El Valor De Ser Yo

El Valor De Ser Yo

I

“Doyunie, hoy he sentido algo de la amarga ausencia que inunda mi corazón cada que te encuentras lejos de mí, la preocupación por ser el origen de aquella risa tan armoniosa que sale delicadamente de tu boca aumenta con cada segundo que pasa, con cada momento en el que me percato de que deseo hacerte sentir bien. Eres mi amigo, ¿algo de esto está mal? Supongo que un pensamiento tan egoísta no es lo que debería estar presente en la mente de tu amigo, pero es un sentimiento que me domina más de lo que me gustaría.”

He cerrado mi pequeña libreta al escuchar la risa a la que tanto me refería en mi pequeño escrito del día, esa libreta beige que he atesorado tanto desde que comenzó el año, mi último año de secundaria.

— ¡Juwon! Te he estado buscando durante todo el recreo, pero últimamente has agarrado la maña de irte solo a cualquier lado, ¿Qué tanto haces? — Me preguntó paseando sus ojos a mi libreta mientras se buscaba sentarse junto a mí bajo la sombra del árbol e inmediatamente sentí como mi ritmo cardiaco comenzaba a acelerarse con su sola presencia.

¿Qué mierda me pasa?

— Sólo estaba repasando un poco para los exámenes, sí sabes que son para la otra semana, ¿No? — Le pregunté en un tono burlesco.

En su rostro se formó una pequeña mueca de enojo que en cualquier circunstancia me hubiera parecido bastante fea, pero ahora… ahora tal vez me gustaba un poco.

— Repasando, claro que sí, supongamos que en esa libreta te caben todos los temas de biología. Además, claro que lo sé, soy el que más ha estado estudiando de todos nosotros, lo sabes.

— Lo sé, sinceramente creo que deberías tratar de relajarte un poco, con tanto estrés no podrás dar el cien por ciento de ti — Le dije y me levanté tendiéndole la mano.

Se levantó con mi ayuda y limpió un poco su uniforme, sus manos se movían lentamente sobre su camisa y por alguna razón eso me parecía demasiado entretenido, enfocando mi vista en cada una de sus acciones.

— Estoy bien, me gusta ser aplicado.

Con esa sola afirmación cerró la conversación y caminamos directamente al salón para la siguiente clase, y tal vez, solo tal vez, ignoré un poco el hecho de haber escuchado como en esa última frase su voz se sentía apagada con cada una de las palabras que salió de su boca.

Las clases transcurrieron con normalidad, me despedí de Doyun cuando su padre llegó a recogerlo, vino en una de esas motonetas que utilizaba para repartir los pedidos del restaurante de pizzas en el que trabajaba todas las noches. Con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que el papá de mi amigo tenía más de un trabajo, pero desconozco los demás. Supongo que se podrían deducir demasiadas cosas sobre la situación económica de Doyun, no obstante, es un tema que ha preferido no tocar, al menos no conmigo, con seis meses de amistad no puedo juzgarlo por no confiar abiertamente su situación económica o familiar, pero puede que aquella idea de la escasez de confianza que existe entre nosotros comience a preocuparme.

Él no confía en mí.

El clásico sonido de las pisadas de mi amigo resonaba en mi cabeza, buscando entrar en mi mente para sacarme de los pensamientos que me arropaban.

— ¿Estás bien?

No, o bueno, no lo sabía, no sabía nada de nada y tal parece que mi mente se había dado a la tarea de ignorar cualquier tipo de pensamiento que buscara sacarme de mi zona de confort, pero debía confrontarlo algún día, ¿No?

— Sí — Respuesta corta, para salir del paso, pues es lo que todos decimos cuando no sabemos en realidad cómo nos estamos sintiendo, o tal vez sí, pero no sentimos que expresarlo sea lo correcto.

— Me preocupan tus notas Juwon, has estado demasiado distraído en clase y no eres un mal estudiante, pero puedes llegar a hundirte con los exámenes, no creo que quieras tomar clases de refuerzo durante las vacaciones.

— Estaré bien, más bien cuéntame cómo han ido las cosas con Jun — Le sugerí y en pocos segundos el rostro de Taewoo adquirió un leve color carmesí que delataba su nerviosismo.

Bingo, había dado en el blanco, pues en cuanto mencioné el nombre de su amado su boca comenzó a soltar todas esas palabras cursis tan conocidas y tan repetidas en todas partes, me parecía tierno ver a mi amigo enamorándose. Sin embargo, comencé a sentir aquella leve presión en mi pecho que denotaba la culpa que se apoderaba de mi mente, no me gusta mentir, no me gusta ocultar cosas a mi mejor amigo, pero lo estaba haciendo.

Pero, ¿Qué estaba ocultando realmente? ¿Qué comenzaba a sentir unas extrañas reacciones físicas cada vez que Doyun se acercaba a mí?

Eso no es relevante, no me estoy guardando nada importante.

Mi batalla mental por algo tan insignificante comenzaba a hartarme, me impedía prestar total atención a las palabras de Taewoo y eso me molestaba, pero el enojo no me duró mucho, pues el grito de mi acompañante hizo que me sobresaltara inmediatamente.

— ¡¿Qué mierda te pasa?! — Me quejé y le di un golpe en el hombro — ¿Cómo vas a asustarme a estas horas de la noche?

— Vamos Min, aquí no roban.

— ¿Crees que esta ciudad es tan segura? Eso es porque no has usado tu tiempo para ver valiosos videos sobre asesinatos.

Él no dejó de carcajearse y hacerme burla durante el camino. Ambos solíamos devolvernos juntos a nuestras casas, dado que aparte de ser amigo éramos vecinos, también acostumbrábamos a caminar junto al primo de mi amigo, el “ese” como yo le llamaba, pues nunca lograba recordar su nombre. Entre la voz fastidiosa de Taewoo y mis notorios quejidos y pisadas pesadas logramos escuchar algunos pasos ajenos provenientes de quien sabe dónde, crujidos de ramas y una risa extraña, más sofisticada de que la de Taewoo, también lograba escucharse. Mi amigo se detuvo al escuchar que los pasos se acercaban cada vez más.

— ¿Algo viene de atrás? No quiero mirar para saberlo.

— Se te borró la sonrisa, ¿no? — Sonreí con sorna.

— No es gracioso idiota, ¿y si viene alguien a robarnos?

— Pensé que aquí no robaban, pero nadie le hace caso a Juwon — Dije con una expresión de burla en mi rostro mientras pegaba mi puño a mi pecho, hasta que sentí como una mano fría y larga tomaba mi hombro con rapidez.

Me congelé inmediatamente y mi capacidad de hablar me abandonó junto con mi alma.

— ¡Jesús! Debiste ver tu cara — Al primo de Taewoo parecía que casi se le iban a salir los dientes de la boca de tanto reír.

Miré a ambos de mala gana antes de seguir caminando con dirección a dejar a esos dos tontos atrás.

— Vamos chico, fue solo un pequeño susto.

El “ese” me siguió junto con Taewoo y ambos comenzamos a caminar hacia nuestros hogares, no sin antes hacerle unas cuantas preguntas a él sobre su ausencia a clases y sobre como pensaba pasar los exámenes de la próxima semana, a lo que él solo respondió:

— ¿Alguna vez han copiado?

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Comments

Dlaw

Dlaw

A

2023-12-16

0

Adriely mich Rosales

Adriely mich Rosales

los astekis mas pales

2023-09-07

0

¡Wow! Se ve interesante

2023-08-04

1

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