitando tú máscara.
39 Real.
40 Recuerdos.
41 QUINTA PARTE Irlanda
42 Presentación.
43 Sentimientos
44 AVA
45 No más mentiras.
46 Nuevo rumbo
47 Maggie
48 Confianza.
49 Valor.
50 Escocia
51 SEXTA PARTE El Castillo Dunrobin.
52 Te pertenezco
53 Adiós.
54 Desnudos.
55 Salida
56 DEJAME
57 No todo es lo que parece.
58 Martina
59 Polizon
60 Sacrificio
61 SÉPTIMA PARTE Cofre
62 En tus manos
63 No soy quien crees
64 Leyla
65 Cobardía
66 Es tu fin.
67 Humanidad.
68 Un último adiós (regreso de la historia)
69 En tus ojos
70 GRIMORIO GRAN FINAL DEL PRIMER TOMO.
Capítulos

Updated 70 Episodes

1
PRIMERA PARTE "El comienzo de la aventura"
2
"Amores peligrosos"
3
"Replica perfecta "
4
"INION AN DORCHAIS"
5
"Un minuto en la vida de Alice Kyteler"
6
"Reencuentro Abrumador"
7
"Angel o Demonio"
8
"Historia de Ian Roling y Gregory Dawson"
9
Señales
10
SEGUNDA PARTE Dover
11
ADELA
12
Hermanas Perdidas.
13
Aislamiento
14
Conocido Desconocido
15
Bristol
16
Confusión
17
Huyendo de la verdad
18
Cambiando de Rumbo
19
El Regreso de Alice Kyteler
20
Kilkenny
21
TERCERA PARTE Asesino desconocido.
22
Brujas de Sangre.
23
El mesías femenino.
24
Unica opción
25
Verdadera cara
26
EL LLAMADO
27
Te dejo ir.
28
Te espero.
29
La gala.
30
La iniciación.
31
CUARTA PARTE Eres tú o yo.
32
Conociendote.
33
¿Quién eres?
34
Cara a cara.
35
Miedo
36
Retornando
37
Su historia.
38
Quitando tú máscara.
39
Real.
40
Recuerdos.
41
QUINTA PARTE Irlanda
42
Presentación.
43
Sentimientos
44
AVA
45
No más mentiras.
46
Nuevo rumbo
47
Maggie
48
Confianza.
49
Valor.
50
Escocia
51
SEXTA PARTE El Castillo Dunrobin.
52
Te pertenezco
53
Adiós.
54
Desnudos.
55
Salida
56
DEJAME
57
No todo es lo que parece.
58
Martina
59
Polizon
60
Sacrificio
61
SÉPTIMA PARTE Cofre
62
En tus manos
63
No soy quien crees
64
Leyla
65
Cobardía
66
Es tu fin.
67
Humanidad.
68
Un último adiós (regreso de la historia)
69
En tus ojos
70
GRIMORIO GRAN FINAL DEL PRIMER TOMO.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play