Capítulo 5 – tu no piensas.

Al día siguiente de haber sido dada de alta Iris, Miguel como de costumbre paso a recoger a Andrews, el hombre esbelto de ojos azules pero de mirada oscura y penetrante subió su indiferente cuerpo a la parte de atrás del auto.

Miguel después de haber cerrado la puerta subió a su lugar para dar marcha a las cuatro llantas de aquel lujoso coche, pero algo que no esperaba escuchar los escucho, provocando que su cuerpo se congelará en el acto.

-Miguel consigue un departamento en la zona campestre de la ciudad. Se lo darás a esa mujer como indemnización por el accidente.

De cuando acá su frío jefe se preocupaba por hacer regalos a una mujer, pero ese no era el problema; el problema era que él no tenía ni idea de dónde se hallaba la mujer y como haría para hacerle llegar los documentos de propiedad.

Andrews no recibió respuestas de parte de su chófer, ante lo cual el hombre le tocó hablar, solo esperaba que Andrews olvidará el asunto, que era lo más probable.

-señor la señorita fue dada de alta del hospital ayer en las horas de la tarde.

-hmn, eso es bueno, entonces concertar una cita con ella.

Andrews relajo por segundos su entre cejo hasta qué Miguel volvió a pronunciarse.

-señor no tengo idea donde podrá estar la señorita.

Andrews alzó su filmada mirada.

-explícate.

-es que ayer la fui a visitar y ya no estaba y no dejaron el contacto de quién se la llevó.

-busca no le veo el problema, o es que tendré que hacerlo yo.

-señor, como usted no había preguntado, yo no le había dicho, hasta pensé que no tenía importancia.

-¿acaso hay algo más de esa mujer que yo no sepa? O ¿Es una impostora?

-señor Win hay radica el problema, ni la policía sabe de donde apareció, es como si fuese un fantasma.

-eres un inepto Miguel, no se te ocurrió interrogarla tu mismo.

-señor eso era imposible, la señorita además de muda perdió la memoria y el comandante a cargo del caso me informo que ni con la huella pudieron dar con su identidad.

-maldición Miguel y apenas me informas, y lo peor que si yo no pregunto tú no me dices nada.

-señor pensé….

-tu no piensas, tú me informas y yo decido si me interesa o no.

Ahora déjame en la empresa y averigua a donde fue a parar esa mujer, tienes veinticuatro horas y si no date por despedido.

Miguel dejo a Andrews en la entrada principal y el hombre ni siquiera espero a que el chófer le abriera la puerta del auto, puesto que el mismo lo hizo y al salir reventó la puerta haciendo que Miguel se estremeciera con todo y carro.

Miguel volvió a ir a la jefatura de Policía, par saber si tenían algún hallazgo de la mujer y estos estaban igual que él, en la penumbra. Como era posible que no hallarán ningún número de identificación de una persona, ni rastros por la huella dactilar.

Era como si esa mujer saliera de la nada, aunque en el fondo Miguel sabía que esa mujer si salió de la nada, pero mantenía la esperanza que lo que el vio solo fue una ilusión de su mente.

Saliendo de la jefatura, Miguel fue camino al hospital y allí las cosas estaban más que complicadas, por más que indago no encontró nada, para colmo de los males todas las personas posibles que atendieron a la mujer, de la noche a la mañana no trabajaban en el hospital.

Sin excepción alguna, desde médicos hasta aseadores renunciaron y en el país ni en ninguna otra parte que estaba al alcance de los Win aparecieron.

Miguel busco en las imágenes de las CCTV algún indicio que le indicará algo de la joven y la persona que se la llevó, pero todo fue en vano. Los presentes pensaron que el hombre estaba hasta loco.

El chófer trabajo todo el día y la noche sin descansar, y nada pudo encontrar, por ende y sin más remedio se dirigió a darle la cara a su jefe.

El pobre chófer reflexionaba que si hubiese previsto el interés del CEO, en la desconocida, le habría montado vigilancia las veinticuatro horas del día, todos los días que ella estuvo internada en el hospital.

Miguel llegó todo desaliñado a la empresa, sorprendiendo a los presentes que no lo reconocían, ante la mirada curiosa, subió al elevador panorámico y contempló la magnificencia tecnológica del lugar y el vaivén de los trabajadores.

El chófer mantenía la esperanza de que la amenaza del CEO, fuese solo eso, una amenaza.

El elevador se detuvo en el décimo piso que era donde estaban las oficinas de las secretarias, unas señoras pasadas en años.

-bienvenido señor Miguel.

Saludaron amables al unísono.

Las mujeres al pasar no dejaron de comentar el Estado caótico del chófer, pero eso a él poco le importaba. Miguel camino por un pasillo llegando al área de presidencia allí fue recibido por la asistente, una mujer también mayor.

