Capitulo 4 – En casa

No creo en eso de las parejas destinadas, sé que hay algo en ella que me atrae, pero no quiero atarme a nadie y menos a una chiquilla que tendré que transformar y además cuidar, ya que es la esposa de un mafioso.

Esto no me puede estar pasando, salgo corriendo porque me acosté con la esposa del príncipe vampiro y ahora resulta que la esposa de un mafioso es mi pareja destinada, no puedo creerlo y yo que siempre pensé que tenía suerte.

Voy camino a casa con ella dormida en la parte de atrás de mi auto, está muy débil ya que para poder hacerla pasar por muerta debíamos sacarle suficiente sangre, la cantidad suficiente para hacerla pasar como muestra y a la vez que pueda seguir viviendo.

Durante el camino recuerdo como nos conocimos y aunque no lo quiera admitir todo en ella me encanta, desde las pecas de su nariz hasta su nombre, Franchesca, ese nombre me parece hermoso y le luce a la perfección, no se que voy a hacer con ella.

De lo único que estoy seguro es que no voy a dejarla morir, hay algo en mí que no puede hacerlo y no acepto eso de que alguien o algo decidió que ella seria mi pareja para toda la vida, lo cual en mi caso es mucho tiempo.

Lo bueno de todo es que esta noche ella va a ser mi cena, a pesar de que no la voy a morder, aun, voy a probar su sangre, eso me tiene loco desde que la olí pro primera vez, tiene un olor cítrico que me está volviendo loco.

Llamo en el camino a Marcela, quien es la chica que me ayuda con la limpieza de la casa y en ocasiones tenemos sexo y me alimenta, le aviso que voy en camino para que arregle la habitación que queda al lado de la mía, deberá descansar por algún tiempo para que se recupere, no creo que quiera beber de mi sangre para mejorar, así que lo mejor será darle un poco de espacio para que descanse.

Al llegar a casa la cargo hasta su habitación y la dejo en la cama para que duerma tranquila, puedo sentir la curiosidad de Marcela en cada momento desde que entré a la casa y por eso debo hablar con ella, obvio le voy a decir solo lo que ella debe saber, que esa chica será mi alimento de ahora en adelante.

Cuando hablo con ella puedo notar que no le agrada nada la noticia, ya que ella se encargaba de alimentarme, pero bueno ya esto es algo de lo que no voy a discutir con ella ni con nadie, no me importa para nada lo que piense.

Luego de hablar con Marcela me dirijo a la habitación donde está Franchesca y la veo dormir, me siento como un acosador ya que no puedo dejar de verla ni por un momento su olor me tiene loco y solo quiero saltarle encima, quiero beber su sangre

Narra Jean

Estoy en mi oficina trabajando cuando entran varios hombres a ella, veo que todos estas armados y le dan paso a uno, se quien es y ya esperaba su visita, menos mal que Erick y Franchesca ya se fueron así me evito muchos problemas.

Como esperaba me muestra una foto de Franchesca y me pregunta que, si la he visto, a lo que respondo que, si y le comento que ella vino para suicidio asistido, que ya fue drenada y enviada a incineración con el resto de los cuerpos, que ya habían pasado por el mismo programa.

-Según lo que dices mi esposa está muerta y yo soy su viudo, supongo que debe existir un acta de defunción o algo así ¿cierto?

-Por supuesto, aquí está – se la proporciono y como supongo que no sabe nada de ella no va a notar que tiene ciertos errores

Lo veo leerlo, como si supiera verificar lo que tiene en las manos y con una leve sonrisa se despide de mí, no sin antes hacer algunas preguntas acerca de los que realizamos aquí y de la legalidad de mi negocio, lo que me da mucha risa.

De igual manera le respondo y quedamos de acuerdo en ayudarnos mutuamente con el mercado de sangre, siempre es bueno contar con alguna entrada adicional de alimento.

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