...ALISSON MORGAN...
—¡Ve pez! —Derek se ríe a carcajadas, feliz de que por una vez en su vida me está ganando en las cartas.
Pongo los ojos en blanco y me cuelgo la corbata desatada sobre los hombros, enrollando una pierna debajo de mí mientras elijo una sola carta de la baraja.
—¿Tienes un nueve en la mano? —El sonríe.
Escaneo mi colección de cartas que están de espaldas a él, y una sonrisa diabólica surge en la comisura de mi boca.
—No. Vamos Pez.
—¡Oh, Mierda! —Él sisea y me río en victoria mientras hace un gesto a sus cartas, pero se detiene para entrecerrar los ojos hacia mí. ¿Estás mintiendo en este momento?
—NO.
—¡Déjame ver! —Intenta agarrar mis cartas y me retuerzo, enviándole un ceño fruncido.
—¡No tengo nueves, tonto! ¡Ve pez!
—¡Espero que no estés mintiendo! —Hace una "V" con los dedos, los pone en sus ojos y luego me apunta. —Te estoy vigilando.
Me río con el diamante rojo nueve en mi mano mientras toma una carta del mazo.
—Está mintiendo, tiene un diamante nueve —Gabriella sonríe mientras casualmente pasa detrás de mí, tirando de su cabello dorado sobre sus hombros.
—Nadie te preguntó— bufó molesta, mientras ella se aleja.
—Oye, sé buena con ella. —Derek sonríe. — Sabes que me gusta.
...Finjo vómito....
No es ningún secreto que está enamorado de Gabriella Payton, toda la escuela probablemente se dé cuenta de eso a estas alturas. No estoy segura de lo que él ve en ella, pero a veces los hombres son raros cuando se trata de su elección de adoración.
Ella tiene un cuerpo anguloso y una cara de forma ovalada, con ojos color avellana. Sus calificaciones son de primer nivel, lo que la hace aparecer constantemente en el cuadro de honor todos los años. Es terriblemente engreída y entrometida, nunca pierde la oportunidad de delatar a la gente. ¿Conoces a ese niño al final de la clase que siempre tiene que recordarle al maestro sobre la tarea?. Sí, esa es ella. No le agrado mucho, y ni siquiera trata de ocultarlo.
—Alisson y Derek, es hora de clase, por favor guarden eso.
Nuestra profesora de Matemáticas Avanzadas, la Sra. Carter, entra al salón, poniendo los ojos en blanco hacia la parte posterior de su cabeza, cuando ve la pila de cartas que está sobre mi escritorio.
Derek rápidamente las junta en una pila mientras desenrollo mis piernas, arreglando mi falda a cuadros apropiadamente sobre mis muslos.
Esta es una de las clases que se suponía que debía tomar el año pasado, pero terminé abandonando según el consejo del director, y hasta ahora, estoy reprobando.
—Hoy tengo una tarea que darles. Si pasan con buena calificación, les ayudará mucho en sus informes de fin de año. Por favor, tómenlo en cuenta.
La Sra. Carter reúne una pila de papeles y se dirige a la primera fila al lado de la puerta. Ella le da los papeles al primer estudiante sentado allí y él toma uno para sí mismo y le pasa el resto a la persona que está detrás de él.
—Necesito esto para mañana — continúa, levantando su copia personal que parece ser la hoja de respuestas. —Si no aprueban los exámenes de fin de año, con suerte este trabajo de curso los ayudará a redimirse.
Escucho atentamente. Necesito sacar una buena calificación en esto, en caso de que me vaya mal en los exámenes finales de la escuela, tal vez esta tarea podría salvarme. Mi mayor problema son los exámenes. Puedo revisar apuntes y estudiar para ellos, pero en el momento en que estoy sentada enfrente de esa hoja con preguntas, todo se desvanece de mi cabeza.
—Los maestros tendrán una reunión de personal en unos minutos, así que no tendremos ninguna clase de Matemáticas hoy. Entonces, los veré con mi tarea el día de mañana. Qué tengan un lindo día.
