— Amor, ve y conoce el sitio. Tengo un par de negocios que tratar con los señores. — Me dice delante las personas que en el momento están junto a nosotros. En ese momento recorro el lugar y observo todo y a todos detalladamente, ansiosa por conocer a mi víctima.
El sitio está lleno de hombres con mucho poder, que me desconocen por completo, pero de los cuales sé mucho.
También hay muchas jóvenes, seguramente para ser subastadas. Es algo normal en este mundo; el lugar que por fuera se veía deteriorado como forma de camuflaje, por dentro es majestuoso y hasta presuntuoso. Me aisló de todos ya fastidiada de tanto esperar.
Estoy perdida en mis pensamientos cuando una copa de vino acaricia mi hombro derecho, me giro y de inmediato lo reconozco, es Andrew Fiore.
— ¿Qué hace la mujer más hermosa del lugar sola y apartada?
— Solamente busco un poco de tranquilidad, señor... — Lo observo esperando su presentación.
— Andrew, mi nombre es Andrew Fiore. — Toma mi mano y deposita un beso en ella. Me entrega la copa y bebo un poco. Andrew Fiore es un hombre sumamente atractivo, sus ojos cafés poseen un gran enigma que cautiva, el color bronceado de su piel es un complemento perfecto, que unido a su gran estatura, cabello castaño oscuro y muy definido cuerpo, atrapa la atención y un poco más de cualquier mujer.
— Pensé que hombres como usted venían en busca de jóvenes vírgenes a este tipo de eventos. Sin ánimo de ofender.
— No me ofende. Pero se equivoca, no compro ni abuso de mujeres, prefiero seducirlas y que vengan a mí.
— Y... ¿Trata usted de seducirme, Andrew? - Muerdo mi labio inferior.
— ¿Se dejaría seducir por mí? Señorita...
— Bianca, mi nombre es Bianca. Tal vez en otra ocasión lo haga, hoy estaré ocupada. Con permiso, Andrew — Le devuelvo la copa y me retiro.
Minutos después un mesero se acerca y me entrega una copa junto con un papel, luego se retira. Al abrir el papel hay un nombre escrito.
"Andrew Fiore"
Una sonrisa amplia se dibuja en mi rostro.
— Esto será interesante - Me digo a mi misma.
Mis largos pasos se dirigen hacia mi acompañante, le hablo al oído.
— El objetivo está en mis redes — Mientras le hablo, mi mirada se dirige a Andrew Fiore, quien está a escasos metros dialogando con un grupo de hombres, pero atento a cada uno de mis movimientos. Me separo un poco de Frederick.
Esto será fácil, debo actuar rápido y asegurar el objetivo.
Andrew se acerca a nosotros y saluda a
Frederick, quien intenta darle la mano, Andrew sonríe y niega con la cabeza, saca un guante de su saco y se lo coloca antes de aceptar la forma de saludo de mi acompañante.
— Frederick, tengo trabajo para ti, ¿podríamos hablarlo a solas en otro momento? — Aunque le habla al hombre a mi lado, evidentemente sus palabras van dirigidas a mí. Yo sonrío en su dirección y asiento levemente.
— Por su puesto, señor. Solamente dígame cuando y donde, ahí estaré. — Responde Frederick.
— Lo tendré en cuenta y te lo haré saber. — Hace un gesto a Frederick, para indicar que se marcha y este asiente.
— Esta noche es perfecta para un encuentro furtivo — Dice al pasar a mi lado en un tono de voz que solo yo puedo escuchar, luego se aleja.
Giro un poco la cabeza y le sonrío ampliamente.
— Frederick, es hora de la función. — Él suspira pesadamente, ya que tampoco sabía quién era la víctima, ahora parece tener miedo, pero ya es tarde para arrepentimientos.
En medio del lugar hay una tarima, la anfitriona sube y da la bienvenida, es una mujer de avanzada edad, rubia de cabello corto, estatura promedio, ojos café. En un intento fallido trata de ocultar los estragos de la edad con una gruesa capa de maquillaje, aquellos que no ha podido borrar con las tantas cirugías que son más que evidentes, por ello trata de desviar la atención a sus extravagantes joyas y lo brillante de su vestido rojo.
— Bienvenidos, damas y caballeros, es de gran orgullo poder contar con la presencia de tan distinguidos personajes en este encuentro que hemos preparado minuciosamente para brindarles solo lo mejor, como es nuestra costumbre.
Sé que están ansiosos y ansiosas, pues sabemos que no solamente los hombres tienen buen gusto en cuanto al placer se refiere, así que no los hago esperar más. — La mujer, tiende su mano hacia el telón, este se sube y a la vista de todos queda expuesta la figura de varias mujeres, las cuento y son exactamente diez, todas jóvenes y bellas, visten solo diminuta lencería, seis de ellas sonríen ampliamente y tratan de realzar sus atributos, por lo cual deduzco que están aquí por su propia voluntad. Pobres idiotas que no saben en el lío en que se meten. El grupo restante, por el contrario, trata inútilmente de no llamar la atención, lo que no saben es que este modo de actuar las hace más apetecibles a las miradas lujuriosas de esta jauría de lobos hambrientos, que prefieren a la gacela indefensa, ya que les gusta poseer, dominar y doblegar hasta la voluntad más férrea, si lo sabré yo.
La puja empieza, la primera subastada es una chica de tés morena, es alta cabello crespo, piel tersa, ojos rasgados, lo dicho, es bella.
— Ella es Vanesa, es procedente de África, tiene 21 años, estudia derecho...
La mujer continua con la descripción y al final, por un valor de quinientos mil dólares es vendida a un oriental. Así continúa el evento y aunque tengo ganas de vomitar, muestro en todo momento una amplia sonrisa.
— Nuestra joya de la noche es Katherine... — La chica trata de cubrir su cuerpo con sus manos infructuosamente — Dieciocho años, acaba de terminar la secundaria, le gusta la danza contemporánea — Al escucharla decir aquello una lágrima involuntaria se escapa de uno de mis ojos, rápidamente la seco y nadie lo nota — y lo mejor, señoras y señores, conserva su pureza para uno de ustedes ¿Quién será el afortunado? ¡Qué empiece la puja!
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Updated 65 Episodes
Comments
Yolly Parra
Dura realidad
2024-10-19
0
Marita Peña
TRISTE REALIDAD 😞
2023-09-28
5
Luisa Esperanza Bautista Angarita
una triste realidad
2023-05-07
1