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Capitán De Fragata Flechado Por Amor

La llegada de Claudio

Por fin pisó tierra firmé, todos esos meses en este navio escuela me tienen agotado. Solo pienso llegar a mí departamento y descanzar, aunque en la base tengo mí lugar, pero quiero alejarme un poco. Nadie se imagina lo estresante que es formar nuevos hombres que algún día defenderán nuestra bandera. Y para ello me pusieron al Frente, con mí capacidad intelectual, académica y ni hablar de mí dedicación me pusieron al frente de estos hombres y mujeres. Aún soy Joven, me falta un tiempo más aquí para alcanzar la especialidad que anhelo, pero mientras estoy para ser útil en lo que me encomienden mis superiores. Mí padre pertenece a la armada, el se recibió como para estar en un submarino en el sector de máquinas, aunque tiene misiones de las que no habla, al ser secreto de estado.

Por fin en mí departamento me tiró en la cama, y escucho el tintineo de mí móvil.

LLAMADA EN PROCESÓ:

- 📱Hola pendejo- Escucho del otro lado, ni bien atiendo.

- 📱Que haces primo?- Respondo con una carcajada.

- 📱Todo bien- Antes que nada te invito a mí cumple- Debes asistir.

- 📱Pero dónde estás? Recién acabo de pisar tierra.

- 📱Estoy al Norte del país. Vine a ver a mí padre que estába delicado de salud.

-📱A Ok- Deja que arregle las cosas por aquí y me pasas tu ubicación.

-📱Perfecto man- Ahí te paso.

FIN DE LA LLAMADA.

Con Ariel siempre fuimos cómo uña y carne desde que eramos muy chicos, junto con sus hermanos y los míos hemos pasado muchas cosas juntos.

Con solo mencionar que su primera ves lo tuvo con la hija de una amiga de la familia que había llegado de visita, en nuestra sala - Jajaja- me mato de risa de sólo recordarlo. Ella andaba atrás de mí, pero como siempre fui serio y respetaba la relación de mis padres con los de ella, nunca le insinúe nada. Pero al conocer a Ariel se quedó flechada con la sonrisa seductora que lo caracteriza, según sus propias palabras. Ese día nos quedamos mirando películas hasta tarde, eramos en total 6 chicos y dos chicas, adolescentes llenos de energía. Mientras nuestros padres charlaban en el patio de atrás junto a la gran piscina. Armamos como un camping con bolsas de dormir y palomitas. Todos reíamos, y nos sobresaltavamos por la película de terror. Mí padre armó como un cine, con un reflector enfocando a la gran pared blanca. No sé en qué momento Sucy se pasó a lado de Ariel, cómo estaban medio atrás no lo notamos, solo yo escuché un sonido particular, me gire a ver, y ahí estaban en lo suyo, disimuladamente, pero en sus rostros se notaba que estaba pasando algo más. Hice como un ademán con la cabeza, cosa sin importancia. Despues de ello ya no se separaban.

Tocan a la puerta que me regresa al presente

- Buenas tardes Sr Fernandez

- Si, ya voy- Respondo y con cierto cansancio abro la puerta.

- Este mensaje dejaron para usted en recepción.

- Gracias- le respondo a la ves que agarró el sobre que me entrega.

Cierro la puerta y me pongo a leer la nota:

*Querido hijo, con tu madre nos fuimos a ver a mi padre en su provincia, tus hermanos se nos unirán ni bien terminen sus clases en la base. Te esperamos aquí, el no está bien de salud. Te saludo cordialmente Papá.

Hasta para escribir una nota a su hijo es formal, ni una pizca de cariño. Aunque sé que nos quiere a su manera.

En eso suena mí móvil. Llegó la ubicación de Ariel.

Que casualidad en la misma provincia de mí abuelo.

Eso me alivio porque pensaba como hiba a decirle que no podía asistir a su festejo.

Selecciono mí ropa, Y me voy a dar un baño relajante, con agua caliente. Siempre me gustó así por más calor que hiciera.

Afuera el frío se hace sentir señal que está llegando el invierno.

Al terminar de bañarme, me pongo mí uniforme y sobre este me coloco mí gabardina azul marino, de lana, calzó unos zapatos de charol negro brillosos, y tomo mí bolso de mano, calculo que no voy a estar mucho tiempo por lo que llevo lo que siempre cargo en mis viajes cortos. Hecho una mirada al departamento, dejando todo ordenado como me gusta y cierro la puerta. En la recepción entrego la llave, dejando la indicación que limpien, que me ausentare un tiempo. El gerente muy cordial me las recibe y se despide con un "Que tenga un buen viaje". *Eso espero- respondo y lo saludo de mano.

