Tiempo Limitado. |Duología Alemania #2
«9 años atrás.»
Aquel día, salíamos de una fiesta...
Regresábamos a casa en una limusina pequeña y rosa, recuerdo que cantábamos y reíamos de las cosas que ocurrieron en el evento.
Hasta que, todo se fue a la mierda...
El auto fue arrollado por otro mucho más grande, aunque ahora no recuerdo la marca o modelo de este, pero si recuerdo que dimos unas siete volteretas por toda la carretera hasta detenernos...
Cuando logré abrir los ojos y ubicarme, Fri yacía desmayada a mi lado pero sin nada más grave que algunos moretones.
Intente estirar mi mano para tocarle, pero un dolor desgarro mi brazo —F-Fri...
—Tranquilas... —hablo el conductor entre jadeo —Las voy a sacar de aquí...
Las luces de la camioneta que parecía casi intacta, nos iluminaron.
Pude ver a dos hombres bajar de ella y caminar a nosotros.
—¡Aquí! —grito el conductor, aliviado de recibir apoyo —¡Ayu...
Un disparo me hace sobresaltarme al mismo tiempo que temblar, miro al conductor y contengo la respiración al ver que tiene en la frente un hueco de donde sale una delgada línea de sangre.
Entonces, únicamente entonces, supe que el accidente fue hecho a propósito...
—¡Fri!
La puerta de nuestro lado se abre y la luz del auto me ciega.
Intentó arrastrarme hasta mi amiga pero el cansancio me gana.
.
.
.
Cuando abro los ojos por segunda vez, me encuentro en una habitación oscura, todo me da vueltas.
Solo hay una puerta en aquel lugar y observo que tengo cadenas en los tobillos.
Fri a mi lado no se mueve —Fri... —me acerco a ella todo lo que las cadenas me lo permiten. —¡FRI DESPIERTA! —mi amiga se mueve casi imperceptiblemente —Por favor Fri... Hazlo... No mueras... Tú no.
Con cuidado, luego de lanzar un quejido de dolor, los abre y el alivio me invade —¿A-An..?
—Si, aquí estoy... —le susurro
Con cuidado se sienta y sisea de dolor —¿Dónde estamos? —mira a su alrededor
Sacudo la cabeza y la imitó al sentarme también —No lo sé... ¿Te sientes bien?
Fri mira las cadenas de sus pies. —Si... —su voz se quiebra —An... No quiero estar aquí...
—Tranquila, vamos a salir de esto... Juntas, como siempre.
Fri asiente justo cuando la puerta de aquella habitación se abre.
La persona que entra es un señor alto, de cabello negro, ojos azules y en su rostro yace una sonrisa triunfadora —Buenas tardes, señoritas... —nos mira a ambas y al mantener la puerta abierta en aquel lugar puedo ver que en efecto la poca luz que llega a la habitación es del medio día. Eso, quiere decir que pasamos toda la mañana inconscientes —Me llamo Egbert Schmidt... —Fri tiembla y yo me limitó a no responderle —Es un honor conocer a la heredera de los Müller... —habla con una flamante elegancia
Ahora entiendo, es uno de los mayores rivales del padre de Fri. He escuchado al señor Müller hablar de él.
—¿Cómoda Frieda? —le mira
Fri me mira y le pido con la mirada que no diga nada; sin embargo, me ignora —Quiero a mi papá...
—Oh, claro que iras con él... Solo es cuestión de ajustar algunos acuerdos sencillos y si todo sale bien, entonces se irán... Pero hasta entonces esta será su casa...
Algo no me da buena espina de todo esto... Y conforme pasaban los días, y no venían por nosotras, puede comprobarlo.
Fri lloraba todo el tiempo y yo no podía acercarme para abrazarla y consolarla, lo que me dejaba con un mal sabor de boca.
—Mi papá no viene... —sollozaba
—Tranquila... Vendrá. Lo sé.
—¿Cómo sabes?
—Fri... Es tu papá, te quiere más que a nada, vendrá. Ya verás.
Pero al pasar de los días esas esperanzas se iban alejando.
...[...]...
No veía el sol, la luna, lluvia. En ese cuarto oscuro no había nada.
