Sandra

Cuando mi hermana abrió la puerta, no pude evitarlo, corrí abrazarla, en eso escuché que se quejó de dolor, perdón te abracé muy fuerte, te lastime te encuentras bien, -- si estoy bien, pero Abigaíl que haces aquí,-- observaba hacia afuera como vigilando que no viniera nadie, esperas alguien, --no ven entra-- paso y le digo, si hola hermana que gusto verte, ya creciste, que acaso no te da gusto verme, --claro que me da gusto verte, solo que me sorprendiste, que haces aquí como llegaste,-- bueno ya termine mi carrera técnica y vengo a buscar trabajo, iba a decir algo pero no la deje, mire alrededor era un lugar pequeño pero estaba todo bien ordenado y mis sobrinos donde están quiero conocerlos, en eso ella los llama, Eric, Sofía es su tía, vengan a saludarla y a conocerla, en eso se abre una de las puertas de las dos habitaciones que tenía, se asoman dos pequeños niños, ella va por ellos y los acerca, mira Erick tiene cinco y Sofí solo tiene dos añitos, me agacho los abrazo y les doy un beso, hola soy su tía Abigaíl, es un gusto por fin conocerlos, me levanto y volteó a ver a mi hermana, estaba preocupada por ti, por que dejaste de escribirme, --ya sabes tengo muchas cosas que hacer por los niños, pero dime que planes tienes, que piensas hacer,-- bueno, mi idea era quedarme un tiempo aquí, en lo que consigo un empleo y ayudarte con los niños, claro si tu marido lo aprueba, la verdad es que no tengo mucho dinero como para pagar hospedaje o renta, pero estando aquí contigo, podría lograrlo, además tenemos muchas cosas que platicar de lo que hemos hecho todos estos años no crees.

--Abigaíl, sabes que me da mucho gusto verte y nada me encantaría más que poder ayudarte y me vendría de maravilla tu compañía, pero mi esposo es alguien muy especial y no sé si estará de acuerdo en que te quedes-- puedes preguntarle cuando venga, por favor no tengo a donde ir, tú eres lo único que me queda, ya sabes todo lo que me ha ocurrido, la tomo de las manos y la miro con mi cara de súplica, --bueno déjame intentarlo, pero si él dice que no, tendrás que marcharte, acepto y nos abrazamos fuertemente, nos sentamos a comer y nos pusimos a platicar, --me da mucha alegría verte, no sabes como te he extrañado y aunque no lo creas, cuando mis hermanos te corrieron, me preocupe mucho por ti, quería verte ir por ti, pero con los niños tan pequeños me fue muy difícil moverme, espero y puedas perdonarme,-- no tengo nada que perdonarte comprendo, me siento muy feliz ahora de estar aquí contigo.

Abigaíl, escucha con atención, ya no tarda en llegar mi esposo y necesito que te encierres con llave en la habitación con los niños, voy a hablar con él de ti y no importa lo que escuches y oigas no salgas de la habitación de acuerdo,-- porque que pasa, está todo bien entre ustedes, --por favor no preguntes y haz lo que te pido,-- no me quedo más remedio que obedecer, una hora después llego su esposo corrí a encerrarme como me lo pidió, pero lo peor llego después, escuche como le gritaba y discutía con ella, los niños estaban aterrados y el pequeño Erick solo preguntaba si su mamá estaba bien, se notaba que esto ocurría frecuentemente, estaba asustada, no quería meter a mi hermana en un problema, nunca me imagine que las cosas estuvieran tan complicadas, dime Erick, papi le pega a tu mami, --si tía-- después de varias horas dejamos de oír los gritos y los golpes en la mesa los niños se quedaron dormidos y muy entrada la noche escucho que quieren abrir la puerta, pero por suerte era mi hermana, corro abrir, estás bien es lo primero que pregunto, solo veo que tiene los ojos hinchados de tanto llorar, --ahora si, lo importante es que logre convencerlo de que te quedes un tiempo, en lo que encuentras empleo,-- Sandra yo no quería que tuvieras problemas no será mejor que me vaya, --no digas tonterías me costó mucho convencerlo,-- está bien necesito que después hablemos de esto.

Paso como un mes desde mi llegada, había días buenos y malos para mi hermana, yo corría a

a la habitación cada que él llegaba, trataba de ser invisible, no había podido encontrar empleo no era tan fácil, en el tiempo que llevo aquí, me he dado cuenta de muchas cosas, realmente yo era una niña ingenua de rancho, pobre de mi hermana vive un verdadero infierno con un monstruo, la toma donde sea a la hora que desea, sin consideración sin importarle que este yo y los niños, yo me limito a correr y encerrarme y me pide que no intervenga, pero un día fue la gota que derramo el vaso, mi cuñado llegó muy ebrio golpeó a mi hermana escuche un fuerte golpe y cuando vi la estaba ahorcando, si no es porque lo aventé con todas mis fuerzas, hubiera matado a mi hermana, claro que después nos golpeó a las dos, pero lo malo es que me corrió de su casa, ella no pudo hacer nada por mí pero no me arrepiento de nada, le supliqué que nos marcháramos juntas, que lo dejara pero en parte tenía razón, tenía dos niños y venía otro en camino, no teníamos nada pero estoy segura de que juntas hubiéramos salido adelante, pero ella le tenía mucho miedo a su esposo, vivía amenazada, maltratada y ultrajada, ella era la única que podía, ponerle fin a su sufrimiento.

Así que hice mi maleta y nuevamente salí a la calle a buscar donde podía quedarme, con el poco dinero que tenía, no sabía que iba a hacer, lo único que tenía en mente era encontrar un trabajo pronto, camine por horas buscando la casa de huéspedes más barata

que existiría y preguntando aquí y allá por fin logré encontrar un lugar.

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