CAP 7

Eunice leía un libro sentada en el jardín, era uno de aquellos libros donde se viven aventuras y amor a la vez... Siempre estaba sola en casa, así que era lo mejor que podía hacer...

- Buenos días Eunice - le saludó cariñosamente Ivette.

- Buenos días tía..- alzó la vista del libro

Ivette se sentó a su lado

- ¿Que lees hoy?

- El tulipán negro...es una gran obra...

- Imagino que lo sea...al menos con los libros sabes escoger muy bien

Eunice la miró ante aquel comentario..

¿Que habrá querido decir la tía Ivette?

- ¡Oye muchacha! - le llamó su suegra - Hay trabajo que hacer e la cocina, ve a ayudar a las empleadas de lo contrario mi bebé no comerá hoy.

La pobre joven obedeció en el acto sin reprochar nada...

- ¿Porqué la tratas así Ana? Es la esposa de tu hijo, no una sirvienta más.

- Tu cállate...es un adefesio y mi hijo no puede verse al lado de ella...

Ivette la miró con desprecio y asco.

- Eres un ser repugnante¿sabías?

Ana la miró con soberbia... Ivette era insignificante para ella...

-¿Sabes porqué aún vives bajo mi techo? - se le acercó despacio - Porque al idiota de mi marido se le ocurrió dejarnos la casa a ambas, si no hubiera sido por eso, ya estuvieras de paticas en la calle.

- Que lastima, que tengas que soportarme... pero tranquila, no eres la única

¡Al fin se llenaba de valor! Ivette salió rumbo a la cocina

- Eunice hoy no cocinaras - la tomó de la muñeca - Ve anda a vestirte, daremos un paseo por el pueblo.

- Oh, no puedo tía...mi esposo llegará y la cena no está lista...

- ¿Cuántas veces come Lucas aquí?

Ivette tenía razón, Lucas iba muy pocas veces... siempre llegaba ebrio y con olores a perfumes femeninos...

Suspiró

- Está bien tía, me arreglaré ahora.

Subió hasta su habitación, se puso un pantalón ancho y una blusa de mangas largas y vuelos de encaje...no combinaba para nada su atuendo, su cabello suelto como siempre y esos maquillajes estrafalario que se aplicaba...

- Estoy lista tía

- ¿Ah donde crees que vas?

- Irá conmigo al pueblo Ana, ¿Quieres ir?

- ¡Estás loca! - le agarró por el brazo - Lucas se volverá loco cuando llegue

- No creo que note que no estoy Ana - se soltó

- Más te vale que no digas que eres su esposa - le susurró - Si lo haces, te irá muy mal.

Y sin decir más Ivette salió junto a Eunice

Él pueblo era muy bonito, aunque todas las personas a su paso la miraban y reían...Eunice iba feliz, llevaba ya un par de meses allí y nunca había salido de la casa de Lucas...le gustaba ver el mar desde el malecón y sentir las olas salpicar....

- ¡Tía esto es maravilloso! - giraba emocionada - ¡Que bien se siente!

- ¿Lo ves? Te pierdes mucho estando leyendo solamente.

Ambas se sentaron en el parque a tomar la brisa marina...conversaban muy a gusto. Ivette era muy simpática, aunque nunca se casó, no era la típica amargada...solo no tuvo suerte en el amor.

Dos hombres caminaban por el parque...de repente unos se detuvo en seco.

- ¿Que te sucede Lucas? - se extrañó

Lucas dió la espalda y miraba de soslayo.

- ¿Porqué salió de la casa?

- ¿Quién? - buscaba con la vista.

- ¡Esa! ¡Le dije que no saliera!

- Lucas no entiendo, ¿a quien te refieres?

Siguió mirando Gerson y vió a Ivette la tía de Lucas, iba acompañada por una muchacha.

Caminó hasta ellas.

-¡Espera! ¿Que haces? - intentó detenerlo

- Es tu tía, la iré a saludar.

- Nooo

Pero Gerson no hizo caso a su amigo y fue hasta allí.

- ¡Tía Ivette! - le besó la mano - ¡Que gusto es verte!

- Gerson- dijo entre dientes - ¿Dónde está mi sobrino?

Eunice enseguida volteó buscando con la vista, apenas lo vió se puso de pie.

- ¿Quién es esta belleza que te acompaña? - se refirió a Eunice.

- Lucas! - le llamó.

Lucas no tuvo más remedio que acercarse a ella. Traía las manos en los bolsillos.

- ¿Que haces fuera de casa Eunice? - estaba serio

- Eunice - la miró - que lindo nombre...¿Porqué no me la presentas Lucas?

- No creo que te interese Gerson

- Es la esposa de Lucas - dijo Ivette divertida

- ¿Tu esposa? - su amigo estaba asombrado - No me invitaste a la boda...

Aquella situación era incómoda para Lucas y vergonzosa para Eunice, sabía que su esposo estaba enojado...

- Lucas yo...

- Vuelve a la casa y no me esperes hoy.

Sin decir más Lucas se volteó y hecho a andar...Eunice se le llenaron de lágrimas los ojos...apenas lo veía...nunca había pasado más nada entre ellos que una firma en un papel...se sentía ignorada, insignificante...se volteaba cuando Gerson la detuvo

- ¿A dónde vas?

Eunice lo miró

- No soy payaso de circo aunque lo parezca señor, déjeme ir.

Y sin decir más se volvió envuelta en llanto a la casa con Ivette detrás tratando calmarla.

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