Y con eso, da media vuelta para salir de la habitación con su única hoja en mano.
Mis ojos siguen el papel por alguna extraña razón, y el pensamiento más poco ético viene a mi mente.
¿Qué pasaría si tuviera en mis manos esa hoja de respuestas?. Fácilmente podría sacar un cien y no tendría que preocuparme por hacer mal el exámen de Matemáticas Avanzadas. Aprobaria una materia y faltarían siete más.
—Hola, Alisson.—Un fuerte empujón en mi hombro me saca de mi cabeza y giro mi rostro para ver a Alan, un chico alto que se sienta detrás de mí, empujando la copia de la tarea en mi cara.
—Toma esto.
—¿No podrías empujar el papel sucio en mi cara?Siseo y lo tomo de él, causando que Derek se ría mientras mira su hoja.
Miro el papel y la mitad parece japonés. Suspiro y presiono una mano en mi frente. Necesito aprobar esta materia; Necesito hacerlo mejor este año.
Y luego vuelve la idea inmoral, más fuerte que nunca. Roba la hoja de respuestas, Alisson. Obtendrás cien fácilmente ahí mismo.
Me muerdo el labio mientras pienso mucho en ello y Derek me mira, mira hacia otro lado y luego hace una doble toma rápida.
—¿Estás bien?. Parece que te estás comunicando mentalmente con extraterrestres.
—Estoy tratando de asegurar mi 100 en esa tarea.
Se vuelve hacia mí en su silla, apoyando un codo en el escritorio detrás de él mientras me quita el cabello de los ojos. —Entiendo... pero bueno, tenemos toda la sesión libre, ¿quieres jugar más cartas?.
Niego con la cabeza. Por eso sigo fallando, Derek es una dulce mala influencia. Sin embargo, lo amo de cualquier manera, él sabe cómo hacerme escapar de la cruel realidad que me rodea a veces.
...Sostengo su hombro dramáticamente....
—Eso no podía ser por ahora hermano. Dejémoslo para otro momento.
Se encoge de hombros mientras me pongo de pie.
—Esta bien.
—Tengo algo que necesito hacer.
Él me mira con curiosidad, sus cejas pobladas se unen. —¿Y que es eso?
—No te preocupes por eso. Sonrío mientras salgo de la clase con asertividad.
Me siento como un personaje de James Bond mientras estoy de pie en la esquina de la pared, esperando que se despeje la sala de profesores para poder entrar.
Después de que sale el último maestro, noto a Dean, el conserje, entrando a la habitación con sus artículos de limpieza. Después de un momento se va y ahora es mi turno de hacer una entrada. Afortunadamente, la sala de profesores siempre se deja abierta durante las reuniones, en caso de que un maestro necesite pasar por algo, así que entro rápidamente, cierro la puerta detrás de mí en silencio y me acerco al escritorio de la Sra. Carter.
He estado en la sala de profesores muchas veces durante mis años en Oxford High. Los profesores siempre quieren sermonearme sobre mis atroces notas. Siempre me sorprende lo desorganizado y en mal estado que puede estar el espacio de algunos profesores, con toneladas de libros apilados sobre los escritorios, cortinas demasiado lavadas que cubren las grandes ventanas oxidadas y ese extraño ventilador chirriante en el techo que puede caerse cualquier día.
El salón necesita una nueva decoración y si yo fuera un maestro aquí, lo habría dejado en el buzón de sugerencias.
Miro hacia atrás para asegurarme de que la zona esté despejada antes de agarrar la manija del cajón de su escritorio e intentar sacar la hoja de respuestas. No se mueve y hago una mueca mientras tiro con más fuerza.
...imaldita, sea!...
Al descubrir que está cerrado, me toco la frente y exploto mis mejillas de decepción. ¿Qué estaba esperando?. No habrían dejado sus documentos confidenciales al aire libre en una sala de personal no cerrada.