En la base comunico lo de mí viaje, por lo que hago los trámites pertinentes.

- Tomas un vuelo directo? - Me interroga mí buen amigo Martín.

- Si, respondo. - Con picardía al ver qué están por hacer una revisión de las zonas inundadas.

Me dirijo al piloto que es un amigo mío.

- Martínez!!! - Le hablo fuerte con mí vos gruesa de mando, haciendo que se gire en un pie en estado de saludo.

- Al ver qué soy- Sonríe

- Descance- Le afirmó con una sonrisa.

- Que haces? Me interroga

- Voy hacía el Norte, puedes llevarme, y le pasó la ubicación.

- Si cómo no- Afirma, chequeando que sea su ruta.- Pero antes debo tomar las fotos de los lugares que avanzó el Río.

- Si, no hay problema. Me encanta volar.

- Ya solicitaste el curso? Pregunta cómo acordándose de lo que le comenté hace tiempo.

- Debo terminar mis prácticas y en el siguiente semestre hago la solicitud.- Le informo con cierta esperanza que pase.

- Si ya informaste lo tuyo- Despegamos

- Bueno- Respondo acomodandome en el asiento, no sin antes colocarme los auriculares y el cinturón.

Recorrimos el aire, observe toda esos paisajes, me siento tan bien aquí en el cielo. No sé en qué momento me relaje y quedé dormido.

- En un momento siento que me tocan, - Fernández llegamos. Me avisan.

Bajo en el aeropuerto y llamo a mí Padre para avisar que llegue.

LLamada

📱Hola. Responde

📱Llegué papá. Estoy en el aeropuerto.

📱Bueno mí hijo. Espérame te busco en el auto.- Se lo escucha emocionado, y sorprendido a la ves .

📱Bien te espero, Voy a aprovechar a tomar algo en la cafetería de acá. - Cuelgo

FIN DE LA LLAMADA.

Pasaron unos 20 minutos cuando veo que llega mí viejo con una sonrisa de oreja a oreja, me quedo sorprendido, jamás lo vi así.

- Hijo- Y me estrecha en un abrazo.

- Papá. Lo saludo, pero este gesto me resulta desconocido, de su parte .

En el auto me comenta lo que pasó con su padre, y que está mejor. Aprovecharon a ir de pesca y le encantó, le gustó disfrutar de la tranquilidad. Este lugar le gusta y desea quedarse a vivir aquí.

Eso me sorprendió, y le pregunto si mamá está de acuerdo.

- Mira mí hijo. Me dice serio. Ya nosotros llegamos a una edad que queremos disfrutar estar juntos. Después de lo que vivimos. Ustedes están Grandes. Tienen su carrera formada. Y siempre nuestra casa sera su casa.

Me quedé en silencio pensando. Tanto le conquistó este lugar. Debo conocer y ver a qué se refiere.

Al entrar en la ciudad veo lo tranquila que es, no cómo la gran ciudad. No hay tantos vehículos, ni el sonido ensordecedor al que estoy acostumbrado.

Mí padre me va contando cada lugar.

Esa es la universidad. Ahí está la cancha de fútbol.

Después de 20 minutos llegamos en la casa de mí abuelo. Es una casa que tiene la fachada al frente como la época colonial, toda una manzana pertenece a mí abuelo, aunque el vive en la casa principal y el resto alquila a negocios y familias.

Al ingresar está toda la familia rodeando al abuelo. También mis primos que se sorprenden al verme.

-Primo- Me saludan. -¿Cuando llegaste? Preguntan al unísono.

- Está mañana temprano, tocamos puerto. Respondo corto sin mucha explicación.

- Mí sobrino cada ves más hermoso. Dice mí tía la mamá de Ariel. Que es una mujer muy hermosa de ojos verdes, tés blanca y cabello castaño. Siempre lo cargan a Ariel por su mamá, es muy celoso por ella.

- Ariel se acerca y me apreta los brazos. Estás marcado primito, cambiaste, ya no sos el flaquito debilucho. y todos ríen.

No respondo solo lo miro de reojo con el seño fruncido.

- Ya dejenlo descanzar, dice mí madre que recién llega. Y me abraza. Se ve que fue de compras.

-Me aparta de todos. - Cuéntame, cómo llegaste tan rápido, si está mañana recién llegaste al puerto.

- Aproveche que Martínez debía hacer reconocimiento por las inundaciones y me hizo el favor.

