CAPÍTULO 0 | ¿Trampa?

Diez años atrás.

Corro a la velocidad más rápida que me permitan mis piernas, sosteniendo en mis manos una de las razones más grandes por las que me arrepiento de haber tomado una decisión. A pesar de ser vista por muchos soldados, sigo manteniendo mi mal humor notorio. Aun no puedo creer lo que vi, la última misión en la que participé fue una total pérdida de tiempo y mi rostro había sido un poco golpeado quedando algunas pequeñas cicatrices en mi frente y mandíbula. El presidente solo quería que nos diéramos media vuelta con los mafiosos que están libres en las calles y paseándose en ella como si fueran su propiedad.

Maldigo por lo bajo cuando escucho mi tono de llamada resonar por todo el lugar, dejo el sobre debajo de mi brazo y veo quien llama. La llamada se corta antes de contestar, y veo que tengo muchas más perdidas.

Guardo el celular en mi bolsillo antes de abrir la puerta del despacho del ministro y de mi padre. Sigo frunciendo el ceño a pesar de que no nos encontramos solos, allí a su lado está uno de sus tantos amigos. Un general que me mira con morbo de pies a cabeza.

El culpable de mi peor decisión.

Mi padre contiene su enojo sonriendo cortésmente y poniendo ambas manos sobre la mesa formando una carpa, mira a su acompañante.

—Continuaremos la reunión otro día, puede irse.

—Por supuesto, ministro. Yo siempre estaré a su disposición.—le sonríe, se levanta poniendo ambas manos en los brazos del sillón. Su sonrisa no se borra en ningún momento, el enojo sale por cada uno de mis poros y no trato de ocultarlo cuando el pasa por mi lado para salir. —Un gusto verte, Angela.

Aprieto los labios en una fina línea, viendo al hombre que me da una última mirada al culo antes de que cierre la puerta de golpe haciendo sonar fuerte en todo el silencioso lugar.

Cuanto odio a ese imbécil.

Volteo, encuentro a mi padre apilando los papeles sobre su escritorio y luego me mira esperando una disculpa, una que jamás llegará ni aunque me ruegue.

Suspira y da un golpe a su mesa antes de acomodarse en su respaldo de la silla, saliendo del personaje que siempre hace; un hombre amable pero autodidacta que nunca se sale de lo que esta escrito. Pero cuando esta conmigo saca esa personalidad que, por desgracia, herede.

—El hecho de que seas mi hija no te da el derecho de entrar a mi despacho cuando te da la gana.

Ignoro su comentario. Camino hacia el a pasos largos para tirar de golpe el portafolio de color crema, causando que mi padre me vea con interés y enojo a la vez. Y aunque no quisiera verlo así, desde mi perspectiva paremos dos leones, astutos que camuflan sus emociones para que el enemigo no pueda ganar.

Aunque ya vio mi enojo, lo pude interiorizar lo más rápido para que no pueda ver en mis ojos todo lo que siento.

—¿Cuando pensabas decirme esto? ¿Antes o después de mi ida?

—¿Qué es esto?

Ruedo los ojos, soltando un bufido que no pude contener.

—Esto. —pongo mi mano sobre el portafolio sin despegar la mirada del hombre que se hace llamar mi padre. —Esto contiene todas las pruebas de tu corrupción. ¿Si sabias lo que el presidente trataba no me dijiste? ¡Pude haber muerto en esa misión! ¿O no te das cuenta?

El rostro neutro de mi padre desaparece para mostrar una sonrisa burlona. Baja la mirada hacia el documento y luego me mira fijamente a los ojos. No me intimida, antes podía hacer que me meara en los pantalones, pero ahora no lo veo como una figura a la cual deba respetar, ahora es todo lo contrario.

—¡Sabías lo importante que era para mi regresar a salir victoriosa! ¿Por qué me hiciste perder mi tiempo en una misión que sabias que iba a ser un fracaso? ¡Un fracaso! ¿No te das cuenta de que he sido tachada como una incompetente? ¿Qué he sido la burla de todos aún siendo la mejor en todo? Ahora creen que solo obtengo medallas por ti.—-exploto sin poder evitarlo.

Detengo las lágrimas que quieren salir de mis ojos. No lloraré delante de el, jamás lo haré ni aunque me este muriendo.

-Tus problemas no son asuntos míos. Y si crees que soy un corrupto por darte una misión importante para tu carrera, entonces lo soy.—asiente con la cabeza, la camisa negra se estira cuando pone sus manos en los brazos de su silla.— Pero si me estas echando la culpa por tu falta de desempeño en el caso, eso es tu problema no el mío.

Endurezco las facciones. ¿Cómo puede ser alguien tan hipócrita? Asiento, conteniendo ese llanto que hace que en mi garganta aparezca un nudo. Lo miro esperando encontrar un punto débil, al contrario, encuentro a alguien que no tiene emociones y que me sonríe como si ya hubiera ganado.

Su cabello negro esta peinado hacia un lado, sus ojos mieles están en los míos que son idénticos a los de él. Su semblante es de alguien superior, es de un León.

No a ganado. Nunca lo hará mientras yo viva.

—Esto no impedirá que me vaya a América, ¿queda claro?

—Nadie te ha dicho lo contrario, Angela.

Por alguna razón no me fio de él, se ve tan tranquilo. La incredulidad que muestra mi cara solo hace que los ojos de mi padre se vean las brillosos y que, por supuesto, sabe que a ganado esta y muchas peleas más. Sabía que él había hecho algo a mis espaldas y que no lo diría hasta tener todo en control.

—Si estas tramando algo para que me quede estas equivocado. Nada, entiende, nadie no nada podrá impedir que me vaya de este país. Y tu serás la primera persona que espero olvidar.

Salgo de aquella sala, soltando algunas lágrimas que queman mis ojos. Aunque siga mostrando el enojo, las lágrimas salen de impotencia. Las limpio rápidamente como si nada hubiera pasado.

Me detengo frente a un espejo, me miro hasta quedar en las marcas de la Misión, marcas que se irán pero mi propio nombre esta en juego. Paso las manos por mi cabello y por mi cara para luego salir, saludo a todos con una sonrisa.

Dios, debo salir de aquí.

Más populares

Comments

Gladis Contrera

Gladis Contrera

interesante....

2023-08-21

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play