Sentimientos escondidos

"Gracias", dijo Zenny

Lexier agarra la mano de Zenny y dice ante todos

"Estoy enamorado de Zenny y no anunció ante ustedes para pedirles su aprobación, yo soy el rey, y soy libre de decidir con quién casar,  al final de todo tambien soy humano como ustedes, les gusten o no, me casare con Zenny"

"¿Y su prometida, su majestad?", pregunto uno de los ancianos

"¿Cuál prometida?, la que eligió la madre de mi hermano para su propio beneficio y era la amante del príncipe?, si hablas de esa mujer infiel ya no es mi prometida"

Olkier sonríe

"Tienes mi total apoyo su majestad, si este joven te hace feliz y se aman, no me opondré a nada"

"¡Gracias padrino!", respondió el rey

"Tambien tienes mi apoyo hermano, ante todo también mereces ser feliz de la forma que deseas, el rey es usted y se debe de respetar tus intereses personales"

"Gracias hermana"

Entra el Vis Conde y el Conde acompañados de sus esposas

"¡Bienvenido su majestad!"

Les saluda con reverencia los cuatro

"Gusto en verlos"

Dice Lexier al saludarlos, el silencio estaba poniéndose incómodo para todos y para romper ese clima Dorani habló

"Su majestad iré a preparar un té, y le diré a Xixi que prepare té para todos mientras se acomodan en el salón del trono"

"Esta bien Dorani, de paso me cambiaré de ropa, ¿me ayudas Samari?"

"Por supuesto, mi rey"

"Hijo lleva a tu prometido contigo"

"Eso haré padrino"

Los Condes y las Condesas estaban perdidos al oir eso de Olkier, pero guardaron silencio pues sabian que Olkier les harian saber la verdad.

Zenny no entendía nada pero acompaño al rey, los demás se fueron al salón del trono, murmuros y desdén los acompaño y Olkier les puso al tanto de todo mientras el rey se preparaba.

"¡Eso fue incómodo!", dijo Zenny

"Tranquilo nos casaremos con o sin sus aceptaciones, es mi decisión", respondió Lexier

"¿Vestiremos a su prometido?, su majestad"

Samari traía dos toallas en manos

"No te preocupes yo ya me vesti antes de venir", respondió Zenny

"Ponte una ropa más fina, demuestra tu dominio ante esas personas arrogantes, al final eres mi futuro esposo", dijo Lexier al besar la mejilla izquierda de Zenny

Apenas lo beso el rey y Zenny se sonrojo causando una sonrisa en Samari

"¡Es tan lindo verlos juntos y demostrar su Amor!"

"Eso Samari, es que Zenny no me ama y sólo nos casamos para salvar el imperio de mis enemigos y familia", dice Lexier al vestir su primera pieza de ropa

"¡Ah!, ¡pero no digas tonterías, mi señor!, a leguas se nota que se gustan", Samari se enfada y le quita la capa que traía Zenny

"Es la verdad", dice Zenny abatido

"No quiero oír esas palabras sin sentido, ambos dejen de idealizar ilusiones vanas, se quieren y eso es suficiente para estar feliz, pero para salvar todo un país lleno de arrogancia e hipocresía consumidos por la ambición y la maldad hace falta amarse mutuamente, sin amor no hay fuerza, y sin fuerza no hay ganas de seguir"

Zenny y Lexier quedan mirándose y en sus ojos estaba totalmente marcados por el amor que muy en el fondo sentían el uno por el otro, aunque para entenderlo y asumirlo se necesitaba más tiempo y algo que los llevará a romper tal silencio

Minutos después sale Lexier del vestuario con un traje real y digno de un rey, el rey lucía confiado y seguro de su decisión el color negro le hacía quedar hermoso y esa armadura dorada daba un toque de luz y esperanza al pueblo, siempre fue firme y impredecible era la luz del Imperio tal como fue su padre y su madre.

Zenny quedó en silencio observando su armadura pues no sabía si ponerla o no, se preguntaba si estaría bien lucir arrogante y confiado ante los demás en la reunión y sobre todo eso se preguntaba si la decisión que tomó ayer era la correcta, pues sentia algo por el rey y sabía que sería el blanco de muchas flechas al nombrarse prometida del Rey y futura reina del Imperio Castelli

Lexier quedó sorprendido al ver a Zenny parado ante la ventana y observando la armadura sobre la cama, para el rey el sol hacía brillar a su prometido y esos cabellos castaños que cubrían su cuello y llegaba hasta su cadera eran hermosamente bellos, el silencio hizo parte del momento romántico que hubo y sin darse cuenta Lexier camino hacia Zenny, levantando sus cabellos beso su cuello desde atrás, seguido de un toque suave en la cintura de Zenny que lo hizo emitir un gemido leve, el aroma del cuerpo de su prometido lo llevo a besar más y más aquel cuello blanco que lo impulso a acercarse y romper el miedo.

"¡Mmm!, tú..."

Zenny no sabía que decir o hacer mientras el rey le daba cariño

"¡Me gustas!", dijo Lexier

Zenny quedó en silencio, pero sus manos se movieron solas y volteandose abrazo al rey mientras lo besaba en los labios, las manos de Zenny rodearon el cuello del rey y las manos del rey se apoderaron de la cintura de Zenny mientras se besaba el tiempo pasaba como el viento, silencioso y agradable.

Minutos después entra Dorani con las tazas de té en una bandeja negra y vio de primera clase la pasión del rey con su prometido, no queriendo interrumpir el momenton solo quedó observando en un rincón

Samari llegó detrás de Dorani y quedó mirando con ella y ambas sonríen al ver feliz al rey aunque fuera con otro hombre.

"¡Rmrmr!, su majestad", aclara su garganta Dorani

Zenny empuja al rey quién cae sentado en su cama

"¡Lamento interrumpirlos!, pero ya está el té y todos en el salón del trono"

"De acuerdo avisa que ya nos vamos"

"¡Sí, su majestad!", se retira después de bajar la tazas sobre la mesa dorada de la habitación del rey

"Aquí está su anillo de compromiso, majestad", dijo Samari al traer en manos una caja pequeña de color rojo

"Gracias, Zenny déjame presentarte a mi doncella y fiel amiga mía, Samari Hertey de Castelli, mi amiga, hermana y consejera, ella es quién me cuido todos estos años, y apartir de ahora también te pido que hagas lo mismo por mi Zenny, Samari", dijo el rey al agarrar su anillo

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