Capitán De Fragata Flechado Por Amor
Por fin pisó tierra firmé, todos esos meses en este navio escuela me tienen agotado. Solo pienso llegar a mí departamento y descanzar, aunque en la base tengo mí lugar, pero quiero alejarme un poco. Nadie se imagina lo estresante que es formar nuevos hombres que algún día defenderán nuestra bandera. Y para ello me pusieron al Frente, con mí capacidad intelectual, académica y ni hablar de mí dedicación me pusieron al frente de estos hombres y mujeres. Aún soy Joven, me falta un tiempo más aquí para alcanzar la especialidad que anhelo, pero mientras estoy para ser útil en lo que me encomienden mis superiores. Mí padre pertenece a la armada, el se recibió como para estar en un submarino en el sector de máquinas, aunque tiene misiones de las que no habla, al ser secreto de estado.
Por fin en mí departamento me tiró en la cama, y escucho el tintineo de mí móvil.
LLAMADA EN PROCESÓ:
- 📱Hola pendejo- Escucho del otro lado, ni bien atiendo.
- 📱Que haces primo?- Respondo con una carcajada.
- 📱Todo bien- Antes que nada te invito a mí cumple- Debes asistir.
- 📱Pero dónde estás? Recién acabo de pisar tierra.
- 📱Estoy al Norte del país. Vine a ver a mí padre que estába delicado de salud.
-📱A Ok- Deja que arregle las cosas por aquí y me pasas tu ubicación.
-📱Perfecto man- Ahí te paso.
FIN DE LA LLAMADA.
Con Ariel siempre fuimos cómo uña y carne desde que eramos muy chicos, junto con sus hermanos y los míos hemos pasado muchas cosas juntos.
Con solo mencionar que su primera ves lo tuvo con la hija de una amiga de la familia que había llegado de visita, en nuestra sala - Jajaja- me mato de risa de sólo recordarlo. Ella andaba atrás de mí, pero como siempre fui serio y respetaba la relación de mis padres con los de ella, nunca le insinúe nada. Pero al conocer a Ariel se quedó flechada con la sonrisa seductora que lo caracteriza, según sus propias palabras. Ese día nos quedamos mirando películas hasta tarde, eramos en total 6 chicos y dos chicas, adolescentes llenos de energía. Mientras nuestros padres charlaban en el patio de atrás junto a la gran piscina. Armamos como un camping con bolsas de dormir y palomitas. Todos reíamos, y nos sobresaltavamos por la película de terror. Mí padre armó como un cine, con un reflector enfocando a la gran pared blanca. No sé en qué momento Sucy se pasó a lado de Ariel, cómo estaban medio atrás no lo notamos, solo yo escuché un sonido particular, me gire a ver, y ahí estaban en lo suyo, disimuladamente, pero en sus rostros se notaba que estaba pasando algo más. Hice como un ademán con la cabeza, cosa sin importancia. Despues de ello ya no se separaban.
Tocan a la puerta que me regresa al presente
- Buenas tardes Sr Fernandez
- Si, ya voy- Respondo y con cierto cansancio abro la puerta.
- Este mensaje dejaron para usted en recepción.
- Gracias- le respondo a la ves que agarró el sobre que me entrega.
Cierro la puerta y me pongo a leer la nota:
*Querido hijo, con tu madre nos fuimos a ver a mi padre en su provincia, tus hermanos se nos unirán ni bien terminen sus clases en la base. Te esperamos aquí, el no está bien de salud. Te saludo cordialmente Papá.
Hasta para escribir una nota a su hijo es formal, ni una pizca de cariño. Aunque sé que nos quiere a su manera.
En eso suena mí móvil. Llegó la ubicación de Ariel.
Que casualidad en la misma provincia de mí abuelo.
Eso me alivio porque pensaba como hiba a decirle que no podía asistir a su festejo.
Selecciono mí ropa, Y me voy a dar un baño relajante, con agua caliente. Siempre me gustó así por más calor que hiciera.
Afuera el frío se hace sentir señal que está llegando el invierno.
Al terminar de bañarme, me pongo mí uniforme y sobre este me coloco mí gabardina azul marino, de lana, calzó unos zapatos de charol negro brillosos, y tomo mí bolso de mano, calculo que no voy a estar mucho tiempo por lo que llevo lo que siempre cargo en mis viajes cortos. Hecho una mirada al departamento, dejando todo ordenado como me gusta y cierro la puerta. En la recepción entrego la llave, dejando la indicación que limpien, que me ausentare un tiempo. El gerente muy cordial me las recibe y se despide con un "Que tenga un buen viaje". *Eso espero- respondo y lo saludo de mano.
