La prometida

-Buenos días príncipe Raden- aun asustada, incline mi cabeza y realice una reverencia ante él.

- ¿quién eres? - a estas alturas por mi olor podría decir que soy Vanessa pero por mi aspecto quedaría claro que no lo soy.

- Su alteza, mi nombre es Izel y soy... - en el momento en el que iba a decir que era hija de los Vanderscot y hermana menor de Vanessa, apareció el quinto príncipe imperial, su nombre Tieran que significa "lord" algo muy inusual conociendo su estatus social.

- mi amor te estaba buscando- el príncipe Tieran estaba en su forma demoníaca al igual que Raden, aunque Tieran parecía un toro convinado con una cabra. Algo impresionantes era que Raden era mucho más alto que Tieran.

Tieran me alzó, cargandome en uno de sus brazos cual niña pequeña, sin saber que decir abrace a Tieran confiando qué no me haría nada.

Teniendo la cabeza escondida en su cuello, el príncipe Tieran tomo mi cabeza con su mano, la giro, y estiró sus grandes labios a los míos, acto seguido presionó aun más para que abriera mi boca y que con ello su lengua pudiera entrar. Me resistí hasta donde pude, pero lamentablemente fui tan débil qué al final lo consiguió.

El beso se profundizó aun más y la forma en la que dominaba mi boca como si le perteneciera me mareaba, ya casi no respiraba y sabía cuan sonrojada me encontraba. Hasta que Raden hablo, él se detuvo.

- me alegra que por fin sientes cabeza y hallas conseguido una prometida. ¿Saben dónde está Vanessa? la he estado buscando pero nada que la encuentro- Tieran sonreía de oreja a oreja sin mirar a Raden, sabía que sería la cena de algún demonio.

- no hermano, no la he visto, pero si lo hago te avisó- el príncipe Raden asintió y se fue sin decir más.

Sin muros en la costa, Tieran me bajo y cerró la puerta de la cocina con seguro, luego se sentó en una de las sillas junto al mesón.

- así que eres tú... ¿Sabes que esta mal hacerte pasar por tu hermana no?

- sí, lo sé, pero ella desapareció y no se donde esta, era hacer esto o dejar que tu hermano matara a mis padres- cuando quería que las palabras me salieran con fuerza y enojo, solo salían de manera suave pero venosas. - pero ya no importa, es lógico que al verme sepa que soy la hermana de Vanessa

- no, no te pareces a ella, te lo puedo asegurar, ni tu olor, ni tu forma de ser - con discreción olfatee mi ropa, claro, además de oler a huevo no tenía más el olor de Vanessa.

- puede que ya no tenga el olor de mi hermana, pero te aseguro que si me parezco a ella... Por cierto ¿Cómo sabes que olor tiene mi hermana? - al hacer aquella pregunta su mirada se ensombrecio un poco antes de volver a la normalidad y al tema que era importante.

- pequeña mentirosa, yo no permití qué el viera el parecido qué tienes con ella, mi don es cambiar la apariencia de las personas a través de ilusiones sobre las mentes de los demás.

- pero antes de que tú llegarás, el príncipe Raden entro- Tieran se levantó y se acercó a donde yo me encontraba, acorralandome contra la estufa, qué por suerte estaba apagada

- sí, pero mi poder funciona a largas distancias, además... Ya te había visto viniendo a la cocina encapuchada, te vi saliendo de la habitación, del mismo modo en que vi como levantabas tu vestido- no tubo que agacharse mucho para levantar el vestido lentamente. A estas alturas estaba asqueada, eran demonios y eran inmundos.

Sin saber porqué, Tieran retrocedió.

- Tu hermana Genevieve me contacto, me dijo que tú eras la que había tomado el lugar de Vanessa

-¿mi hermana Genevieve? ¿Dónde están? ¿Por qué escaparon sin avisarme? - aunque era un demonio sus acciones eran honestas. O eso quise creer. Su acción fue levantarme los hombros en señal de que no sabía.

- no lo sé, pero cuando las veas, en especial a Genevieve dile que venga a verme, qué la amo y que quiero que me de una nueva oportunidad- así que no solo mi hermana Vanessa ya conocía a uno de los príncipes, sino que también Genevieve, esto era el colmo. Espero que no se aparezcan delante de mi, porque no les iría para nada bien.

- se supone que los demonios solo pueden casarce con las primeras hijas o hijos de cada matrimonio.

- claro y es por esa razón que no he dicho que voy a casarme con Genevieve. Yo me casaré con alguien más y luego tomaré a tu hermana como la primera y única concubina, puede que nunca pueda ser mi esposa, pero siempre será la primera en mi corazón.

Sin decir más, se fue quitándole el seguro a la puerta. Más preguntas, que parecían que sus respuestas no llegarían rápido.

...

Esté vestido se veía bien, el color lila me gustaba, y me quedaba bien ya que era sencillo, igual que yo. Sonreí al verme en el espejo, hasta que a través de la puerta de mi habitación escuche la voz de Raden.

- Mi amor, ¿Vanessa te encuentras bien? Aun no has salido y no has desayunado- si él llegaba a entrar y me veía como en realidad era estaría perdida. Me acerque a mi cama, tome la capa y abrí la puerta. - mi amor jajajaja porque sigues con la capa, si tienes tanto frío puedo hacer que te traigan algo cálido para abrigarte.

-no, no mi amor, no tienes que molestarte, solo no quiero que nadie me vea. Me da un poco de pena ser una humana en la casa de demonios. - Sin decir nada se acercó, tomo la capota y la bajo, ante aquel acto mis ojos se cerraron y los apreté con fuerza intentando calmarme.

- ¿puedo saber que haces aquí? - sin poder responder a tiempo, sentí como con una de sus manos tomo mi cuello y lo apretó con la segura intención de partirlo. Mientras con mis manos intentaba hacer qué dejara de ahorcarme, con mis labios intentaba hablarle.

- ¿mi amor que haces? - al escuchar aquella voz Raden me solto y abrazo a Vanessa. Yo no podía creer lo que estaba viendo, ¿cómo era posible que mi hermana hubiera estado aquí y que yo de estúpida me hice pasar por ella?

- ¿por qué la prometida de mi hermano se hizo pasar por ti? - Vanessa le sonrió y con su dedo índice lo llamo para que se acercara a ella, luego susurro en su oído y Raden no pudo evitar reírse y asentir. - perdoname, ya mi angel me lo explico toco, te pido que no le comentes a mi hermano lo sucedido, no quiero tener problemas con él.

Así se lo dijera, estaba segura de que el quinto príncipe no haría nada además de reírse y poner cara de indiferencia, porque al parecer era la cara que todos hacían al verme.

Me levante del suelo y camine hasta la puerta de la habitación, saliendo de esta. Seguí el pasillo hasta al fondo y entre a la biblioteca, acosrandome en el gran sillón.

Mi hermana había llegado, qué le costaba dejar una nota para mi, arriesgue mi vida y lo único que hacía era sonreirle al estúpido de su prometido.

Cansada, adolorida y sin haber desayunado me quede dormida en aquel sofá de cuero en tonalidad verde oscuro.

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Comments

Madelein 😍

Madelein 😍

historia rara no entiendo nada

2024-08-21

0

Mariafc.30 💕

Mariafc.30 💕

no estoy entendiendo es nada... ajá ella se sacrificó por la otra y resulta que la otra ya estaba en el castillo, entonces ahora queeee.

2024-08-04

0

Liliositaeli

Liliositaeli

pues si. Si no hubiera sido por la prota adiós a los padres.

sin cabeza estarían.

2023-06-25

7

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