"¡El soldado Canavis!"
"¡Eso es increíble!
"¿Desde cuándo princesa?"
Los ancianos quedaron sin palabras ante la confesión del rey
"Hace un tiempo, y no puedo evitar no verlo desde lejos, también me favorece ser una soldado del mismo grupo"
Respondió la princesa con un tono vergonzoso, Zenny la tomó de la mano y sonriendo la estiró hacia la salida
"Ya no la acorralen es su decisión amarlo, nadie manda en el corazón"
"¿¡Pero su madre no estará de acuerdo!?, dijo el sexto anciano
"Lo que ella quiera es lo mínimo, yo soy el rey y ella es mi prioridad, no dejaré que esa mujer destruya la felicidad de mi única hermana por su ambición"
Lexier camina hacia la salida acompañando a Zenny y a Luniel con sus guardias.
Más tarde a la noche
Al caer la noche Zenny sale del baño de la habitación del rey, con una vestimenta negra y con sus largos cabellos mojados camina hacia la ventana, se sienta en la silla de madera blanca y empezó a peinar us cabellos, luego notó que la noche era clara, admirado quedó a ver desde la ventana el cielo azul estrellado, la brisa fresca y calma de aquella noche trajo paz y tranquilidad al corazón de Zenny. Así dando un suspiro él continuo a contemplar la hermosa noche, la primera de muchas noches que Zenny pasará en el castillo de Castelli.
Samari se acercó a la habitación y justo cuando se asomi más a la puerta pudo ver que Zenny estaba sentado con los cabellos aún mojados al lado de la ventana, muy emocionada se retira y se dirige a la dirección opuesta. Todos sus pasos desde la puerta de la habitación del rey hasta el pasillo de la ococina del rey fueron rápidos, pero silenciosos; una vez que vio al soldado Samari se entusiasmó y se acercó mas rápido a la ofunciona con una bandeja azul, una tetera y dos tazas azules de porcelana que formaban un conjunto de la misma. Samari dijo en voz alta al soldado que resguardaba las puertas de la oficina del rey Lexier:
"¡Soomark, abra las puertas, por favor!", dice Samari
"¡Entendido!", dijo Soomark al voltearse hacia las puertas marrones
Al abrir las puertas Soomark dio un suspiro, con dos golpes en la puerta dijo al rey quién leía un documento
"¡Su excelencia!"
"Dime Mark", dijo el rey al mirar al soldado
"Es Samari, ella viene muy entusiasmada", dijo Soomark con una sonrisa
"¡Samari!", exclamó confuso el rey
"Trae una bandeja con el té, vino de su hábitación, señor", explicó Soomark
"Bien, gracias por avisar Mark", agradeció el rey y bajo su hoja sobre las otras hojas que estaban sobre la mesa marrón
Samari entró de prisa, bajo la bandeja que traía en manos en la mesa dorada del lado izquierdo de la puerta y se acercó al rey, con una sonrisa alzó los brazos, unió las palmas de sus manos y exclamó al rey:
"¡Mi señor!, ve junto a su reina, ella contempla la noche con sus cabellos aún mojados"
El rey confuso pregunta a su doncella
"¿Qué puedo hacer yo allí?"
Samari bajo su mano derecha, la apoyó sobre la mesa y tocó su cabeza con su mano izquierda dando una expresión de desánimo
"¡Oh, mi rey!, quan despistado eres, llevale el té y secale los cabellos, dialoga con su prometida que mañana ya serán marido y mujer"
"¡Eh!, pero debo revisar estos documentos y también de o de firmar algunos que mañana mismo debo de enviarlos al reino del Este", dijo cansado el rey
"¡No te preocupes!, deja todo a mi cargo", "Bien sabes que lo dejaré bien resumido para usted", dijo Samari al agarrar la pluma de la mano del rey
Lexier sonríe, pues sus dos doncellas fueron quienes le enseñaron sobre el Imperio, ellas fueron recogidas por la difunta reina y crecieron como hijas de la reina, recibieron toda la educación necesaria y así le enseñaron a Lexier. También eran sus mentoras, amigas, confidentes y el rey las amaba como hermanas mayores; pues gracias a ellas y a su padrino Olkier él se convirtió en un rey excelente.
"¡De acuerdo!, voy a ver a mi reina, le haré compañía y le secaré los largos cabellos", dice Lexier al levantarse de su silla
Samari sonríe y Lexier camina hacia ella le besa la frente, Samari sonríe pues siempre el rey la agradeció así
"Eres tan lista!, yo siempre seré un niño ante ti", dice el rey al dirigirse hacia la puerta
"Usted solamente no sabe aprovechar las oportunidades para el amor", respondió Samari
El rey cruzó el marco de la puerta y Samari lo detiene al agarrarlo del brazo izquierdo
"¡Usted, mi rey!, está perdido en sus emociones otra vez, debes llevar la bandeja con té", le dice Samari
Lexier sonríe, se voltea rascándose la cabeza del lado izquierdo y agarra la bandeja
"¡Gracias mi hada madrina del amor!", dice el rey a Samari y se va
"¡No es nada!, cuando gustes su alteza!"
Samari se acercó al pasillo
"¡Soldado Caliane!", llama Samari
"¡Sí, doncella real!", responde el soldado que resguardaba el pasillo de la cocina del rey
"¡Por favor!, dile a la princesa que el rey la pidió llamar con su prometido, llámalos con toda discreción", responde Samari
El soldado asienta la cabeza y se retira, el soldado Soomark sonríe y Samari se voltea a verlo
"¿Cuál es la gracia soldado Soo?", pregunto Samari al cruzarse de brazos
"Es increíble como usted ayuda al rey en todo, le confieso que soy su admirador"
"¿Admirador?, ¿no estará usted exagerando soldado fiel", pregunto Samari
Soomark dio dos pasos hacia Samari quedándose frente a frente con ella
"No lo estoy, aparte de inteligente eres hermosa, eres mi doncella preferida", le dice Soomark dándole un beso en los labios a Samari
"¡Pero usted!", exclamó Samari confundida
El soldado dio dos pasos hacia atrás sonriendo y regreso a su lugar y saludo a la princesa justo cuando Samari trató de preguntar por el beso
"¡Saludo a la princesa!", dice Soomark tocando su pecho con la mano derecha y con una breve inclinación
Samari se voltea y alza con ambas manos su vestido amarillo
"¡Gracias por comparecer, princesa!", dijo Samari
Luniel sonríe y Samari le indica con la palma de su mano izquierda el escritorio del rey
"¡Adelante por favor!", "El rey necesita de nuestra ayuda y no confía en nadie más para este asunto, Olkier está muy ocupado, mañana hay una boda y Dorani se ocupa de los detalles de tal boda y yo no puedo hacerlo sola", dice Samari al señalarles los documentos esparcidos sobre la mesa
"Pero yo no sé nada de los tratados del Imperio y ni de los otros reinos", dijo Luniel preocupada
"No se preocupe princesa, yo me encargo de enseñarles y ponerlos al tanto de todo, el rey puede necesitarlos en cualquier momento, como ya dije no podemos confiar en nadie más.
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Comments
Diosa David Torres
Vaya aventado el soldado 😁😁
2024-09-30
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Topy71 🇦🇷
Wow, ronda el amor por todos lados ahí 🤭😂
2024-09-18
1