En la base comunico lo de mí viaje, por lo que hago los trámites pertinentes.
- Tomas un vuelo directo? - Me interroga mí buen amigo Martín.
- Si, respondo. - Con picardía al ver qué están por hacer una revisión de las zonas inundadas.
Me dirijo al piloto que es un amigo mío.
- Martínez!!! - Le hablo fuerte con mí vos gruesa de mando, haciendo que se gire en un pie en estado de saludo.
- Al ver qué soy- Sonríe
- Descance- Le afirmó con una sonrisa.
- Que haces? Me interroga
- Voy hacía el Norte, puedes llevarme, y le pasó la ubicación.
- Si cómo no- Afirma, chequeando que sea su ruta.- Pero antes debo tomar las fotos de los lugares que avanzó el Río.
- Si, no hay problema. Me encanta volar.
- Ya solicitaste el curso? Pregunta cómo acordándose de lo que le comenté hace tiempo.
- Debo terminar mis prácticas y en el siguiente semestre hago la solicitud.- Le informo con cierta esperanza que pase.
- Si ya informaste lo tuyo- Despegamos
- Bueno- Respondo acomodandome en el asiento, no sin antes colocarme los auriculares y el cinturón.
Recorrimos el aire, observe toda esos paisajes, me siento tan bien aquí en el cielo. No sé en qué momento me relaje y quedé dormido.
- En un momento siento que me tocan, - Fernández llegamos. Me avisan.
Bajo en el aeropuerto y llamo a mí Padre para avisar que llegue.
LLamada
📱Hola. Responde
📱Llegué papá. Estoy en el aeropuerto.
📱Bueno mí hijo. Espérame te busco en el auto.- Se lo escucha emocionado, y sorprendido a la ves .
📱Bien te espero, Voy a aprovechar a tomar algo en la cafetería de acá. - Cuelgo
FIN DE LA LLAMADA.
Pasaron unos 20 minutos cuando veo que llega mí viejo con una sonrisa de oreja a oreja, me quedo sorprendido, jamás lo vi así.
- Hijo- Y me estrecha en un abrazo.
- Papá. Lo saludo, pero este gesto me resulta desconocido, de su parte .
En el auto me comenta lo que pasó con su padre, y que está mejor. Aprovecharon a ir de pesca y le encantó, le gustó disfrutar de la tranquilidad. Este lugar le gusta y desea quedarse a vivir aquí.
Eso me sorprendió, y le pregunto si mamá está de acuerdo.
- Mira mí hijo. Me dice serio. Ya nosotros llegamos a una edad que queremos disfrutar estar juntos. Después de lo que vivimos. Ustedes están Grandes. Tienen su carrera formada. Y siempre nuestra casa sera su casa.
Me quedé en silencio pensando. Tanto le conquistó este lugar. Debo conocer y ver a qué se refiere.
Al entrar en la ciudad veo lo tranquila que es, no cómo la gran ciudad. No hay tantos vehículos, ni el sonido ensordecedor al que estoy acostumbrado.
Mí padre me va contando cada lugar.
Esa es la universidad. Ahí está la cancha de fútbol.
Después de 20 minutos llegamos en la casa de mí abuelo. Es una casa que tiene la fachada al frente como la época colonial, toda una manzana pertenece a mí abuelo, aunque el vive en la casa principal y el resto alquila a negocios y familias.
Al ingresar está toda la familia rodeando al abuelo. También mis primos que se sorprenden al verme.
-Primo- Me saludan. -¿Cuando llegaste? Preguntan al unísono.
- Está mañana temprano, tocamos puerto. Respondo corto sin mucha explicación.
- Mí sobrino cada ves más hermoso. Dice mí tía la mamá de Ariel. Que es una mujer muy hermosa de ojos verdes, tés blanca y cabello castaño. Siempre lo cargan a Ariel por su mamá, es muy celoso por ella.
- Ariel se acerca y me apreta los brazos. Estás marcado primito, cambiaste, ya no sos el flaquito debilucho. y todos ríen.
No respondo solo lo miro de reojo con el seño fruncido.
- Ya dejenlo descanzar, dice mí madre que recién llega. Y me abraza. Se ve que fue de compras.
-Me aparta de todos. - Cuéntame, cómo llegaste tan rápido, si está mañana recién llegaste al puerto.
