Evangelina:
En la salida de la universidad, Mauro y yo hablamos de nuestra siguiente cita. Era él con el chico que salía. Me sentía muy atraída por él, rubio y ojos celestes como los míos. Parecíamos como si en verdad estuviéramos hechos el uno para el otro. Esperaba a Lina, que se había ido a hablar con Alessandro a su coche. Podíamos hacer puntos ciegos donde los hombres de papá no estaban. Lo raro era que hoy no estaban ninguno cerca de nosotros. Sentía un alivio.
Las llantas de un coche sonaron. Mi vista se dirigió al fuerte ruido que ocasionaron. Mi corazón se aceleró al ver que era el prometido de Lina que se bajaba del coche. Estábamos metidas en problemas si Lina no venía lo más rápido posible. Un hombre se puso a sus espaldas mientras él cruzaba sus piernas recostado en el coche negro, tal vez como su corazón. Sacó un cigarrillo y se puso a fumar. Luego su mirada se posó en mí. Los nervios recorrían mi cuerpo.
- Me tengo que ir, Mauro - me despido con un beso en la mejilla.
- No olvides la fiesta - recuerda guiñándome un ojo.
Ahorita solo imploraba que Lina llegara y el universo me había escuchado. La muy tonta se venía arreglando el pantalón y su cabello. Se había atrevido a follar en el coche de Alessandro. Se le notaba.
- Lina, tu prometido está aquí - digo jalandola del brazo.
- ¿Qué? - su cara se había puesto pálida. - ¿Huelo a sexo? - pregunta disimuladamente mientras caminamos hacia él.
- No, no hueles. Se te nota - reprochó porque si este hombre se da cuenta es capaz de matar a toda la familia.
- ¿Por qué no ha venido Francesco? - pregunta mi hermana a su prometido. Él solo hace la seña que entremos al coche, parece dueño de ambas cuando solo es de Lina.
- Muy pronto seré de la familia - responde tirando la puerta y dejándonos calladas.
El camino se hacía largo. Este hombre y su presencia daban un miedo. El hombre que manejaba el coche ni siquiera nos miraba ni hablaba. Todo lo que reinaba ahí era el silencio. Se sentía una tensión. Lina estaba nerviosa y yo estaba peor.
"¿Tienes novio, Evangelina?" pregunta Angelo, dejando el silencio de lado.
"No", respondo.
"¿Qué pasa con el chico con el que hablabas?" pregunta desde el asiento de atrás, poniéndome nerviosa.
"Un compañero", miento, mientras mis ojos van a Lina, que sabe que no es verdad, pero papá no se podía dar cuenta de tal asunto porque era capaz de matar a Mauro y castigarme de por vida. Además, ¿qué hacía él preguntando? ¿Acaso le diría a papá que me vio hablando con un hombre? Claro que sí, se lo diría.
"Hablábamos de tareas, toca en mi grupo de exposición", doy nuevamente una respuesta para que no pensara de más.
Llegamos a casa, papá nos esperaba en la salida.
"Papá, ¿dónde está Mauro?" pregunto.
"Descansando, Principessa", responde dándonos un abrazo.
Veo a Angelo entrar a la casa como si suya fuese, estaba tomándose demasiados derechos sobre mi familia solo por ser el prometido de mi hermana.
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Comments
Irma Rocha Cruz
jajajaja... hay chiquilla....no sabes lo que te espera... jajajaja.....
2024-08-29
0
Lesly Argumelo
italiano posecivo
2024-02-11
1
Zunilda Miranda Yepez
perfecto corta linda. historia felicitaciones ❤️😘
2024-01-18
8