Los días fueron transcurriendo con relativa normalidad. Hanna continuaba trabajando activamente en la clínica y por las noches se elevaba hasta el cielo con Edward. De vez en cuando, veía al hombre de ojos marrones por los pasillos de la instalación, pero nunca hicieron contacto visual, ni coincidieron en el ascensor. Hanna consideraba que estar así era lo mejor, pero muy en el fondo quería tener un nuevo acercamiento con ese hombre.
Eran alrededor las tres de la tarde, cuando el Doctor Williams le llamó para que se dirigiera a su oficina. La chica tragó grueso. Por un momento pensó que era su fin, que habían descubierto su romance con Edward e iban a despedirla.
Un poco temerosa, tocó la puerta y esperó a que el jefe le permitiera el acceso.
—Buenas tarde, señorita Fontaine. Tome asiento, por favor.
—Si. Claro. Con su permiso—su cuerpo temblaba. Sus manos sudaban frío. Esperaba las palabras mágicas...
—Bueno, verás. Recientemente me llegó una información y debo hablar seriamente con usted.
—¿Qué ocurrió?—preguntó con la voz entrecortada.
—Bueno, usted sabe que nuestra clínica es una de las más sofisticada y reconocidas en todo el país. Nuestros médicos se caracterizan por ser muy profesionales y conocedores de su cátedra. Y nosotros no aceptamos a ninguno que pretenda sobrepasar nuestros términos.
—Entiendo perfectamente, Doctor. Lamento haber causado problemas—Interrumpió con los ojos llorosos.
—¿Qué? No, no. Usted no nos ha causado ningún problema.
—¿Ah, no?—preguntó sorprendida.
—Para nada. ¡Si más bien es una de las mejores médicos de esta generación!
—¡Qué va! Si recién me gradué...
—No seas modesta. Es la verdad. Y es por eso que te he llamado. Un amigo de la universidad, que es empresario, está invirtiendo en un proyecto, que consiste en una red de clínicas ubicadas en el centro de la ciudad, dispuestas en cinco edificaciones, abarcando toda una manzana. Contará con los mejores equipos y herramientas. Creo que lo más hermoso de todo, es el patio interno que conecta a los cinco edificios.
—Me parece un proyecto bastante interesante. La medicina es uno de los campos más importantes de la sociedad humana. Es primordial hacer énfasis en los problemas de salud que afectan a la población. Sin embargo, es importante tomar en cuenta las condiciones económicas de cada persona. Por lo que usted me comentó, parece ser un proyecto muy grande y lujoso, en donde se está comprometiendo mucho dinero, lo que traerá como consecuencia que solo las personas con un buen estatus social puedan acceder a los servicios que se ofrezcan allá.
—Me gusta su análisis crítico. Pero aunque no lo crea, mi socio y amigo, es muy consciente de ello, pues este proyecto va más destinado a la población más vulnerable. Claramente sigue siendo una clínica, por lo que siempre deberán al menos pagar una cierta cantidad de dinero para poder acceder a los servicios. Sin embargo, se ajustan perfectamente al salario que actualmente existe en el país.
—Entiendo, pero...¿Yo que tengo que ver con todo esto?
—A eso voy. Vamos con calma. Este proyecto está a punto de completarse. Recientemente, comenzó la elección de médicos que formarán parte del personal. Mi amigo, quien además financia esta clínica, me ha solicitado seleccionar los mejores médicos que hayan ingresado durante este último año para que sean transferidos a este nuevo complejo. Y pues, usted ha sido una de mis primeras opciones para que sea transferida.
—¿¡Qué!? ¿Habla en serio?
—Absolutamente.
—Pero...¿qué va a pasar con usted? ¿Con los amigos que hice aquí? Yo, le agarré cariño a este lugar.
—No se sienta obligada a hacerlo. Pero déjeme decirle solo una cosa. Usted, tiene mucho potencial, usted tiene visión, ganas, vocación por lo que hace. Usted merece alcanzar sus sueños y sus límites, incluso superarlos. No se conforme con lo que ha obtenido. ¡Aspire a cosas más grandes! Y esta, es la mejor oportunidad que le ha brindado la vida...no la desaproveche...
Esas palabras tocaban el corazón de Hanna. Era una decisión difícil.
—¿Puede darme tiempo para pensarlo?
—¡Por supuesto! Mañana vendrá de nuevo mi socio, si gusta puede hablar con él y aclarar cualquier duda que tenga.
—Me encantaría, de verdad. ¿A qué hora estará aquí?
—Cómo a las 10:00am más o menos. Te llamaré cuando esté aquí.
—Claro. Entiendo. Gracias por pensar en mi para esta oportunidad tan maravillosa
—No hay nada que agradecer. Que le vaya bien en el resto de su jornada.
Hanna desbordaba felicidad. Nunca imaginó que una oportunidad tan maravillosa pudiera presentarse aún siendo una novata. Pero por otro lado sentía cierta preocupacion: todo lo que conocía desaparecería y tendría que enfrentarse a una nueva etapa de adaptación. Esto le generaba preocupación y nostalgia, pues sabía que tendría que separarse de las personas que la han apoyado durante este primer tiempo como profesional. Pero ahora solo debía enfocarse en su nueva operación a corazón abierto. Y más tarde tendría que encargarse de su novio de turno, Edward.
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Comments
Aleyda
Dicen que debes ampliar tu currículum laboral, pero que molesto es empezar de nuevo, tomar una nueva rutina, conocer nuevos compañeros 😵😣😕
2024-09-15
0
Mariela Canales
por su puesto es don Adonis
2024-03-15
4
Mariela Canales
jajaja seguro es el imponente hombre
2024-03-15
1