Roger
— Duque, me retiro y muy pronto se dará la noticia de nuestro compromiso con su hija.
— Así será, tenga usted una excelente tarde mi rey.
Sello el pacto con un apretón de manos y salgo de su despacho con dirección a mi carruaje.
Adelaida.
Escuchó que el rey sale del despacho y corro con dirección al despacho de mi padre, veo como el rey se marcha, ni siquiera pudo despedirse de mí; molesta ingreso al despacho de mi padre.
— ¿a qué vino el rey?
— ¡pues a pedir tu mano querida, oficialmente están comprometidos!
Mi mundo me da vueltas, comprometida con el rey, mi mundo siento que se paraliza.
— ¿Qué? ¿Que dices? Pregunto aún en shock.
— Lo que escuchaste mi vida, serás la nueva reina de Inglaterra, nuestro nombre tendrá más poder y sobre todo, serás aún más respetada.
— ¡Pero...no comprendo! ¿Él pidió cortejo o compromiso?
— oficialmente, están comprometidos, acá tengo su firma, pero de igual manera te cotejará.
— ¡No, no lo puedo creer! Digo con suma impresión.
— ¡Así es mi futura reina, así que ve preparándote, que en unas semanas será anunciado tu compromiso!
Mi padre toma de su copa y yo aún sigo sin creer nada, no puedo creerlo me casaré con el rey.
Salgo del despacho, como si fuera zombi.
— ¿Qué paso amiga, por qué traes esa cara? Pregunta Ruth.
— No me lo creerán, pero se firmó el acuerdo de compromiso.
— ¡Qué! Gritan todas. Eso quiere decir que...
— Eso quiere decir que en meses seré la esposa del rey.
— Y serás la reina, dice mi madre con vos de mando.
— ¡Madre!
— Duquesa Elizabeth, buenas tardes, dicen todas mis amigas.
Ella simplemente asiente y se acerca a mí.
— ¡Lo sabía, sabía que serías reina y no cualquiera, serás la reina de Inglaterra, la reina del reino Bolstin! serás conocida por la nación y respetada por todos, nuestra familia será más prestigiosa que nunca.
— ¡Si madre, estoy tan feliz!
— Me alegra que supieras escoger a tu marido, de igual manera te casabas con el rey o te casabas con alguien poderoso también.
— Pero mira madre, mi sueño se cumplió, me casaré con el hombre que amo y sé que él siente algo por mí, mi belleza, mi apellido lo atrajo a mí, también mi...
— Hija, quiero que pongas los pies sobre la tierra, los matrimonio no siempre son por amor, el amor se hace en el matrimonio, eso es ley en estos tiempos.
— Si, pero lo nuestro es...
— Lo mismo corazón, hija quiero que tengas en claro que debes enamorar al rey, el rey está buscando una esposa, por qué como rey lo debe hacer si o sí; no te lo digo por maldad, te lo digo por qué es la realidad, casi nadie se casa por amor, pero el amor se hace, tu padre no estaba enamorado de mí cuando nos casamos, pero yo de él si, nuestra familia nos unió solo por política, pero yo enamore a tu padre y míranos, somos felices.
— ¡Eso quiere decir que…! ¡Él no me ama!
— Hija, lo importante aquí es que te casaras con un rey, el amor se dará, debes ser astuta y yo te enseñaré como, así que la próxima semana empiezan tus clases prematrimoniales.
— Ya he recibido muchas clases.
— Si, pero de una reina no y tampoco clases conyugales, te daré libros y yo misma resolver tus dudas.
Me siento feliz, pero una tristeza me invade al saber que el rey no me ama ni está interesado en mí, únicamente por qué es su deber casarse.
— Está bien madre, lo que tú digas.
— Perfecto, así que prepárate por qué estás semanas serán de suma importancia.
Dos semanas más tarde...
Han pasado dos semanas, las cuales han sido de cortejo, aunque no sé si realmente es cortejo, el rey solamente me ha mandado joyas y dos cartas, las cuales dicen palabras que no sé si vengan de su corazón.
Respondo a sus cartas con palabras tiernas y le pregunto cuando volveré a verlo.
Roger
Estoy en mi despacho, firmando cartas importantes, cuando tocan mi puerta.
— Mi rey, le han traído esto. Habla el mayordomo.
Lo tomo y me quedo asombrado, una carta de la princesa Adelaida.
— Gracias Clark, puedes retirarte.
— Claro mi rey, con su permiso.
La abro y comienzo a leerla.
...Querido rey Roger, espero se encuentre muy bien, escribo esta carta de agradecimiento por las hermosas joyas, las cuales me recuerdan a sus hermosos ojos; también recibí las suyas, las cuales tienen palabras dignas de un rey, estoy espero tenga una excelente tarde, siempre que veo el cielo me pregunto si usted lo ve también....
...Me despido esperando se encuentre bien....
...Adelaida de borbón....
Doblo la carta y me pregunto, en que momento le escribí una y luego recuerdo... mi madre.
Me pongo de pie y me dirijo al jardín donde se encuentra tomando el té.
— Al parecer mis cartas le gustan a la princesa Adelaida, digo con sarcasmo mientras ella toma un sorbo de té.
— ¡No sé dé que hablas hijo!