- Aproveche que Martínez debía hacer reconocimiento por las inundaciones y me hizo el favor.
- Entonces no comiste. Me dijo abriendo grande los ojos.
- No te preocupes consumí algo en el aeropuerto. Le comenté para dejarla tranquila.
- Bueno te llevo a tu habitación, y descansa. Me sugirió.Recorrimos un largo pasillo, estás casas antiguas, acostumbraban tener primero la habitación de los padres y después el de los hijos. Me acomodo en la ante última, es grande hay dos camas cuchetas. Elijo la de abajo.
*Cuando lleguen tus hermanos se acomodan contigo. Me avisó antes de cerrar la puerta.
Ni bien sale mí madre, viene mí primo.
- Che, vamos a una fiesta de la facu. Me apura.
- Lo miro con los ojos entrecerrados, aún acostado, me agarró la cabeza.* Que decís, recién llegue. Dije con un suspiro.
- Hacerme el aguante.- No veía la hora en que llegarás. Con tu porte siempre se juntan las chicas. Te encuentran irresistible, no se porque siempre sos tan cerio.
- Me río- Jaja. A vos no te falta nada sos el príncipe azul que tanto anhelan. Pero recuerdo lo tímido que es, por más grandote atractivo que sea.* Bueno, suspiro. Me doy una ducha, pero préstame ropa, no traje para una ocasión así.
Ni bien salgo de la ducha veo una camisa negra de algodón fino, me la coloco y me miró en el espejo, me queda entallada marcando mis pectorales y los músculos de los brazos. Sonrió, este se trae algo entre manos, digo en vos alta. Después un yin azul oscuro y unas zapatillas negras. Por suerte con Ariel tenemos las mismas medidas, los dos medimos 1,80mts de estatura, somos de tés clara, la única diferencia es que tengo el cabello color ceniza y ojos marrones, el en cambio tiene cabellos castaño claro y ojos azules.
Llegamos al campus de la universidad, que parecía un boliche, estaba a reventar. Con Ariel nos pusimos en la barra, para no desentonar pido un trago, Ariel una cerveza.
Miro la hora son las 02 Am. Ariel se dan cuenta de mí gesto.
- Recién llegamos y ya te quieres ir. Me dice en el oído, porque la música está muy fuerte para hablar normal.
-Niego con la cabeza. En eso se arrima una morocha despampanante y veo como Ariel traga saliva.
- Hola Saluda. Fuerte. - Viniste dice dirigiéndose a Ariel y le pasa la mano.
- Ya vengo me dice. - Entregándome su trago. Que bien, pienso me trajo para dejarme plantado. En eso que poso la botella alguien cae sobre mí.
- Lo siento, - Me dice una chica con una mirada alegre y una sonrisa encantadora.
- Te perdono si bailas conmigo. Le dije con una sonrisa. Ella se sonrojo y giro a mirar a un grupo de chicas que le hacen un gesto que si.
- Bueno, dice y nos encaminamos a la pista. - Comenzó a moverse de una manera que Dios me libre. Me toma las manos y empezó a guiarme en sus movimientos. Nos coordinamos tan bien en cada paso que los demás se abrieron para vernos bailar. No sé en qué momento, ya que esos ojos color miel me tienen atrapado. Cuando suena la chica de la pollera amarilla, pega un grito, está es mia y comienza un meneo que me deja parado. La tomo de la mano con delicadeza y le hablo al oido, podemos descanzar un poco. Me mira y asiente. Nos vamos a la barra lejos de los parlantes para poder hablar, por suerte no es tan ruidoso aquí.
- Cómo te llamas? Le pregunto
- Lía. Me responde
- Y dime Lía, estudias?
- Ahora no, y sonríe de manera pícara. Me mira directo a los ojos, sin perder ningún gesto mío.
- Suspiro y sin pensarlo la beso.- Creí que me rechazaría, pero para mí sorpresa corresponde con intensidad, dando paso a nuestras lenguas que se entrelanzan. La aferró más a mí cuerpo y siento como se estremece. Sus manos acarician mí nuca provocando una piel de gallina que me sacude. Su sabor es dulce, no siento ninguna gota de alcohol ni de cigarrillo, eso me facino.
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Comments
Lilyben
Ligera Susy, no perdio tiempo😝
2023-06-24
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Lilyben
😍😍😍Que hermoso en su uniforme... Llegue a ver cuando venian al puerto😍😍😍
2023-06-24
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