Golpeo mis uñas contra la mesa, pensando en un plan B, y luego una nueva oportunidad se presenta ante mí. Su pesado libro de texto de matemáticas está sobre el escritorio del que sobresalen hojas de papel. La hoja de respuestas tiene que estar entre ellos. Mi lengua sobresale por la comisura de mi boca en concentración mientras abro sigilosamente el libro grande, sonriendo cuando mis ojos ven lo que he estado buscando fervientemente, descansando bellamente en la parte superior del libro y esperándome.
Son como fuegos artificiales el 4 de julio cuando cierro los ojos, mi sonrisa es tan amplia que estoy segura de que me parezco al Guasón en este momento. Lo saco y cierro el libro, sosteniéndolo contra mi pecho y saboreando el éxito.
Sin embargo, mi breve momento de triunfo termina cuando escucho pasos débiles acercándose a la sala de profesores seguidos de una conversación indistinta.
—Mierda.—Me congelo por un segundo, mirando de izquierda a derecha en busca de una ruta de escape mientras las voces comienzan a acercarse.
—No, no, no me gustan las reuniones
—¿y tu crees que yo las disfruto?...bueno, mejor voy adentro.
—¿Qué vas a hacer?
—Probablemente duerma un poco.
—Bien.
—Sí, nos vemos, Srta. Viscuso.
Veo una pequeña puerta en la esquina más alejada de la habitación y rápidamente me apresuro, la abro y me deslizo antes de cerrarla detrás de mí. Miro a mi alrededor y pongo los ojos en blanco cuando me doy cuenta de que ahora estoy parada en el baño de hombres. El espacio es denso y compacto con solo un inodoro, un espejo manchado en la pared y un lavabo para las manos.
Suspiro y me giro hacia la puerta, poniendo un ojo en la estrecha grieta a un lado para ver quién ha entrado en la sala de profesores. Se me escapa un grito ahogado cuando noto al Sr. Specter, sentado en su escritorio y sacando su teléfono de su bolsillo. No hace falta decir que su cubículo es el más limpio de la habitación sin libros innecesarios tirados por ahí. Este hombre es un fanático de la perfección.
...Pongo los ojos en blanco....
Está sonriendo a la pantalla de su teléfono antes de tocar el mouse y dirigir su mirada a su computadora, su sonrisa todavía sigue en su lugar. ¿Qué pasa si comienza a ver porno pensando que es el único presente aquí?. Me río para mis adentros. Sería una escena bastante entretenida de ver. Presiono una palma sobre mi boca para reprimir mi risa, el pensamiento me emociona mucho más de lo que debería.
Pero mi risa rápidamente se desvanece en una línea cuando comienza a levantarse de su asiento, torciendo el cuello mientras comienza a moverse en dirección al baño.
...¡Ay, no, no, no!...
—¡Oh no, oh por favor no lo hagas!. Muevo mis piernas con pánico, acariciando desesperadamente mi cabello desordenado. —Por favor, no vengas aquí, por favor no vengas aquí, por favor no vengas aquí.
Mis oraciones son inútiles porque ahora está parado frente a la puerta del baño, tanteando la perilla con la palma de su mano. Agarro la manija desde adentro y cada vez que él la gira, yo también lo hago. Lo hace sonar y lo agarro con firmeza, impidiéndole el acceso.
Su rostro se contorsiona por la confusión cuando comienza a usar toda su fuerza varonil, y ahora soy incapaz de seguir resistiendo. Lo tira con firmeza hacia adelante y lo dejo ir y rápidamente me dejo caer sobre la tapa del inodoro, con las piernas abiertas a cada lado como si estuviera cagando en un inodoro cerrado.
El Sr. Specter se congela, mirándome con cara de asombro mientras trago con ansiedad, mirándolo rígidamente.
—¿Qué...qué estás haciendo, Alisson?
—Uh... ¿Usando el baño?
Parpadea sin palabras y yo lo miro fijamente, maullando y tirando de mi cabello dentro de mi cabeza. Entonces sus ojos se posan en las respuestas robadas en mi mano, trago saliva y las escondo detrás de mí.