- Entonces no comiste. Me dijo abriendo grande los ojos.

- No te preocupes consumí algo en el aeropuerto. Le comenté para dejarla tranquila.

- Bueno te llevo a tu habitación, y descansa. Me sugirió.Recorrimos un largo pasillo, estás casas antiguas, acostumbraban tener primero la habitación de los padres y después el de los hijos. Me acomodo en la ante última, es grande hay dos camas cuchetas. Elijo la de abajo.

*Cuando lleguen tus hermanos se acomodan contigo. Me avisó antes de cerrar la puerta.

Ni bien sale mí madre, viene mí primo.

- Che, vamos a una fiesta de la facu. Me apura.

- Lo miro con los ojos entrecerrados, aún acostado, me agarró la cabeza.* Que decís, recién llegue. Dije con un suspiro.

- Hacerme el aguante.- No veía la hora en que llegarás. Con tu porte siempre se juntan las chicas. Te encuentran irresistible, no se porque siempre sos tan cerio.

- Me río- Jaja. A vos no te falta nada sos el príncipe azul que tanto anhelan. Pero recuerdo lo tímido que es, por más grandote atractivo que sea.* Bueno, suspiro. Me doy una ducha, pero préstame ropa, no traje para una ocasión así.

Ni bien salgo de la ducha veo una camisa negra de algodón fino, me la coloco y me miró en el espejo, me queda entallada marcando mis pectorales y los músculos de los brazos. Sonrió, este se trae algo entre manos, digo en vos alta. Después un yin azul oscuro y unas zapatillas negras. Por suerte con Ariel tenemos las mismas medidas, los dos medimos 1,80mts de estatura, somos de tés clara, la única diferencia es que tengo el cabello color ceniza y ojos marrones, el en cambio tiene cabellos castaño claro y ojos azules.

Llegamos al campus de la universidad, que parecía un boliche, estaba a reventar. Con Ariel nos pusimos en la barra, para no desentonar pido un trago, Ariel una cerveza.

Miro la hora son las 02 Am. Ariel se dan cuenta de mí gesto.

- Recién llegamos y ya te quieres ir. Me dice en el oído, porque la música está muy fuerte para hablar normal.

-Niego con la cabeza. En eso se arrima una morocha despampanante y veo como Ariel traga saliva.

- Hola Saluda. Fuerte. - Viniste dice dirigiéndose a Ariel y le pasa la mano.

- Ya vengo me dice. - Entregándome su trago. Que bien, pienso me trajo para dejarme plantado. En eso que poso la botella alguien cae sobre mí.

- Lo siento, - Me dice una chica con una mirada alegre y una sonrisa encantadora.

- Te perdono si bailas conmigo. Le dije con una sonrisa. Ella se sonrojo y giro a mirar a un grupo de chicas que le hacen un gesto que si.

- Bueno, dice y nos encaminamos a la pista. - Comenzó a moverse de una manera que Dios me libre. Me toma las manos y empezó a guiarme en sus movimientos. Nos coordinamos tan bien en cada paso que los demás se abrieron para vernos bailar. No sé en qué momento, ya que esos ojos color miel me tienen atrapado. Cuando suena la chica de la pollera amarilla, pega un grito, está es mia y comienza un meneo que me deja parado. La tomo de la mano con delicadeza y le hablo al oido, podemos descanzar un poco. Me mira y asiente. Nos vamos a la barra lejos de los parlantes para poder hablar, por suerte no es tan ruidoso aquí.

- Cómo te llamas? Le pregunto

- Lía. Me responde

- Y dime Lía, estudias?

- Ahora no, y sonríe de manera pícara. Me mira directo a los ojos, sin perder ningún gesto mío.

- Suspiro y sin pensarlo la beso.- Creí que me rechazaría, pero para mí sorpresa corresponde con intensidad, dando paso a nuestras lenguas que se entrelanzan. La aferró más a mí cuerpo y siento como se estremece. Sus manos acarician mí nuca provocando una piel de gallina que me sacude. Su sabor es dulce, no siento ninguna gota de alcohol ni de cigarrillo, eso me facino.

Lía

Ya no doy más. Digo en un largo suspiro. Y recuesto todo mí torso sobre los apuntes que estaba leyendo.

Mía que mueve la birome entre los dedos de su mano derecha mientras con la otra sostiene una copia. Lo suelta todo sobre la mesa y estira sus brazos hacia arriba como desperezandose, *para mí fue suficiente. Dice.

- An fregando sus ojos, observa la hora.- Bueno chicas. Por hoy, tuvimos suficiente. ¡Vamos al boliche!.

