Capítulo 3

Charlotte llego tres y media al edificio subió hasta donde su apartamento y entró no sabía que hacer sus nervios estaban a tope . En la llamada no logro reconocer la voz de Francisco. Pero como la haría si solo se vieron y escucharon hace dos años en la boda. En el momento que introdujo la contraseña sintió alivio aunque mucha incertidumbre de lo que pasaría que lo traía hasta aquí si estaba en Francia. Y lo sabía por los periódicos.

Charlotte entró y respiro profundamente llenando sus pulmones de aire para calmar sus nervios.

El departamento era muy amplio y con un estilo abierto y no se veía nadie Caminaba con pasos pequeños tratando de no hacer ruido con sus tacones en el piso de mármol.

Recorrió el lugar con la mirada y al placer todo estaba en orden y no había nada de que preocuparse. Cuando de repente suena el timbre y este le da el susto de su vida .

Charlotte camino rápidamente con la respiración agitada.

En la puerta estaba un hombre de aproximadamente unos 36 años muy bien aseado y no se veía nada mal. Pensó Chaly al verlo.

Charlotte: Que se le ofrece.

Desconocido quedó era más que la mano derecha de Francisco El señor Leo M.

Leo: El señor Francisco la está esperando.

Chaly trago saliva. Cuándo Leo le hizo una seña. Para que saliera del departamento y lo siguiera.

Y se pararon justo enfrente de su departamento. Chaly no lo podía creer, como podía ser eso posible. Que es lo que está pasando.

Leo abrió la puesta con diligencia Chaly tomó fuerza de donde pudo y camino hasta estar dentro del departamento.

Charlotte quedo asombrada este era tres o cuatro veces más grande que el de ella y la vista era muy buena gracias a los ventanales de cielo razo. Su mirada se perdió en observar los detalles caminando detrás de Leo el lugar era perfecto todo nuevo y ella había visto como esta mañana todo el lugar era amueblado y ordenado ella pensando en que sería vecina de una celebridad y ahora va a ser la vecina de su esposo una sonrisa irónica se dibujó en su interior.

Llegaron a hasta una sala enorme de color blanco tan pulcro que daba miedo arruinarlo

y ahí estaba Francisco esperando la ciudad que de la nada se había nublado y una leve lluvia los acompañaba haciendo más dramática la escena.

Leo: La señorita Charlotte ya está aquí. Señor

Charlotte estaba sudando frío y aunque su atuendo era muy fresco se arrepentía de haber usado algo tan revelador. Y sobre todo haberse quitado el saco, pero se había humedecido solo de haber salido del restaurante con sus amigos hasta el estacionamiento. Era la primera vez que se animaba a utilizar algo de ese estilo para impresionar a Lucas y aunque era una prenda muy básica era demasiado para ella ahora estaba si frente su Esposo.

Sus piernas temblaban como gelatina y no sentía mucha fuerza, realmente su presencia claro la de Francisco la intimida muchísimo. Yo también soy fuerte no tengo miedo se repetía a manera de manera Chaly.

Mientras que de la nada el clima cambió y el sol salió dejando atrás la lluvia y dando pasó a un día brillante.

Francisco estaba sentado tranquilo en espera de Charlotte para ponerla al tanto de la situación en la que se encontraban con el Abuelo.

Y hay estaba el perfecto con unas gafas de sol , Chaly lo miro y se extrañó por las gafas, sin embargo, no le tomó importancia . Tan guapo y arrogante pensaba Chaly. Tomando tranquilamente su taza de café.

Francisco

Los tacones de Charlotte me sacaron de mis pensamientos y miré hacia donde la entrada y ahí estaba ella de pie con unos vaqueros hasta la cintura una diminuta blusa si es que a eso se le llama así. Realmente estaba muy hermosa y juvenil. La verdad es que ni siquiera me acordaba bien de su aspecto Físico . En ese momento estaba tan delgada que estoy seguro no tenía ninguna de todas las bien formadas curvas que ahora tiene. Que bueno que traigo estos lentes oscuros no puedo dejar de mirar lo hermosa que es.

Francisco: Seattle es muy lluvioso para usar eso

Pero que estoy diciendo se recriminó en su interior Francisco. Que me importa como se vista ese no es mi asunto.

Charlotte no sabía donde meter su cabeza, pero su lengua era más rápida.

Charlotte: Es la ropa que cambia tu personal y es muy común en las jóvenes.

Francisco: Eso no me interesa .

Detesto la impunidad que sea la primera y última vez que me dejas esperando. Poniéndose de pie y rodeando a Charlotte.

Que hermosa está esta niña pensaba sin dejar de observar su exquisita figura e inhalando su perfume sutil a vainilla.

Tenemos un pequeño problema. Mi abuelo sabe que nuestro matrimonio es falso y este fin de semana viene para hablar con nosotros. Te pido que seas flexible y dejemos que diga y haga lo que quiera mientras estén con nosotros. Me ha dicho que viene una temporada.

Charlotte estaba con la boca abierta y no sabía y mucho menos entendía lo que estaba pasando.

Francisco: Apartar de mañana te midas aquí .

Charlotte ahora abrió los ojos como platos y no podía comprender lo que estaba pasado se pellizcó la mano para saber si estaba teniendo una pesadilla,, pero ese pellizco dolió demasiado.

Francisco: Es todo ve por tus cosas y tu recámara es la del fondo.

Cuando este mi abuelo vístete con propiedad.

Charlotte lo fulmino con los ojos.

En realidad el armario estaba lleno de este tipo de ropa incluso aún más reveladora.

Charlotte: Tendrás que revisar mi armario tu mismo. Nunca entendí por qué me mandan este tipo de ropa.

Francisco: Que tratas de decir.

Charlotte: mi armario está lleno de este tipo de prendas.

Francisco: ¿Tú se los pediste?

Charlotte: por supuesto que no en absoluto es mi estilo.

Francisco: Leo con una vos más fuerte.

Leo apareció de la nada.

Leo: Si, señor.

Francisco:¿quién decidió ese estiro de ropa para Charlotte?

Leo: Usted señor.

Francisco: ¿Yo?

Leo: Usted dijo que como a usted le gustan las chicas.

Francisco: Pero ella lleva el apellido Riquelme por el momento.

Charlotte sintió una opresión en el pecho cuando escucho" por el momento "de una forma bastante fría de parte de Francisco. De alguna manera ya se había acostumbrado a ese mote.

Ok sal de aquí de una forma muy casual

Francisco: al parecer eso lo tenemos que arreglar.

Vamos vayamos de compras... mirando a Charlotte.

Francisco: Leo asegúrate de tomar fotos, seguro que mi abuelo quedará muy complacido. De verme intentarlo diciéndolo de una forma muy sarcástica.

Charly se percató de esa sonrisa totalmente falsa.

Charlotte: No es necesario estoy segura... Que algo bueno encontraré en el armario, lo cambiaron hace apenas tres días.

Francisco : Eso no importa. Vamos sirve que nos familiarizamos para cuando llegue el abuelo.

Francisco se dirigió hasta la puerta y Chaly caminaba detrás inhalando el fresco perfume de Francisco era realmente excelente su aroma, era realmente alto y ella una pequeña enana a su lado.

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