—Señor Specter, ¿está todo bien? —Una voz viene desde atrás y me doy cuenta de que es uno de los profesores, el Sr. León que enseña Química. Entrecierra los ojos e intenta ver por encima del hombro del Sr. Specter.
—¿Con quién estás hablando?
Mi profesor de historia lo mira, luego me mira a mí, y yo suplico con mis ojos, sacudiendo la cabeza y diciéndole que no me delate.
Me mira por un momento, luego suspira y vuelve a mirar al Sr. León.
—A nadie. Voy a usar el baño. disculpeme —Entra y cierra la puerta detrás de él, ahora somos él y yo en el pequeño espacio y ahora estoy frente a la hebilla de su cinturón. Lo miro con ojos tímidos, la luz amarilla sobre su cabeza brilla en su mandíbula definida.
Se parece a un dios griego en este momento. Un dios griego malvado.
...Me va a delatar. Él me odia, así que lo hará....
Presiona una mano en su frente y respira hondo.
—Levántate, Alison.
...¿Está tratando de llevarme a la oficina del director? No, no me iré sin luchar....
—Lo siento, no hice nada. Realmente no lo hice. Yo no lo hice.
—Alisson , levántate.
—Sr. Specter. No puedo.
...Él entrecierra los ojos....
—¿Qué?
—Estoy usando el baño... así que no puedo levantarme—susurro, cerrando los ojos y agarrando el papel con fuerza detrás de mí.
—Escucha, no tengo todo el día. Déjate de tonterías y ponte de pie.
Sacudo la cabeza desafiante y él se pellizca el puente de la nariz con frustración.
...No me levantaré podría ser expulsada por esto....
—Señorita Morgan, si no te pones de pie ahora mismo, traeré al director aquí. Entonces, de pie. Arriba.
Mis ojos comienzan a picar cuando me muerdo el labio inferior. Me mira con seriedad y temo el resultado de mi destino, así que me pongo de pie lentamente mientras da un paso atrás para dejarme espacio. Me alejo de él, todavía sosteniendo la hoja en mis manos mientras retrocedo contra la pared.
...Se lleva las palmas a la cintura....
—Déjame ver lo que tienes en la mano.
...Yo suspiro....
—Señor Specter...
—Entregue el papel.
Muerdo mi labio y lo estiro hacia él, cubriendo mis ojos tan pronto como está en su poder.
...Estoy Condenada....
—¿Qué es esto?
...La causa de mi funeral....
—¿Alisson?
—Una hoja de respuestas —respondo en un tono ahogado, con las palmas de las manos apretadas contra mi cara.
—¿Para qué?
...¿No puede ver? ¡Matemáticas avanzadas, obviamente!...
—Háblame o haré que hables con el director en su lugar.
Retiro mis manos y empujo mi cabello hacia atrás, el agua se acumula en mis canicas vulnerables (Me refiero a mis ojos), no a otras canicas vulnerables.
—Estaba tratando de robar la hoja de respuestas para mi tarea de matemáticas. Quería hacerlo bien. Sentí que... si podia obtener 100, entonces tal vez no tendría que preocuparme por reprobar los exámenes...
No lo estoy mirando, así que no me doy cuenta de cómo es su expresión. Las lágrimas nublan mi visión y se aferran a las pestañas mientras miro las baldosas color crema, mi cuerpo tiembla de ansiedad.
—Entonces, ¿crees que robar las respuestas mejorará las cosas para ti a largo plazo?
...Niego con la cabeza....
—Respóndeme con palabras.
—No señor. Respiro, usando mi mano para secarme los ojos.
Me observa en silencio durante un rato mientras yo sollozo en silencio, tratando de secarme las lágrimas con cada excreción.
—¿Por qué estás llorando? ¿Dije que te iba a denunciar?
...Niego con la cabeza....
—No.
—Entonces, ¿por qué estás llorando?
—Sé que lo hará —me las arreglo para murmurar con voz quebradiza. —Yo sé que no le agrado.
