Capítulo 5 – Franchesca

Narra Franchesca

Mi nombre es Franchesca Salas, tengo 22 años y nunca he sido una persona pesimista, pero en este momento no consigo una manera de ver algo bueno en mi vida.

Desde hace unos meses todo en lo que creía se ha ido al demonio, el que creí que era mi padre resulta que no es nada mio, solo me crío para quedarse con la empresa de mi madre y con mi dinero.

Resulta que ese hombre es adicto a juego y tiene una gran deuda, así que me comprometió con la persona a la que le debía, en otras palabras, yo era su moneda de cambio para que lo dejaran vivir y poder seguir apostando.

Al parecer lo único que nos une es mi dinero, a veces siento que nadie me quiere por quien soy, ¿será que no podré encontrar a nadie que me ame por mi misma y no por lo que tengo?

Además, tenia un novio que pensé que me amaba y resulta que el hombre estaba detrás de mi dinero, después de entregarme a él e intentar escaparme para que viviéramos juntos, resulto que nos descubrieron y el hombre con el que mi padre me comprometió hizo que mi gran amor me dijera que no me amaba y lo peor es que lo mataron ante mis ojos.

Lo vi morir sin poder hacer nada, desde ese momento todo fue a peor ya que después de que me obligaran a casarme para que mi padre pudiera hacerse de la empresa de mi madre, ese hombre quería consumar el matrimonio a la fuerza, por lo que tuve que huir de todo eso.

Aun no se ni como lo logré, pero después de mucho correr y de intentar hacer algunos cambios en mi llegué a un centro de comida para vampiros, nunca me han gustado los vampiros, no se porque siempre me han dado miedo y por alguna extraña razón me pareció la mejor forma de morir.

No entiendo porque desde que llegué a ese lugar me sentía inquieta, era como si supiera que algo me iba a suceder y entre mi desesperación lo vi, era el hombre que siempre aparecía en mis sueños, desde niña veía a ese hombre con esa mirada tan profunda y esa voz que hacia que mi cuerpo y mi alma tuvieran paz.

¿Por qué lo tengo que encontrar justamente ahora que no quiero vivir?

Noto que se preocupa por mi y yo lo que quiero es salir corriendo de aquí, intento en lo posible no verlo, aunque es difícil por su gran estatura, es blanco, con unos hermosos ojos color miel y su cabello es castaño claro, casi rubio, no puedo creer que es el hombre de mis sueños.

Lo peor sucede cuando veo llegar a su amigo y es nada mas y nada menos que el hombre que me salvó de que me violaran hace años, ese hombre también es muy guapo, pero nada como el que se llama Erick, hasta su nombre me lo aprendí de inmediato.

El otro hombre también es alto, blanco, sus cabellos son blancos y sus ojos azules, cada movimiento de él es casi perfecto y me genera mucha intriga, los escucho hablar y oigo que dicen algo de que soy la pareja destinada de Erick, cosa que no entiendo.

Mis sentidos se ponen en alerta cuando veo que el hombre de mis sueños, ese que está haciéndome desistir de mi decisión sin que él lo sepa, es un vampiro y cuando ve mi sangre sus colmillos salen inmediatamente.

Cada segundo que va pasando va de mal en peor, el vampiro, porque este también es un vampiro me entrega a Erick después de drenarme casi toda la sangre y con una sonrisa que me gustaría quitar de su rostro me dice que él será quien acabe con mi vida, por lo que comienzo a sentir un poco de miedo y lo peor de todo es que no puedo huir, no tengo fuerzas ni para levantarme.

Poco a poco siento como voy quedándome dormida y cuando me doy cuenta estoy en una habitación, que por lo que presumo no es una del centro de alimentación para vampiros, todo está decorado en tonos pasteles y siento que alguien me mira, no veo quien es.

Se que vuelvo a quedarme dormida y cuando despierto está amaneciendo, intento levantarme y el cuerpo no me responde, así que decido quedarme en la cama, aunque necesito con urgencia ir al baño y como si me hubieran leído la mente alguien toca a la puerta de la habitación.

Veo a una chica, tez tostada, ojos y cabello negro, delgada y un poco mas baja que yo, la cual entra a mi habitación y le pido que me ayude a ir al baño, ella me ayuda y no sé si soy yo, peor me parece que no lo hace con la mayor de las ganas.

No me importa de todos modos le agradezco que me haya ayudado, luego de que terminé me ayudo a bañar y a cambiarme de ropa, de verdad que me siento extremadamente débil y casi no puedo moverme.

Luego de todo eso me lleva el desayuno a la cama y es cuando noto que tenia algo de hambre, también recuerdo que no he comido desde el día anterior en la mañana.

Termino de comer y ahí está él, se ve tan apuesto, lleva unos jeans una franela blanca acompañada de unos zapatos deportivos, no parece un vampiro de esos que suelen pasar en las películas, es bastante atractivo y no tiene esa mirada maligna que suelen decirnos que ellos tienen.

Sé que suena terrible que aun algunas personas como yo les tenga cierto recelo a los vampiros, así que siento que esto debe ser un castigo.

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