Angelo no se había presentado estos últimos días a la universidad y rogaba para que no fuera así. Llegaba a casa como si fuera suya y hoy era uno de esos días. Otro almuerzo hasta que llegara el día de la boda. Rogaba que fuera pronto para ya no verlo, lo sentía demasiado por Lina.
Puse un vestido bohemio. El calor se había apoderado del tiempo. Puse un poco de color rosa en mis labios. Al salir de la habitación, choqué con algo duro. Me di cuenta de que era Angelo. Había rebotado en su cuerpo.
- El comedor está por allá - señalé enojada.
- Sé muy bien donde se encuentra - respondió. Sus manos fueron a mi cabello. Mis piernas empezaron a temblar como gelatina. Alguien podría ver esto y confundir las cosas, pero no podía moverme. Había quedado como estatua ante su toque. Sus ojos verdes posaban en mis labios. Su fragancia comenzaba a filtrarse por los orificios de mi nariz.
- Eres el prometido de mi hermana - le recordé por si se le había olvidado.
Vi cómo su mirada se volvía fría y sus manos se volvían puño. Dio la media vuelta bajando las escaleras rumbo a la cocina. Traté de tranquilizar mis nervios antes de bajar a la cocina. No quiero que piensen mal.
- ¿Por qué tardabas, cariño? - preguntó mamá viéndome llegar.
- No sabía qué ponerme - respondí tomando asiento. Esta vez no había quedado enfrente de Angelo, pero sí lo tenía casi al lado. Los primos de Angelo pusieron sus miradas en mí. Vito me contó que eran los primos de Angelo y eran otros matones como él y como papá. El almuerzo avanzó. Vi a Lina por primera vez entablar una conversación con Angelo. Tal vez ya se daba por vencida que esa era su vida.
- Papá - dije un poco nerviosa - ¿puedo ir a una fiesta de la universidad?
Todas las miradas fueron para mí, como si salir de fiesta estuviera mal.
- Me das la dirección, Francesco irá contigo - dijo papá accediendo.
- Papá, ¿puedo ir yo también? - soltó Lina.
Papá y Angelo se miraron entre sí. La respuesta estaba en sus caras y Lina supo leer bien a ambos. Puso su cara triste y luego me dio una mirada de querer llorar.
"Vamos Ir Juntas", me atrevo a decir. Angelo me da su mirada de odio, como si estuviera rompiendo sus reglas. "Lina está comprometida", dice mamá. "Será como una fiesta de despedida", sugiero. "Francesco cuida bien de Lina", sale de los labios de Angelo, ha accedido también.
Terminamos de almorzar y todos fueron hacia el jardín a fumar sus cigarrillos. Lina estaba también afuera acompañando a mamá. Decidí quedarme en la cocina, no quería ver a Angelo, pero para mi sorpresa era él quien entraba a la cocina. "Muy valiente al retarme", suelta mientras se acerca a mí. "No te he retado en ningún momento", trato de irme antes que me acorrale, pero fracaso en el intento. Veo su puño enrollándose en mi cabello acercándome a él para quedar a centímetros de su pecho donde mi altura lo alcanza. "Hueles muy bien, Evangelina", acerca su nariz al hueco de mi garganta. Parece un cazador y yo su maldita presa. Está haciendo mojar mis bragas, cosa que no debería, es mi maldito cuñado. "Suéltame", es lo único que puedo decir. Este hombre estaba comenzando a desordenar mis pensamientos.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Comments
Mariana Delgado
no Angie, pensé que eras más dura,no me decepciones
2024-10-10
0
Irma Rocha Cruz
jeje jeje... creo que también ella gusta de él.....
2024-08-29
0
Irma Rocha Cruz
uyuyuyy... jajajaja....
2024-08-29
0