— Madre no te hagas la desentendida, que sabes muy bien de que hablo.
— ¡Hijo, perdón, pero eres muy seco, solo mandando joyas no conquistarás a la princesa!
— ¡Pero eso le gusta a las mujeres que no!
— ¡Si, pero también en el cortejo el caballero visita a su futura esposa! No que llevas dos semanas sin buscarla.
— Tengo muchas cosas que hacer, como para buscar a la princesa.
— ¡Hijo, has un esfuerzo, búscala! Deben tomar el té juntos por lo menos, igual no estarán solos, una dama jamás está sola, siempre la acompaña la chaperona.
— Respiro profundo, está bien, iré hoy por la tarde a buscarla.
— ¡Hijo, antes que nada, no se te ocurra decirle que fui yo la de las cartas!
Ruedo los ojos y me marcho del lugar.
Me encaminó al sitio donde los soldados practican espadas.
— ¿Y, como va el entrenamiento? Le pregunto al soldado al mando.
— ¡Muy bien mi rey, por cierto, hemos conseguido a un soldado con muchas habilidades!
— ¡Así! ¿Y dónde se encuentra?
— ¡Está al norte de las tierras, fue llevado a donde los mejores soldados pelean! Necesitamos que pelee con los mejores, así podremos comprobar que puede estar en el batallón.
— Perfecto Arthur, cuando lo traigan de regreso me mandas a llamar, yo personalmente lo pondré a prueba, que necesitamos a los mejores, por qué sé que en cualquier momento Erick atacará.
Horas después…
De camino al palacio de la princesa Adelaida llevo unos girasoles, mi madre dice que para una mujer el significado de los girasoles representa el interés que él nombre tiene por la mujer; no estoy enamorado de la princesa, pero es bella y necesito de una esposa y si para que ella se sienta bien conmigo, le daré todos los girasoles que necesite.
Me bajo del carruaje y me encaminó al palacio de la princesa. Toco la puerta y una señora me recibe.
— Adelante mi rey, la princesa lo espera en el jardín.
Asiento y me encaminó a donde ella se encuentra.
Veo su rostro de felicidad, ella quiere disimular el gusto que le da verme, pero es mala fingiendo, me parece tierna.
— Mi rey, que gusto verlo, dice Adelaida inclinándose.
— El gusto es mío, princesa.
Se sonroja y me brinda su mano, la tomo y beso suavemente, el coqueteo entre dos personas que están comprometidas es normal, pero no se puede hacer con nadie más, es prohibido y deja mucho que decir del caballero, al igual que una dama no debe dar la mano para que se la besen, si ella no está interesada en el hombre y si no lo elige como su esposo.
— ¡Tome asiento mi rey! Dice Adelaida con coquetería.
— ¡Por supuesto! Me siento y en seguida nos traen el té, el cual ella sirve con delicadeza.
— ¡Cuenteme rey, como le ha ido en su trabajo!
— ¡Muy bien princesa, hemos recaudado a un batallón muy bueno, incluso nuevos soldados están por llegar, nuevo y mejores!
— Me alegra saberlo mi rey y a pensando en algún baile.
Sé que me quiere preguntar, pero no se atreve a decirlo, ella quiere saber sobre el baile de compromiso.
— ¡Si quieres saber sobre el baile de compromiso, déjame decirte que el próximo mes se anunciará nuestro compromiso oficial!
Se atraganta con el té y cambia de colores.
— ¡Mi rey, perdóneme, no quise ponerme así, simplemente...!
— No se preocupe princesa, tomo su mano con gentileza y ella se pone roja. Sonrió de lado por su gesto tan tierno.
— ¡Así que ve preparando tu mejor vestido, que mi futura reina debe verse hermosa!
Nuevamente, cambia de colores y sé que debe ser discreta. Pero ella no lo es.
— ¡Cómo usted lo diga mi rey!
— Te dejo estos girasoles que me recuerdan a ti.
— Mi rey, son hermosos, gracias por tal detalle.
Paso la tarde con ella y caminamos por todo el jardín, me cuenta sobre cada flor sembrada y sobre el significado que tiene cada una.
— Los girasoles significan que un nombre tiene interés en una mujer y también un pienso constante en ti, las flores lilas significan no me olvides, los cartuchos significan amor desinteresado, las violetas de Parma significan un, Dejame amarte y mi favorita es la rosa roja, la cual significa amor apasionado o amor romántico. ¿Y qué le parecieron? Pregunta la princesa.
— Son todas hermosas y ahora sé el significado de cada una; gracias por el recorrido princesa.
— ella se da la vuelta y corta una rosa y me la entrega, para usted mi rey.
La tomo y la veo después, sujeto la flor Violeta de Parma; suspiro profundo, por qué ahora conozco su significado.
— ¡Claro que sí princesa!, le digo sin más palabras.
Ella rápidamente sonríe, por mi respuesta, sé que eso quería escuchar, creo que podré llegar amar a la princesa.
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Comments
Liliana Diaz
no se pero para mi ella no es muy bonita para ese rey que es tan hermoso
2023-09-12
0
Emily Reyes
promete este trabajo
2023-07-03
1
Jessica
y de ella creo q no se enamora
2023-07-01
1