El chófer con todo y nervios llegó al hospital.
-¿Qué pasa con la paciente doctor?
Pregunto a penas vio al médico que atendió a la joven.
-sígame al consultorio por favor.
Ya a dentro el médico le informo a Miguel el estado de la paciente.
-la paciente despertó, pero no recuerda nada y para colmo no habla, parece ser que es muda.
-lo que faltaba.
Expreso el chófer atónito, esto era peor que lidiar con su ogro jefe.
-pero recuperará la memoria ¿No?
-según los estudios la amnesia es momentánea, ya que se debe a la opresión que hace el coágulo sobre los nervios del cerebro.
-¿Y cuánto va a demorar en desaparecer ese coágulo?
-entre quince días o un mes a lo mucho.
-¿Y la pérdida del habla, se debe al accidente?
-hicimos los respectivos análisis y parece que todo está bien, la mantendremos en observación un par de días más y será dada de alta. Tiempo suficiente para que piense que va hacer. No creo que sea bueno dejarla a la deriva.
Miguel sintió compasión por el fantasma de la novia y fue a verla, cuando entró, vio que la enfermera le estaba dando de comer, pero la joven no le recibía bocado alguno y parecía conejo asustado.
Así que se acercó y trato de hacer algo, sin esperar que su acercamiento la alterará más.
-buenos días señoritas.
-buen día señor.
La única en contestar fue la enfermera que la cuidaba.
La mujer sin memoria al escuchar la voz se asustó y rego la comida que le intentaban dar, pero eso no evitó que la pobre buscará refugio en el espaldar de la camilla hasta quedarse sin espacio.
Miguel trato de acercarse y calmarla pero fue peor y los médicos sin más remedio, sedaron a la joven para evitar que se hiciese daño.
La mañana se le fue a Miguel entre la comisaría y el hospital y apenas si le quedó tiempo de ser requerido por Andrews.
En la supuesta mansión embrujada la dama de reunió con su hombre de confianza y jefe de seguridad no solo de ella sino de todo el perímetro del territorio donde vivía.
-señora se va a sorprender de lo que registraron las cámaras.
La dama se sentó frente a la laptop y el jefe de seguridad puso a correr el vídeo, entre más corría la imagen la dama más se sorprendía y de la impresión se llevó las manos a la boca y los ojos casi se le salían de las órbitas.
-Mauro quien más ha visto esto.
-además de usted y de mi persona, su sobrino y el chófer.
-conociendo a mi sobrino no lo creo, pero la reacción de Miguel es de pavor total.
-yo estaría igual que el pobre de Miguel.
-cobardes que son ustedes….. Mauro, pero al que no reconozco es a mi sobrino, hasta parece no ser él.
Mauro asintió, conocía a Andrews desde hace muchos años y es la primera vez que la suciedad no le incomoda, sin contar que cargo a una mujer.
La dama pidió a Mauro investigar el paradero de la extraña mujer y guardar bajo llave lo acontecido en el camino de los cedros.
En los siguientes días, Miguel estuvo tan ocupado que se le olvidó por completo la responsabilidad que tenía en el hospital, solo se acordó cuando su jefe le pregunto.
Y si Andrews pregunto por la mujer fue porque su tía lo llamo para insultarlo por qué se tuvo que enterar por boca de otros que había llegado de su viaje y para colmo no la había ido a visitar. Pero lo que en realidad quería la dama era sondear a su sobrino.
-señor Andrews, supongo que bien, el hospital no me ha notificado nada extraño.
-¿Supones o estás seguro Miguel?
-señor si me lo permite yo mismo iré a ver.
Con un movimiento de mano el chófer salió del departamento del CEO, luego de dejarle el maletín y otros documentos.
Miguel llegó al hospital y cuando paso por recepción fue detenido por las enfermeras.
-¿Busca a alguien señor?
La enfermera que le pregunto, no era la misma que siempre lo recibía.
-hace unos días traje a una joven que atropelle y vine a ver cómo está evolucionando.
-¿Me puede dar el nombre de la paciente?
-estaba como n.n.
-usted está hablando de la hermosa muda, que pesar tan linda y no puede hablar.
Comento la enfermera que envidiaba lo hermosa de la mujer sin nombre.
-le informo señor que la paciente fue dada de alta esta tarde.
-pero ¿Cómo? ¿Y donde está?
-de que se extraña, alguien vino por ella y se la llevó.
-¿algún familiar?
-No se, cuando recibí turno ya no estaba.
Sin poder sacar más información de la enfermera, Miguel salió del hospital.
Días antes Mauro investigo en que hospital habían llevado a la extraña mujer que salió de la nada y logró saber que estaba en el hospital del oriente, el piso y número de habitación exacta.
