Noche Mágica.

Karina estaba saliendo de su casa para ir a un bar que queda en el centro de la ciudad, lo que de verdad necesitaba era olvidar a su ex, pues su relación anterior al parecer duro más de tres años, eso que sin contar las veces que no se veían. Nunca se imaginó terminar con Sam. Un hombre que ha conocido toda su vida y por su puesto, su padre es socio de su papá, lo único que necesita es olvidar esa relación, que por el momento es la única que ha tenido, pues Sam es el único hombre con él ha estado. Su vida entera giraba en torno a él, no habido conocidos hombres antes, ni mucho menos ha tenido otra relación, solo ha sido Sam el primer hombre en todo. La verdad es demasiado frustrante, porque Sam era muy celoso cuando estaban juntos, ojalá le hubiera gustado tener más amigos, pero en realidad únicamente es Alicia y otro amigo que tiene, pero hoy decidió que va a olvidar a Sam, y que va a fallar con cualquiera, pues a sus veintiséis años, ya era hora de tener otra relación y no solamente su ex, cualquiera que se le pase por la cara, con él va a estar, pues con Sam ya llevaban tiempo sin tener intimidad, y únicamente con él ha estado hasta hoy.

En eso ve que le escribe un número desconocido.

Desconocido- Te acuerdas de mí, chica lista.

Pero que ha pasado, quien carajos le está escribiendo, además ella nunca da su número a desconocidos.

El desconocido que diste tu número ebria en Venecia, en aquel bar.

Claro el tal Alexandre, pero ese hombre realmente es guapo con esas gafas y sus músculos hay por Dios. Era él, aquel hombre que la beso toda ebria, llorando por su ex, unos meses atrás.

Karina- Eres Alexandre, el chico todo ebrio que me beso-dice contestando.

Alexandre- Chica lista, si soy yo, y estoy acá en la ciudad donde tú me dijiste que vivías.

Karina- En que parte estas-dice nerviosa.

Alexandre- Me estoy quedando en el hotel famoso del centro, tú debes conocerlo.

Karina- Voy para allá-dice con nervios.

Alexandre- Estoy en la habitación 221- dice.

Karina- Como hago para entrar-dice un poco preocupada.

Alexandre- Ya le dije a la de recepción que tú ibas a venir-dice.

Karina- Espérame allá.

Se va en su carro directo donde está ese hombre de gafas, guapo, carajo, tengo nervios de mierda, pero la ocasión lo amerita.

En eso llega a recepción.

Karina- Buenas noches, lo pasa es que el señor Alexandre me dijo que me espera en la habitación 221-dice sudando frío.

Recepcionista- Claro, si ya nos avisó que usted venía, tome esta tarjeta-dice dándole la tarjeta de la habitación.

Karina- Gracias-dice tomándola.

En eso se sube al ascenso. Sus manos sudando de los nervios que tiene, se da apoyo ella misma, pues sabe que esta noche iba a tener sexo con otro diferente a su ex, solo espera que Alexandre sea diferente, en eso ve que las puertas del ascensor se abren y decide caminar hasta la habitación de Alexandre, pero primero decide tomar un poco de aire.

Toca su puerta.

Karina- Alexandre estás ahí-dice con la voz entrecortada.

En eso que abre la puerta, ve a una persona de espaldas en la ventana de la habitación, decide acercase y lo toca en la espalda. Él se da la vuelta y la ve tan bonita con ese vestido plateado corto y con ese cabello recogido en una coleta alta.

Alexandre- Estás aquí.. Nena te ves fantástica-dice besándola.

Karina siente que jamás ha sido besada como lo está haciendo Alexandre, siente su cuerpo vibrar, un cosquilleo en su vientre que anterior en su relación, no lo sintió, sus labios suaves y con sabor a menta y Whisky, siente que la tumban en la cama.

Alexandre- Kari.. Yo ...Jamás estado con una mujer, quiero que seas la primera, desde que te vi en Venecia-dice quitándole la ropa.

Karina- Alex, quiero decirte que hace años que no tengo intimidad-dice sonrojada.

Alexandre- Déjame adorarte en todo tu cuerpo mujer-dice quitándose su ropa.

Karina- Tú eres el que manda mi guapo con gafas-dice nerviosa.

Las ropas les estorba para ese momento en que ambos se entregaron sin reservas. Jamás imaginaron que sus cuerpos se unirían como sus almas.

Alexandre le daba suaves embestidas y le tocaba el cuerpo a Karina de una manera única. En cambio, Karina recibía un inmerso placer que no había recibido en su vida, en aquel hombre desconocido. Ellos sintieron que el mundo giraba solamente a su entorno esa noche. Ninguno de los dos sabría que esa noche sería el comienzo de una historia única.

Karina empujaba sus caderas, para encontrarse con los golpes de Alexandre algo torpes, pero que daba todo en sus venir hermoso.

Nunca imaginaron que esa noche mágica sería el comienzo de un ser que vendría muy pronto a volver sus vidas un caso y alegría.

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