Todo el tiempo que estuve buscado un lugar para dormir, mi mente no dejaba de pensar en mi hermana, como era posible que quisiera seguir atada a un hombre que la maltrataba de esa manera, era realmente terrible, lo que hace el miedo, ciega a las personas y se estancan en esa vida destructiva, juntas estoy segura hubiéramos salido adelante, lástima que ya no tuve más tiempo, seguramente hubiera logrado convencerla de marcharnos.
No contaba con mucho dinero, mis ahorros eran pocos, el viaje a la ciudad había acabado con una gran parte de ellos, por suerte me recomendaron un lugar compartido que era mucho más económico, no quería irme, pero ya no quería que mi pobre hermana tuviera otro problema con su marido por mi culpa, llegue al lugar donde viviría, la verdad no era muy bonito pero era para lo que me alcanzaba, compartiría una habitación con tres personas y por lo que me platicaba el casero, eran dos chicos y dos chicas, que no tardarían en volver y me los presentarían, mi único objetivo era conseguir trabajo y salir de este lugar lo más pronto posible.
Al caer la noche, llegaron mis compañeros de habitación, eran también muy jóvenes y divertidos, mientras esperaba, acomodé mis cosas en una pequeña cajonera junto a mi cama, lo que si me recomendaron es que cuidara mis cosas de valor, porque no se hacían responsables y fue lo que hice, no soltar lo poco que tenía, a la mañana siguiente salí a buscar empleo, marque varios en el periódico y me dirigí a todos ellos, regrese hasta tarde sin haber tenido suerte, ni siquiera me daban la oportunidad de escucharme por ser menor de edad era algo decepcionante, con los pies adoloridos de tanto caminar y con mucha hambre, salí a buscar de comer, solo podía hacer una comida al día porque el dinero tenía que estirarlo para pagar el alquiler, como extrañaba los árboles de nísperos, que en momentos difíciles saciaban mi hambre, bueno aquí no existía nada de eso.
Así pasaron los días sin obtener resultados, comencé hacerme amiga de mis compañeros, más de dos chicos Toni y Lulú, amantes de la música y desempleados como yo, me decían que como quería que me dieran trabajo si estaba bien chavita, era para que estuviera en la escuela pasándola a todo dar, pero digamos que no todos tienen la fortuna de poder hacer cosas de ese estilo, en eso mi estómago trono de hambre, si pudiera hablar creo que estaba rezongando por la falta de alimento, que escucharon claramente, veo que tienes hambre no has comido, creo que me puse roja de la pena pero con un movimiento de cabeza dije que no, nosotros no tenemos nada que ofrecerte, por qué motivo no has comido, la verdad ya no pude soportar más y comencé a llorar, así que me desahogué con ellos, les dije que no tenía ya dinero que lo único que me quedaba era solamente para pagar unos cuantos días la habitación, si no conseguía un empleo pronto mi vida sería un desastre, mira nuestra situación no es mejor que la tuya, lo que sí podemos hacer es acompañarte a que consigas algo de comer, a la manera que nosotros lo hacemos.
Así lo hice, los seguí hasta el lugar donde ellos acudían entonces a escondidas llegamos a un restaurante y por la parte de atrás había unos contenedores de basura, no tenía la más mínima idea, de que estábamos haciendo en ese sitio, se acercaron levantaron la tapa y comenzaron a hurgar entre las bolsas que se encontraban dentro, la verdad es que se había bastantes sobras de comida, tomamos varias bolsas y salimos corriendo sin que nos vieran, nos fuimos a un lugar alejado y ahí empezamos a sacar el contenido sabía que era basura pero en ese momento mi hambre era tanta que la comida me supo a gloria.
Al menos ya sabía la manera de como conseguir mi alimento sé que era vergonzoso pero no tenía más remedio que hacerlo, el dinero se había acabado y cuando ya daba todo por perdido levanto la cara y por una de las tantas calles por donde me encontraba, veo un letrero donde decía que se solicitaba urgentemente una secretaria, esta era mi última oportunidad, si era necesario suplicar lo haría, dicen por ahí que cuando las cosas son para ti, se te darán y creo que en ese momento algo de allá arriba me ayudó, la chica que me entrevistó era una persona muy agradable se notaba que estaban rebasados de trabajo, sí se sorprendió un poco por mi edad y me dijo que al final de cuentas nadie tenía por que enterarse, que yo dijera que tenía dieciocho años, claro que no me puse nada de exigente, con el salario, la cantidad que me dieran para mí iba a ser suficiente, me apresure a entregar todos mis documentos, para que no me fueran a ganar esta gran oportunidad y por fin me dieron el trabajo que tanto necesitaba.
Comencé inmediatamente y esto me dio fuerzas para poder seguir adelante, pedí en la casa de huéspedes que me dieran la oportunidad de cobrar en la quincena y enseguida les pagaría y así lo hice, al estar yo más animada pude motivar también a mis otros compañeros y al igual que yo obtuvieron un empleo, las cosas comenzaron a mejorar para los tres, nos fuimos a vivir a un pequeño departamento, en mejores condiciones que en donde estábamos y así juntos comenzamos con una nueva etapa en nuestras vidas, claro que a un principio todo fue difícil yo era una chica ignorante de provincia, me faltaba mucho por aprender, pero se dieron cuenta de que mis ganas de mejorar eran muchas y me tuvieron paciencia.
Pasaron varios meses en mi trabajo, cada día era mejor, los dueños eran personas muy amables con sus empleados, aprendí cosas nuevas, hasta que llego ese día maravilloso donde lo conocí a él.
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