Al parecer Andrews la había dejado al cuidado de Miguel, pero este se había olvidado de la existencia de la mujer. Con esa información en las manos, Mauro se la entrego a su jefa.
La dama ese mismo día se arregló para ir al hospital y conocer personalmente a la misteriosa mujer que hizo de su distante sobrino otro hombre, por una hora .
La mujer vestía un vestido negro de gasa de Chanel, que le resaltaban su cuidada figura, zapatos cerrados de tacón grueso de color rojo pasión, sombrero que combinaban con el calzado y lentes oscuros que le cubrían la mayor parte del rostro.
En la recepción del pabellón de hospitalizados el sonar de unos tacones se escucharon, las enfermeras allí presentes, se pasmaron ante tanta elegancia. pero de seguro esa mujer era el reflejo de la arrogancia y se prepararon para el mal rato que iban a pasar.
- tengan buena tarde, lindas señoritas.
-“primero saludan y después son groseras por qué no hacemos lo que quieren”
Pensaron algunas de ellas, pero como ellas tenían calidad humana, devolvieron el saludo amablemente.
-bienvenida señora, en que le podemos ayudar.
Contesto una de ellas.
-querida deseo visitar a la joven que ingreso por un accidente.
La enfermera se le quedo viendo y luego pregunto:
-¿Es usted familiar de la paciente?
La dama no dijo nada, y en realidad no pensó bajo que excusa se presentaría, pero la reacción del momento la hizo contestar.
-es mi sobrina.
La dama lo dijo a la ligera esperando que la enfermera se comiera el cuento.
-que bueno señora, la pobre la hemos tenido que sedar varias veces por qué está muy alterada.
-¿Alterada?
-como lo escucha, además no ha comido nada. Me da pesar con ella, pero más rabia me da con el degenerado que la planto.
-¿Tan mal está mi niña?
La enfermera le explicó el estado físico de la joven paciente y como se aferraba a un anillo que parecía como de compromiso, la dama siguió mintiendo y consiguió entrar a ver a su nueva sobrina. Eso sí no sin antes dejar sus datos personales y los de la joven.
Cuando la dama entro vio que la joven la tenían amarrada y con una mirada desosegada, pero aún en ese estado y toda desaliñada no se le ocultaba su gran belleza.
El cuerpo médico se vio en la necesidad de atarla para poder suministrarle medicamento vía venosa, porque era imposible que lo hiciera vía oral, sin contar que además de no alimentarse, se quería quitar los tubos y agujas.
La dama sintió pesar y le dieron ganas de golpear hasta la muerte a su sobrino por dejar a su suerte a tan hermosa criatura.
¿me puedes dejar a solas con mi sobrina?
Le dijo la dama a la enfermera, la mujer dudó por un momento, pero al examinarla de pies a cabeza, supo qué no era alguien a quien debía ofender.
Y al escuchar que la elegante dama era un pariente cercano se alegró por la paciente.
La mujer en la cama miro asustada a la dama y apretó el puño donde llevaba puesto el anillo.
-hola pequeña, no te asustes que no te haré daño.
La dama se quitó el sombrero y los lentes y se los dio a Mauro, aquien también le pidió salir, pero a este tuvo que darle un empujón porque estaba distraído viendo a la joven.
Lo extraño para Mauro era que esa chica se le hacía conocida de algún lugar, Mauro con un sentimiento de confusión hizo lo que su jefa le pidió.
Nahla vivía asustada desde que despertó y en realidad ella no perdió la memoria, todo lo recordaba a la perfección, solo que al no poder hablar y no conocer su entorno la alteró y no sabía en quien confiar. Al menos podía entender el raro idioma que hablaban en ese mundo.
-cariño debes tranquilizarte, sino jamás te dejarán salir de este horrendo lugar.
Nahla dejo de moverse.
-¡Hay pero que mal educada soy! No me he presentado, mi madre me llamo al nacer Corina Lizano, horrible verdad, pero ni modo.
Nahla frunció las cejas y no le apartaba la mirada.
-que pesar que no puedas decirme tu nombre.
Corina se fue acercando lentamente a la joven y seguía hablando.
-cariño se que no eres de este mundo, pero tranquila tu secreto está a salvo conmigo y mi gente.
El hada dejo de respirar por segundos y abrió como platillos de batería eléctrica a la mujer, se supone que eso no lo debería de saber nadie, es más ella es la única alma viva que fue llevada a ese mundo.
Corina sabía que estaba rompiendo las barreras de la joven y siguió hablándole, pero con limitaciones para no asustarla.
-te juro pequeña, que estarás segura a mi lado, te lo juro por los huesos de mis ancestros.
La última frase pronunciada por Corina relajo al hada y aflojó su agarre en las manos, era un juramento similar que hacían los de su tribu. Y eso le hizo recordar a su bisabuela.
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