Capítulo 18 Promesa Rota

Subo a mi auto, y comienzo a conducir directo a mi casa, siento una gran importancia, ¿Cómo se pudieron revertir los malditos papeles?, Ricardo me tiene en sus manos y esto no se va a quedar así, lo prometo.

Han pasado 2 días, tengo que ir a casa de Ricardo, a recoger el encargo de mi papá, ya que la próxima semana, todo tiene que estar listo para su evento.

Llegó a la casa de Ricardo, la verdad, me siento muy nervioso, tengo un mal presentimiento.

//Diiiiinggg Doooonnngg// - llevo 10 largos minutos, esperando a que alguien me abra la puerta, cuando veo a Estela, asomarse por su ventana.

Pietro - ¡Hola Estela, buenas tardes, vine a recoger el encargo de mi papá!

Estela - ¡Ok, enseguida te abro!

Pietro - ¡Gracias! - que raro que Estela se encuentre sola en su casa, Carolina, rara vez la deja sola, justo cuando pienso que Estela, es la que me va a recibir, veo a Carolina, frente a mí, abro mis ojos más de la cuenta al ver el tamaño del moretón que tiene en su mejilla.

Carolina - ¡Hola, Pietro, pasa, en la sala se encuentra el encargo de tu padre!

Pietro - ¿Qué te paso? - me acerco a Carolina, para ver más de cerca, pero ella retrocede, dejando mi mano extendida, sentí una punzada muy fuerte en mi pecho.

Carolina - ¿Has escuchado la frase, me golpeé con la puerta o me caí de las escaleras?, ¡Pues, eso no me pasa a mí..., Ricardo llegó hace 2 días, muy molesto, golpeó a Estela y también me golpeó a mí, no sé, que hice para hacerlo enojar! - hijo de puta, ¿cómo le pudo haber hecho esto a su esposa y a su hija?, está loco, es un maldito demente, ¿Dónde carajos, está Sammuel, cuando lo necesito?

Estela - ¡Hola Pietro...! - alcanzo a ver el brazo de Estela, y también tiene un moretón.

Carolina - ¡Cariño!, ¿Por qué no le hablas a Samm, y que venga a verte o pregúntale si puedes ir a su casa? - veo a Estela, que saca de la bolsa trasera de su falda, su móvil y remarca el número de Samm, se aleja de Carolina y de mí, para poder hablar mejor con él. - ¿Quieres pasar? - la veo a los ojos y le sonrió.

Pietro - ¡Claro, gracias! - se hace a un lado, para que pueda entrar, cuando entro a la casa, cierra la puerta, no importándole que Estela se quede afuera y que quedemos ella y yo solos, eso espero. - ¿Me podría contar mejor, que fue lo que pasó?

Carolina - ¡Estaba viendo una película con Estela, en mi habitación, cuando de repente llegó pateando la puerta de la habitación, se acercó a mí, me tomo del cabello, me dio una bofetada haciendo que cayera al suelo, Estela trato de defenderme, pero él..., él tomó a mi pequeña del cuello justo cuando la iba a golpear en la cara, me levanté, tratando de evitar que la golpeará, pero fallé, ya que le termino golpeando su brazo, haciéndola que cayera y se golpeará la cabeza y perdiera el conocimiento..., creí que se asustaría o reaccionaria de otra forma, pero no fue así, nuevamente, se dirigió a mí, me tomo del cuello, y comenzó a decir, cosas sin sentido! - veo atentamente a Carolina, sus lágrimas no dejar de caer por su bello rostro, sigue siendo preciosa, a pesar de tener un moretón.

Pietro - ¿Qué fue lo que te dijo? - trago grueso, mis manos están sudando demasiado.

Carolina - ¿Sabes Pietro?, ¡La verdad es que, ya no soy tan joven, no soy bonita, pero sé darme cuenta, cuando un hombre le es infiel a su esposa...!

Pietro - ¡Caro, yo...!

Carolina - ¡Ricardo, me dijo que tú estabas enamorado de mí!, ¿Eso es cierto? - la sangre se me fue a la planta de mis pies, abro los ojos demás, al saber que ese infeliz, rompió la promesa que el mismo me pidió hacer. - ¿Es cierto, Pietro?

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