Capítulo 17 Desventajas

Ricardo - ¿Por qué tanta preocupación por, mi... esposa? - ya me había dado cuenta, de que a este chiquillo lo atrae Carolina.

Pietro - ¡Se supone que soy de la familia y debo preocuparme por el bienestar de esta!

Ricardo - ¡Así es, sobrino, tienes que pensar en el bienestar, y al chantajearme, con ese vídeo, no es pensar en el bienestar de la familia!, ¿Qué pensará, Carolina y Estela, de ti, al mostrar ese tipo de cosas?

Pietro - ¡Jajajaja, te estás equivocando conmigo tío, no me tomes por idiota, si a mí me llega a pasar algo malo, se lo he enviado a alguien de mi entera confianza!, ¿Crees que sería chantajista, si no supiera lo que hago? - este chiquillo me lleva mucha ventaja, ¿cómo puede alguien tan joven ser así?, anticipa sus movimientos, antes de que se de la vuelta para que se marche y se suba a su auto, me gustaría ponerlo en la misma desventaja en la que estoy yo.

Ricardo - ¿Me preguntó, que opinara Carolina, de ti, cuando se entere de que tú estás enamorado de ella? - me detengo en seco, siento un vértigo inexplicable en el estómago, no voy a negar, sentí mis pies muy fríos, en tan solo fracciones de segundo, vi muchas posibles causas y efectos, ante algo así, me sentía en desventaja.

Pietro - ¿De qué estupidez, estás hablando, cómo podría yo...?

Ricardo - ¡Ay sobrino, por favor, desde que llegaste a casa con tus padres, me pude dar cuenta de lo atraído que te sentías por tu tía!

Pietro - ¡No serías capaz de decirle!

Ricardo - ¡Bien podría, claro, si tú también mantienes esa bocaza tuya, ssssbbbiiippp, ósea, cerrada! - maldito viejo degenerado.

Pietro - ¡Pediré que borren el vídeo, y mantendré la boca cerrada, espero que tú cumplas tu promesa!

Ricardo - ¡Sobrino, yo jamás rompo mis promesas!

Pietro - ¡Claro, se te olvida que los votos matrimoniales, son promesas!, ¿Pero a ti que te va a importar, si para ti tu esposa e hija no tienen valor?

Ricardo - ¡Hijo de pu...! - justo cuando Ricardo está por darme un golpe, su móvil, comienza a sonar, así que me acerco a las cajas de vasos que llevaba, las cargo una vez más, y las pongo cerca del elevador.

Riiiinnng riiiinggg

📳 Ricardo - ¡Hola, hermano!, ¿Qué pasa? - veo a ese mocoso, levantar las cajas que traía al principio, y lo veo llevarlas al ascensor. ¡Si, aquí está, me está ayudando a elegir las letras y los colores!

Pietro - ¡Al parecer, mi padre, me necesita, nos vemos..., tío! - le digo con tanto desprecio, al grado que mi padre escuché.

📳 Ricardo - ¡No, no, todo está bien, hermano, le llamo una chica por teléfono y como no lo deje ir, se molestó un poco, ya se le pasará, bueno, entonces me haré cargo de tu pedido, a más tardar pasado mañana, ya los tendré listos, si, hermano, no te preocupes, ya sabes que soy el mejor, haciendo mi trabajo! - volteo a ver a Ricardo y lo veo fijamente, cuando el me voltea a ver, puedo ver esa sonrisa oscura de la que tantas veces me advirtió Thiago.

Comienzo a caminar hacia mi auto, justo cuando voy a abrir la puerta, la patean, justo cuando voy a voltearme.

Ricardo - ¡Bien sobrino, espero mantengas tu promesa, si así lo haces, entonces yo cumpliré con la mía! - maldito seas, esto no se quedará así, está desventaja, que ahora siento, no se quedará así.

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