Un espeso silencio se apodera de la atmósfera y me doy cuenta de cómo se pone de pie ante mi, antes de que llegue su respuesta.
—¿Alguna vez te he dicho que te odiaba?
—No... pero las acciones hablan más que las palabras... — susurro, enterrando mis ojos en sus brillantes zapatos, viendo el reflejo de su torso pero incapaz de distinguir su semblante facial.
El vacío silencioso regresa por un tiempo hasta que deja escapar un suspiro pesado. —Escucha, deja de llorar. No te denunciaré.
Él no responde a la parte de 'odiarme', pero trato de ignorarlo. No importa lo que él piense de mí.
Uso mi brazo para secarme los ojos y él frunce el ceño.
—NO pongas tu sucia mano en tu cara, niña. Te ayudaré con tu tarea después de la escuela.
Lo miro, y su expresión es estoica y seria mientras me mira fijamente.
—¿Me ayudará?
—Sí. Quédate después de la escuela y encuéntrame aquí en la sala de profesores. Escucha, no quiero que husmees y robes papeles nunca más, eso podría meterte en serios problemas. Mirate ahora.
Hace un gesto con el dedo y gira para abrir la puerta, mirando si la habitación está despejada antes de abrir la salida. Lo sigo detrás, limpiando las lágrimas derramadas en mi cara.
—¿Ves eso ahí arriba? —Señala un dispositivo brillante en la esquina de la pared con una luz roja parpadeando en la parte superior. Asiento con la cabeza.
—¿Eso es una cámara?
Me pongo rígida notablemente y él asiente.
—Sí, podrías haber sido atrapada y expulsada. Así que no vuelvas a hacer eso.
Asiento con la cabeza de nuevo y él mira alrededor de la habitación.
—¿Dónde se sienta la Sra. Carter?
Señalo el área en la esquina, y él se acerca, colocando la hoja en la parte superior de su escritorio. Niego con la cabeza y me acerco a él.
—No, estaba en el libro —Lo tomo y abro el libro de texto, deslizando la hoja de respuestas dentro antes de volver a cerrarlo.
El Sr. Specter me mira con asombro.—¿No eres un criminal?. Aprieto los labios en silencio, él suspira y apoya su trasero contra la mesa. —De acuerdo. Después de la escuela, si no te veo fuera de la sala de profesores a las 3 pm en punto, empacaré mis cosas y caminaré hasta el estacionamiento, me subiré a mi auto y me iré directamente a casa. No me gusta llegar tarde y pierdo la paciencia fácilmente. ¿De acuerdo?
...Asiento con la cabeza....
—Palabras. Por favor.
—Esta bien señor.
—Bueno. —Se pone derecho de nuevo. — Ahora tendré que encontrar una manera de borrar ese videoclip de usted cometiendo su crimen. Vaya a clase, estaré ahí para la clase de historia en breve.
—De acuerdo. Gracias, Sr. Specter— Sonrío un poco y me doy la vuelta para irme, una pequeña sonrisa se formo en mi rostro.
—Por cierto, ¿Señorita Morgan?—despejo la sonrisa y me vuelvo hacia él.
—¿Señor?
—Debería hacerte saber que esto no significa que ahora somos amigos, ¿de acuerdo?. No mantengo amistades con estudiantes.....Sólo quería aclarar eso.
Asiento con la cabeza comprensivamente. —Esta bien señor. Comprendo—volteo los ojos sin que me mire.
—Bueno. Qué tengas un lindo día. Él vuelve a su escritorio y se sienta mientras yo salgo de la sala de profesores con una leve sonrisa en la cara.
Para ser honesta, no estuvo tan mal hoy, en realidad mostró un poco de compasión. El Sr. Specter nunca me ha tratado de esa manera antes, se siente extraño. Fue refrescante, pero algo me dice que esta sera la única vez.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 51 Episodes
Comments
Patricia Saldaña
Me está gustando mucho. Sigamos...
2024-08-15
3
AMANECER
👌😅
2024-06-06
1
AMANECER
😅🤭🤭
2024-06-06
1