MATRIMONIO POR ELECCIÓN "EL INICIO"
****palabras del autor***
Hola mis hermosas lectoras, gracias por su apoyo y todos sus lindos comentarios.
pero quiero aclarar algo de esta novela es el inicio de una saga que por el momento llevamos 3 partes
-Matrimonio por elección el Inicio
-"Matrimonio por elección" que sería la continuación de esta
-"Matrimonio por elección la decendencia YANKELIVICH GREEM" sería la última.
Espero que les guste y no desilucionarlas, mil gracias.
CAPITULO 1
1985 en Kettlewell un pueblo en Upper Wharfedale, North Yorkshire, Inglaterra; era un pueblo hermoso, pequeño, que estaba algunos kilómetros de la ciudad, rodeado de hermosa naturaleza, estaba rodeado de cerros, sus casas eran hermosas, el río y el arroyo se unían por hermosos puentes que estaban en el pueblo.
A las afueras del pueblo a unos metros de la última casa estaba una pequeña choza, tenía una cocina y comedor o si a una pequeña mesa con dos cillas se le puede llamar comedor, en el otro cuarto, era pequeño, había una cama donde apenas cabían dos personas, un pequeño mueble donde guardaban la ropa y por último había un pequeño cuarto donde estaba un pequeño baño, una regadera de chorro, una tasa de baño pequeña.
Era realmente una muy pequeña casa para los tiempos y sobre todo para el pueblo, donde la mayoría de la gente vivía con comodidades muchos mejores que lo que esa casa podía ofrecer.
Gadiel YANKELEVICH vivía en esa casa con su esposa Perla de YANKELEVICH, él se dedicaba a sembrar verduras en una pequeña tierra que estaba a un lado de su casa, era menos de una hectárea, pero era un hombre trabajador, con su gran esfuerzo era el que siempre tenía las mejores verduras del lugar.
Él sembraba papas, zanahorias, repollo, jitomate, pepino, brócoli, coliflor, entre otras verduras, algo que la gente del pueblo, los restaurantes y hoteles del pueblo, buscaban cada día.
Él con su gran trabajo podía darle una vida digna a su esposa, aunque no tenía riquezas, ni como darle ciertos gustos, siempre estaba para su esposa, siempre sostenía su mano y cada día se levantaba con una gran sonrisa feliz de poder tenerla, cada día él la hacía reír, la hacía feliz algo que ella agradecía.
Perla muchas veces quiso ponerse a trabajar en algún sitio del pueblo, que sería limpiando alguna casa, en el restaurante u hotel; Pero Gadiel era algo machista en esa parte, nunca permitiría que su esposa trabajara, porque él era quien tenía que ser el proveedor y si no podía cumplirle, entonces era como no poder cumplir con sus obligaciones.
Perla nunca quiso hacerlo sentir mal, por eso acepto ser solo una mujer de su casa y a pesar de sus limitantes, alimento nunca le falto, siempre podía comer lo que ella quería, tenía ropa respetable, zapatos nuevos y sobre todo era feliz, ese hombre dedicaba su vida hacerla feliz.
Gadiel tenía ya 37 años y Perla tenía 35, tenían ya 15 años de casados, ella no había podido quedar embarazada, algo que le dolía mucho, iba al médico, que le decía que todo estaba bien, que no debería haber problemas para quedar embarazada.
Pero al no tener soluciones con el médico, decide ir con una yerbera, que vivía en una parte del bosque que estaba cerca del pueblo, era una mujer que muchos consideraban bruja y pocas personas preferían no acercarse a ella, a ella solo se le acercaba la gente desesperada.
Perla a escondidas de Gadiel fue a verla en compañía de una amiga, el camino era hermoso, lleno de naturaleza, flores, hermosos pájaros del lugar, hasta que llegaron a la pequeña casa afuera estaban unos niños jugando, una mujer sentada en una mecedora tejiendo y cuidándolos, ella baja del carro que era de su amiga, se acercó a la mujer, por un momento se hizo un silencio, ella no se animaba hablar a pedirle ayuda.
Pero en ese momento escucho a la señora que le decía.- señora, las personas se presentan ante un desconocido y usted solo me mira, me está incomodando, dígame ¿Qué busca aquí?
Perla se puso nerviosa y apenas si pudo aclarar su garganta y decirle. – me llamo Perla, señora, puede ayudarme, quiero un hijo, tengo 15 años de casa, nunca me he cuidado y a pesar de haber ido al médico sigo sin poder embarazarme.
La mujer dejó de cocer y volteo a verla, en ese momento se levanta, le indica que la siga, las dos entraron a la casa, la mujer le indico que la siguiera hasta una de las recámaras, al estar dentro le indica que se recueste en la cama.
Perla insegura hace lo que le dijo, se recuesta y en ese momento se sorprende cuando la mujer toca su vientre.
Se hizo un silencio incómodo y después de unos minutos la escucha decir. -señora Perla, puedo sentir que no tienes ningún problema, te are unas cuantas preguntas y serán muy íntimas, será mejor que me las contestes con la verdad.
