IV

— Entonces vi como Juwon había mojado la mitad de su hoja de examen para tener la excusa perfecta — Reveló Doyun con cierto entusiasmo en su rostro.

Los cinco estábamos sentados en la cafetería conversando luego de aquel momento tan tenso en el examen de estadística, pero contrario a lo que creí Doyun se veía bastante entusiasmado contando lo sucedido, como si se tratase de alguna clase de hazaña.

— Dios mío Ju, ¿enserio fuiste tan estúpido como para dejar el cuaderno abierto en las piernas? — Me preguntó Tae quien había estado ajeno a la situación.

Asentí con algo de vergüenza y molestia en mi rostro, me sentí humillado, pero a la vez tranquilo por haber logrado salir de aquella situación — Realmente me preocupé, así que traté de hacer todo lo posible para que no le bajaran la nota — Dije y extrañamente, luego de revelar aquello, enfoqué mi vista hacia el rostro de Doyun y pude observar como sus ojos desviaron rápidamente la mirada con algo de nerviosismo.

¿Nerviosismo? Debe ser solo mi imaginación, pensé.

— Al menos ya es un examen menos, uno de los nueve que nos faltan — Mencionó Taewoo — Tenemos uno en la tarde, ¿verdad?

Ni siquiera lo recuerda, es increíble.

— No pensemos más en eso por favor, mas bien díganme si estarán libres este sábado, podemos ir al cine para festejar que terminaron los exámenes, deben aprovecharme porque apenas llegue el domingo… ¡me voy de esta fea ciudad! — Exclamó Jun entusiasmado.

Todos estuvimos de acuerdo con su idea, pero a pesar de lo alegre del ambiente yo no me sentía para nada bien y no por el hecho de que tenía otro examen en la tarde, sino porque realmente era culpable de lo sucedido unos minutos antes, por mi culpa Doyun pudo haber tenido una puntuación baja o peor, le podrían haber anulado el examen a alguno de los dos si nos llegaban a descubrir. Así que luego de que la mayoría de nuestros amigos abandonaran la mesa en la que estábamos reunidos, le pedí a Doyun que se quedara un momento.

Pensé recordarle a Tae que me esperara para irnos juntos, pero me di cuenta de que su primo se fue por otro camino diferente y que mi amigo caminaba muy animadamente junto a Hyun Ju, increíble, ya me cambiaron.

— Esos dos son novios, ¿verdad? Hyun no ha querido decirme nada, pero sé que algo se traen.

Alcé mis hombros reflejando el poco conocimiento que tenía sobre la situación, Taewoo tampoco me contaba demasiado y no sabía si debía revelar lo poco que sabía.

— Dime, ¿para qué me necesitas? — Me preguntó, él sonreía de forma leve y se mostraba bastante tranquilo, al menos en este momento.

Tomé aire y pensé unos segundos lo que iba a decirle, no es como si fuera a declararme o algo por el estilo, pero siento que hasta eso es mucho más fácil que el acto de pedir disculpas, tal vez por eso es tan poca la gente que tiene la valentía para disculparse.

— Doyun, yo me siento realmente culpable por haberte puesto en aquella situación, si hubiera tenido más cuidado con mi cuaderno o hubiera rechazado tu ayuda tal vez nada de eso hubiera sucedido y pues — No pude continuar lo que estaba diciendo.

— Shh… — Me dijo mientras ponía un dedo en su boca, indicando que me callase — No creo que debas disculparte por algo como eso, reconozco que debías ser más cuidadoso, pero pensar en eso no te traerá nada bueno, pudimos librarnos y eso es lo que importa. Además, realmente quería ayudarte, lo hubiera hecho, aunque rechazaras mi ayuda.

— ¿Por qué?

— Porque me agradas.

Porque me agradas.

No soy del tipo de persona que piense que debamos sacrificarnos o llegar a arriesgar una nota por alguien a quien le agradamos, pero esa realidad era cierta para él, a Doyun le gustaba ayudar a los demás, no necesitaba tener un vínculo realmente profundo con los demás para brindarles su apoyo incondicional, era lo que llamaríamos “un ángel”, o al menos así lo intuía yo.

Un ángel.

Esa palabra estuvo dando vueltas por mi cabeza durante el examen de la tarde y se me dificultaba concentrarme, dado que por alguna razón mis ojos se desviaban para verlo a él. El maestro de biología nos había organizado de manera diferente y todos estábamos esparcidos por el salón, Doyun estaba en el asiento de adelante, permitiendo que pudiera verlo con facilidad, ¿por qué lo veo tanto?, puede ser por lo brillante que se ve su cabello el día de hoy, pero así se ha visto siempre, ¿por qué hoy me importaría más de lo normal?, o tal vez tiene que ver lo concentrado que se ve mientras hace su examen, la forma en que apoya su lápiz en el mentón para pensar sobre cada pregunta, tal vez creo que se ve bien, pero siempre se ha visto bien.

¿Por qué ahora es tan distinto?

— Min — Escuché la voz de mi maestro justo a mi lado, haciendo que me sobresalte al instante — No ha contestado su examen, ¿sucede algo?

Sin darme cuenta me había perdido tanto en mis pensamientos que había olvidado seleccionar las respuestas del examen, mi rostro se enrojeció de la vergüenza y traté de no voltear a ver a Doyun como reflejo, pues por alguna razón sentía que me estaba mirando.

— No pasa nada, solo he olvidado seleccionarlas, no me tardo — Le sonreí nerviosamente y él volvió a su escritorio.

Una vez terminado el examen pude volver a casa, nada de copias de exámenes incomodas y nada de ensoñaciones con Doyun en mente, solo mi cama desordenada, mi escritorio lleno de papeles y mi libreta con sus cortos escritos, escritos que trataban de describir lo que brota de mi mente confusa.

“Para Doyun,

Muchas de las personas que he llegado a conocer en el corto camino va de mi vida, han sido hostiles con los demás, egoístas y avaros, pero tú pareces siempre tan sereno, incapaz de estallar, de enojarte y rezongar, con tu cabello castaño brillando en cada momento y tus movimientos que se mantienen tan delicados al realizar cualquier acción, tus manos balanceándose tan delicadamente al exponer en clase, al explicar cada cosa , pero yo no he decidido admirarte así tan de repente y mi preocupación crece cuando mis emociones y sensaciones se intensifican, cosas que no había sentido en el pasado o al menos, no de esta forma, los nervios azotando cada parte que compone mi cuerpo, el rápido bombeo de mi corazón distrayéndome, resonando tan fuerte en mi pecho que temo que alguien más lo escuche y lo odio, lo odio demasiado. Me frustra saber que estoy evadiendo algo, que sigo dejando que las cosas sigan su curso para evitar descubrir el origen de lo que me sucede, tal vez si lo ignoro llegue un momento en el que ya no lo sienta más”.

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