Pero un atardecer, según reconocí cuando la puerta se abrió, entro el señor Schmidt muy enojado.
—Parece que tu padre no te quiere lo suficiente... —sisea paseando de un lado a otro. —Quiere saber dónde estás pero eso no se da gratis, ¿O si, Frieda?
Ella niega —N-no sé...
—No sabes... —el señor Schmidt se detiene y la mira —Creo... Que va siendo hora que sepas...
Mi cabeza empezó a trabajar de inmediato. No viene pero quiere saber de ella...
¡KARL!
¡CLARO!
Él era la clave de todo, pero hasta entonces, debía mantenernos a salvo a ambas.
El grito de Fri me hacen reaccionar... Dos hombres más han entrado y la tienen sujeta de los brazos.
—¡An! ¡An! —me grita
—¡FRIIIIIII! —me levantó, pero no logró llegar a ellos —¡NO LA TOQUES HIJO DE PUTA! —siseo y pataleo para acercarme lo mejor que puedo
—Vaya... —habla el señor Schmidt —Al fin escuchó tu voz... ¿Así que los Müller tienen una zorra en su casa?
No entendía que quería decir, pero sin duda, lo aprendería de la peor manera.
—La tocan y los mato a todos... —sisee con odio
El señor Schmidt me mira con una sonrisa, alza una de sus cejas y ordena con voz seca —Llevársela...
Los tipos sacan a Fri de la habitación a rastras. —¡AAAAAAAAAAAAANNNNNNN! —grita a todo pulmón mientras evita que la saquen —¡NO ME TOQUEN!
Ese grito, viviría en mi memoria por siempre.
—¡FRIIIIIIII! —peleó con las cadenas todo lo que puedo. —¡NO LE HAGAN NADA! ¡NO LA TOQUEN! —caigo al suelo de rodillas, llorando —No le hagan nada... —sollozo —Haré lo que sea por ella...
—¿Hasta morir?
Miro al señor Schmidt, él aún está parado el medio de la habitación y me mira interesado en mi respuesta.
—Si... —sollozo —N-no lastimen a Fri...
—Veo que tienes determinación, ¿Cómo te llamas?
—Antje Weber... —susurro
—Bien, Antje... ¿Qué estarías dispuesta a hacer por Frieda?
—¡Lo que sea! —grito en un intento de obtener su compasión —P-pero no le hagan nada a ella...
—Y prometo que no le haré nada... —camina a mi —¿Tomarías su lugar? —susurra y se arrodilla a mi lado —Eres muy bonita Antje... —coloca una mano en mi rodilla, la sube por mis muslos y la desliza por debajo de mi vestido mientras yo solo me puedo estremecer ante su tacto —Y esté trabajo nos frustra... ¿Nos ayudarías? —le miro aterrada —¿Eres virgen? —asiento como puedo —Prometo ser amable...
No, no pude ser que él me pida... Joder, es un mafioso, ¡claro que puede hacerlo!
—Fri...
—No la tocaré mientras tú me sirvas, ¿Te parece?
—¿Cómo sé que cumplirá su palabra?
—Yo siempre cumplo mi palabra... —dice con sinceridad —Si te prometo no tocarla, no la tocaré... —alza la mano
Mis miedos afloran. Pero sacudiendo la cabeza los desaparezco. —A-aceptó.
El señor Schmidt sonríe de lado con prepotencia —Bien... —llama a un hombre para que me quite las cadenas.
El señor Schmidt me saca de la habitación y me tambaleó al recibir la luz de la tarde.
—Ven...
Camino con dificultad y me dejó guiar por él, quien me lleva a otra habitación donde tienen a Fri, ella me mira asombrada y con lágrimas en los ojos.
—¡An!
—¡Fri! —corro a ella y le abrazo con todas mis fuerzas.
—An... —llora
La tomó del rostro y la obligó a mirarme —Escúchame... Debes ser fuerte Fri... Y tener fe en que saldremos de esta.
—¿Q-qué... Quieres decir?
Uno de los hombres que trabaja para el señor Schmidt, me toma del hombro y me separa de Fri —Te quiero Fri, no lo olvides.
—¡AN! —chilla, mientras ahora soy yo la que es sacada de la habitación a rastras
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 35 Episodes
Comments
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
2023-03-29
0