Perla empezó a contestar cada una de sus preguntas y después de un largo rato la mujer le dice. - Señora Perla, su problema es la falta de intimidad y por lo que me dijo ustedes dos siempre lo hacen después de su menstruación, le puedo asegurar que usted y su esposo tienen la relación en sus días menos fértiles, yo le sugiero, que tenga más intimidad con su esposo, esa es su solución; Perla, los dos aún son jóvenes, solo háganlo, disfruten de ese placer, son esposos, si él no da el primer paso, entonces hazlo tú, no tengas vergüenza es tu esposo, disfrútalo sin límites y yo sé muy bien quien es tu esposo, es un hombre muy bien parecido, guapo, con un cuerpo muy bien formado, yo tuviera tu edad, a ese esposo, lo haría hacerme el amor todos los días.
Perla se sintió avergonzada con lo que le dijo, se levanta molesta por lo que le dijo y sin decir nada solo quiso irse de ahí alejarse de esa mujer, pero en ese momento que abría la puerta, la mujer toma su brazo y le dice. – Perla, no seas tonta y hazme caso, si realmente quieres ese bebé, empieza hacerlo más con tu esposo, porque de otra manera los años van a pasar rápidamente, tu cuerpo dejara de ser apto para tener hijos y te vas a arrepentir, te vas a sentir vacía, tu felicidad se va a terminar.
Perla bruscamente quito su brazo de su agarre y salió rápidamente de la casa, subió al carro y le pidió a su amiga que la sacara de ahí.
Él camino de regreso fue en silencio, su amiga al verla tan alterada no quiso preguntarle nada, solo la llevo a su casa y en ese momento que ellas llegaban Gadiel también llegaba en su camioneta vieja que apenas andaba.
Ella se despidió de su amiga y entro a su casa, se puso a hacer la comida, el resto del día estuvo tan molesta que hasta Gadiel lo noto; quiso preguntarle, pero apenas si hablaba o pronunciaba una palabra, cuando ella lo tomaba a mal, era la primera vez en sus 15 años de casados que él la miraba enojada y no sabía qué hacer, así que la dejo solo, prefirió irse a su pequeña huerta a seguir trabajando.
Gadiel llego a eso de las 7:30, su esposa estaba más relajada, aunque no decía nada, cenaron en silencio, algo que a él no le gustaba, trato de hacerle plática, pero ella parecía en las nubes, apenas si escuchaba lo que le decía o le contestaba algo; él prefirió dejarla en paz, pensando que cuando se sintiera mejor, ella le diría lo que le pasaba.
Después de la cena se metió a bañar, el agua era fresca y agradable, al terminar se secó con la toalla, se la puso en la cintura, después solo se fue a su recámara, se recostó en la cama, se sentía cansado; él tenía cerrado sus ojos, trataba de relajarse un poco, en ese momento escucha que la puerta se abre y lo que lo hizo incorporarse, voltear a ver lo que pasaba, fue cuando la puerta sé cerro con brusquedad, haciendo un gran ruido.
Gadiel mira a su esposa, ella se había parado frente a él, podía verla tan extraña, sus pómulos estaban rojos indicándole vergüenza, pero su rostro parecía molesto y eso lo hizo sentir extraño, hasta incómodo; se le queda mirando por un momento y en ese momento inseguro le dice. - Perla, por favor dime ¿Qué te pasa?, me estás poniendo muy nervioso y no me gusta nada.
Perla empezó a caminar de un lado a otro, no sabía cómo decirle a su esposo, que quería hacerlo diario con él, en esos tiempos hablar de relaciones aun entre las parejas, era un tema tabú y a pesar de la confianza que los dos se tenían, ese no era un tema agradable.
Pero ella quería un bebé y si tenía que hacerlo a diario con él, eso iba a hacer, porque su mayor deseo era tener un hijo que representara su gran amor, en ese momento desesperante ella le grita. – quiero hacerlo contigo diario, tengamos relaciones todos los días.
Gadiel se quedó sorprendido con lo que le pedía, pero más sorprendido estaba por la forma en que se lo dijo; ella no se lo dijo de forma seductora o romántica, sino que literalmente se lo grito, de una manera que más que placentera daba miedo, hizo ver el amor como algo que daba miedo.
Él se sintió algo incómodo, no esperaba que su dulce, amorosa, cariñosa, recatada y hermosa esposa le pidiera algo como eso, siempre pensó que era algo que ella no quería, por eso siempre se controlaba, para no enfadarla, para no hacerla hacer algo que tal vez ella no deseaba; él se crio con sus abuelos, por lo que los temas de relaciones no eran temas que se tocaran, no tenía estudios, era un ignorante en muchas cosas, con los pocos amigos que tenía, solo se hablaba de trabajo.
Su abuelo, le dijo que el acto era solamente para tener hijos, que las mujeres podrían sufrir un poco en ese proceso, pero su abuelo siempre se refirió al parto, algo que no supo explicarle bien, por eso él creía que ella sufría cada vez que tenían relaciones.
Pero aquí estaba escuchando lo más raro, ella le pedía hacerlo diario, no entendía eso, si se suponía que ella sufría en esos momentos, donde él la lastimaba, se puso tenso, sin saber qué decirle, sin saber como responderle, porque algo si tenía claro, no pensaba hacerle pasar por más dolor de lo que ya le causaba.
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Updated 162 Episodes
Comments
yaveth Marcial
/Smile//Sleep//Sleep/
2024-10-26
0
Olga Ortiz
pues si, a veces la ignorancia puede traer problemas sin saberlo, y antiguamente hablar de tener relaciones era como un pecado
2024-09-08
0
Yuliana Martínez
Aquí encontrándome con esta historia me parece interesante
2024-06-30
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