El Reencuentro

Después de Alicia contárselo todo lo que paso con su Tío, antes de que él llegara, decidió que lo mejor era verse otro día, para poder bajar la tensión que se siente, pues Alicia todavía estaba afectada con todo lo sucedido, y Joseph estaba muy alterado con el altercado, así que se volverían a verse otro momento, Alicia decidió irse a una casa pequeña, donde se encontraba a escondidas con Simón, hace años no iba allá, pero esta vez la ocasión la apreciaba, es que sabía que si iba a su casa, podría que sus hijos la vean así, y no quería preocuparlos, así que mejor decidió venir a esta casa, en eso que entra se siente el ambiente todo tranquilo, las cosas están donde siempre están, pero se le hizo raro es que vio unas flores y velas en los muebles, las velas prendidas, las flores arregladas en flores pequeños, decidió acercarse, cundo las tocó se dio cuenta de que están frescas, le pareció extraño, así que mejor apago las velas, cuando estaba por apagar las últimas dos, sintió una respiración en su oído derecho, la colonia se le hizo familiar, cuando callo en cuenta de que alguien está detrás de ella, sintió miedo, pero cuando esa persona tomó su cintura y la atrajo hacia atrás, una corriente eléctrica le paso por todo su cuerpo, en ese momento recordó, que el único que la hacía sentir así era Simón, lentamente se dio la vuelta, cuando vio la cara de la persona, casi se desmaya, era él, su Simón, este la miraba con una sonrisa, cogiéndole la cara, sin más la beso, un beso necesitado por parte de ambos, Alicia sentía que su corazón se me iba a salir del cuerpo. Lloraba de felicidad, no sabía que hacer, ni como sentirse, por eso, lloro, porque estaba en shock, hasta que él habló.

Simón- Hola Bambina-dice feliz.

Alicia- Simón, amor mío-dice en shock.

Simón- Así es amor, aquí está tu hombre-dice besándola.

Alicia- ¿Qué haces aquí?, pensé que no volvería vernos, no sabes el terror que tengo amor, te he extrañado-dice llorando.

Simón- Vino por ti, sabes que no pienso renunciar a nuestro amor-dice con ternura.

Alicia- Tú sabes que estoy casada, también tengo dos hijos, además sé que Joseph, se pondrá furioso, cuando nos vea, pero quiero estar contigo, no importa quien se oponga-dice tocando su cara.

Simón- En ese caso debemos empezar, por recuperar todo el tiempo perdido-dice con picardía.

Alicia- Entonces que estamos esperando-dice burlonamente.

Simón agarra a Alicia de la cintura, la sube con las piernas enrolladas en su cintura, besándola, suben a la habitación, para derrochar su amor.

Simón- Vaya, si que eres hermosa-dice acostándola en la cama.

Alicia- Así es amor. Señor Simón, hazle el amor a su amor ahora-dice quitándose su ropa.

Simón- Como ordene mi coronel-dice besándola.

Así es como ambos les sobro la ropa, se entregaron sin reservas, dando suelta a una pasión mágica, donde disfrutaron de sus cuerpos, Alicia movía sus caderas, lo mismo Simón, él tocaba su busto, probando probándolos, en cambio, ella tocaba sus músculos, su abdomen. Un vaivén suave se estremecía en ambos cuerpos, estaban haciendo el amor despacio, sin prisa, adorándose, después de tantos años, estaba entregados sin contemplación, ambos se veían a los ojos, profesándose amor del que nunca dejaron de ver, aquellas miradas siempre iban a pertenecer el uno al otro, sabían que ellos dos se iban a amar, que sus cuerpos a pesar de que hubieran estado con otras personas, no se comparaban cuando estaban con sus verdaderos dueños, estaban sumergidos en su faena, cuando llegaron a la cima ambos, sudorosos, con una sonrisa en sus labios. Jamás imaginaron que eso sería el reencuentro más esperado.

En la casa de Karina.

Ambas hermanas estaban sentadas en la sala de la casa Karina, hablando de todo lo que han pasado en los años, que estuvieron separadas.

Luz- Sabes que Sam nunca me callo bien, además ese hombre siempre ha sido un mujeriego, de lo que te libraste hermana-dice tomando jugo.

Karina- Es que yo pensé que en serio él había cambiado, pero me di cuenta de que nunca me quiso, además tengo algo que decirte, no sé que como lo tomarás-dice preocupada.

Luz- De que hermanita-dice curiosa.

Karina- Estoy embarazada, vas a hacer tía, querida hermana-dice en un suspiro.

Luz- Ya lo sé-dice tranquila.

Karina- ¿Cómo te diste cuenta?, vaya estoy asombrada-dice aturdida.

Luz- Lo digo, porque tú nunca andas con ropa ancha, tampoco suele ser tan agresiva, y porque jamás tomas jugo de naranja, sé que no te gusta, creo que será por los antojos, solo espero que ese bebé no sea del cobarde de Sam-dice sería.

Karina- Así es no es de Sam, es de un hombre que conocí, hace unos meses, y pienso que enamore, él me invito a su habitación de hotel donde se estaba quedando aquí, un día que vino, pensé que era una broma, pues cuando me invito, solamente nos habíamos visto pocas veces, en fin, fui hacia su habitación, tuvimos sexo, no nos cuidamos, y así es como quede embarazada-dice tensa.

Luz- Dime una cosa Karina, ese hombre sabe lo del bebé-dice mirándola a los ojos.

Karina- No, lo llamé hace unos días, pero no contesta, no recuerdo muy bien su ubicación, ni sé donde vive-dice triste.

Luz- Cuantos meses tienes Karina-dice tomando su mano.

Karina- Voy para los cinco meses, no se me ve casi, es porque me pongo ropa ancha, y lo oculta, también porque mi vientre no es tan grande-dice tocándose el vientre.

Luz- Vaya eso me ha dejado perpleja, como se lo han tomado mis papás, porque saben de tu embarazo cierto-dice seria.

Karina- No, nuestros padres no lo saben, porque se que son de capaz de decirle a Sam, y no quiero a ese hombre encima mío, bastante que he durado en superarlo, para que ahora vuelva a verlo, y en cuanto al padre del bebé, solamente espero que no me lo vaya a quitar, porque sería un problema, lo digo porque mi embarazo es de guardar reposo-dice preocupada.

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