-hola Miguel, el jefe te está esperando, me encomendó hacerte pasar a penas y llegarás. Por cierto te ves fatal.

-gracias Lolita y deséame suerte para que el jefe este de mejor humor.

-lo dudó está peor que siempre.

Con las últimas palabras de la asistente el chófer entro a la amplia y espaciosas oficina, que fue decorada como para resaltar el carácter del CEO. Tonos blancos y oscuros eran los que resaltaban.

-buenos días señor Win.

-eso espero, que sean muy buenos.

Le contesto cortante Andrews.

-te vas a quedar parado todo el día como una estatua.

Miguel sin más escapatoria se enfrentó a su verdugo.

-la señorita parece habérsela tragado la tierra, ni hay rastros de ella ni de quién se la llevó.

-maldición Miguel, te la dejé a tu cuidado y la pierdes, sigue buscando.

señor, use todos los medios necesarios y no hay nada, el personal médico también se esfumó, en las cámaras no hay nada, ni siquiera hay un registro del día que la llevamos, ni muchos menos quienes la sacaron.

-quien demonios osa actuar en mis narices y en mi propio territorio, ¿acaso está ansioso de morir?. Miguel tienes una oportunidad más, averigua quien actúa en mi contra y tráelo ante mi.

-señor cabe la posibilidad de que su madre se haya enterado y ella…..

-no saques conclusiones a la ligera, ahora sal de mi vista y encuéntrala.

Miguel al menos esta vez contó con suerte, pero ahora en vez de buscar por otro lado se enfocó en la madre de Andrews y para colmo de los males allí tampoco encontró nada.

Entre tanto en la mansión de los cedros.

Corina, trataba de hacer que Iris se adaptará rápido a la comida que preparaban en ese mundo, ya que después de dos días de salir del hospital solo lograba pasar por su garganta pan y leche.

Corina veía que Iris en vez de mejorar, se estaba debilitando, y se lo achacaba a la falta de nutrientes en el cuerpo. Por tanto no le quedó de otra que hablar con su fiel ama de llaves y explicarle que Iris tal vez y solo tal vez no pertenecía a su mundo.

El ama de llaves trabajaba de toda la vida con ella, pero la mujer era un poco fantasiosa y no le pareció descabellado la historia de Corina, es más, ella hizo sus propias conclusiones.

-esta es la mejor noticia que he recibido en mi vida, señora Corina.

-hay María no entiendo cuál es el entusiasmo.

-señora tenemos un ser sobrenatural viviendo en la mansión.

-ja, lo que sea, pero si ese ser sobrenatural sigue sin querer comer, se nos va a morir en las narices.

Corina tomo a María por los hombros y le dio un beso en la coronilla. La ama de llaves con alegría contesto.

-dejelo en mis manos señora, haré lo necesario para que nuestra invitada coma y se recupere rápido.

Cuando las mujeres dejaron de hablar María se sumergió en la biblioteca buscando todo tipo de información de seres sobrenaturales, hadas, elfos, ninfas y cuánto ser mitológico.

No conforme con lo encontrado en los libros, María busco en Internet y allí se encontró con un libro que hablaba sobre otros mundos en diferentes tiempos y espacios de la tierra.

El libro había sido escrito varios años atrás, por un famoso cosmólogo, que por su teoría tenía miles de seguidores.

En una de las páginas del libro virtual, hablaba sobre cómo vivían humanos y seres mágicos en armonía, en otra que estaban en constante guerra, y así sucesivamente, pero en cuanto a lo que podían comer no hayo nada.

Por ende María se basó en su propia intuición para lograr ayudar al hada.

La fantasiosa ama de llaves subió las escaleras y entro a la habitación de Iris, allí estaba el hada acostada en un ovillo, parecía tener algún tipo de dolor.

-mi niña, pero que te ocurre.

María se acercó tal tratar de tocarla, descubrió que Iris estaba toda sudorosa.

-mírate, si estás empapada en sudor….que hago, que hago, la señora salió en compañía de Mauro y nadie más debe conocer tu existencia.

-mi niña te haré unas preguntas, si son positivas me confirmas con la cabeza y si no cierras los ojos.

María le hablaba y con señas le explicaba como debía hacer.

-te duele algo.

Iris asintió con la cabeza.

-donde te duele mi niña.

Por señas María supo que era todo el cuerpo de Iris, Provo suerte hasta dar con la manera que ayudaría al hada a sentirse mejor.

Fue así que de tanto preguntar termino llevando a iris a la bañera y la chica se metió en ella y María vio como el agua la ayudo a sentirse mejor.

-mi niña, eres una criatura del agua.

Dijo María, no a manera de pregunta sino de afirmación, el hada confirmó.