- ¡Dale vamos !* Gritan Lau, Pao y Noe en coro.

Me incorporo negando con la cabeza. Y todas me miran.- Dale Lía. Dice An. Merecemos un relaj. Nos sentamos en la zona Vip y nadie nos molesta.

Cómo los dueños del boliche son socios de mí padre, tienen asignado un lugar para que vaya y la pasé bien con mis amigas sin ser molestadas. - Está bien, respondo resignada.

Nos alistamos. Me pongo una calza tipo yin azul brillosa con una blusa de tiritas color plateada brillosa y escote en la espalda, suelto mí cabello que es largo lacio color castaño claro y me llega más aya de la cintura. Me maquillo suave colocando un brillo en mis labios gustó a cereza, marco mis cejas un poco de base y ya estoy. Terminó mí atuendo calzando unas zapatillas negras brillosas.

Todas se retocan más sus maquillajes. An luce una mini negra ajustada al cuerpo con un top dorado y zapatos de tacón. Mia como yo usa un yin y remera con brillos, calzando unas zapatillas grises con negro brillosos. Las demas optan por llevar unos vestiditos, Lau eligio uno negro, Pao uno plateado y Noe uno rojo. Le saqueamos el clóset a Mía, que no tiene problemas en prestarnos, además siempre le estoy regalando algo las veces que salimos de compras. Una ves listas nos encaminamos al boliche. Que cómo queda a dos cuadras de la casa de Mia, vamos caminando.

Ni bien llegamos nos acomodamos en la zona vip que tiene unos sofas color blanco hueso en círculo con una pequeña mesa en el centro.

- Que vamos a tomar. ¿Pregunta An?

- Para mí una gaseosa, nada más. Les digo.

- Gaseosa será responde y se dirige al bar para encargar los tragos.

Mientras esperamos disfrutamos de la música cantando en coro y riendo. Al rato nos traen el pedido, ellas sus bebidas dulces con un toque de alcohol. Yo en cambio solo gaseosa, no aguanto mucho las bebidas con alcohol se me sube muy rápido.

Me da ganas de ir al baño y me acompaña Mía. Nos movemos tomadas de la mano, entre la gente. El boliche está a reventar.

En el lugar hay una larga fila así que suspiro apretando las piernas para aguantar. Por suerte se mueve rápido y llega mí turnó. Ni bien ingreso me dirijo al último cubículo. Ya relajada salgo para lavarme las manos y una rubia oxigenada choca conmigo.

- Al verme grita ¡Esta es la roba novios! cómo para que todas las que estaban ahí escucharán. Mira mosquita muerta Silvestre es mí novio hace dos años y nos vamos a casar, así que aleja tus sucias manos de mí hombre.

La miro sin expresión alguna, pero por dentro se me formaban un huracán de emociones.

- No se de que hablas. Ya estoy comprometida y le friego el anillo en su cara.Me retiro sin darle importancia, mientras sigue tirando insultos y groserías.

Al salir me dirijo dónde me espera Mía y me pongo a platicarle lo sucedido. Pero noto que su atención está en otra parte, tiene los ojos abiertos como platos y se tapa la boca en señal de sorpresa, dirijo mí atención hacia donde ella mira. Y veo como la rubia oxigenada de hace rato está apretando con Silvestre, se comen la boca y quedó en shock. Mí amiga me toma de la mano y me lleva a la zona Vip. Aún no caigo de lo que vi, no lo podía creer y en una milésima de segundos lloro desconsoladamente en los brazos de mí amiga.

Estaba llorando desconsolada en los brazos de mí amiga, que me acariciaba la cabeza. *Cómo pudo hacerme esto a mí, digo entre sollozos.

- No vale la pena- Vámonos de aquí y me lleva. Las demás chicas vienen también intrigadas por mí llanto repentino.

- Pero que pasó? Pregunta An, una morocha despampanante que tiene para dar y recibir sus atributos femeninos, lo que tiene bien claro por lo que nunca dudo en hacer uso de ellos para lograr sus objetivos.

- El novio estaba con otra en el boliche. Le dijo Mía, mí amiga que me lleva del brazo. Ya que con mí llanto no puedo responder a sus preguntas.

Llegamos a su casa y me siento en la cama tratando de asimilar que pasó. Todas me rodean para escuchar mí relato.

- La cosa fue así. - Comencé tragando saliva. Fui al baño, Mía me acompaño, estábamos en la fila y llegó mí turno, entro dirigiéndome a uno de los cubículos, al salir choco con una que al verme grita " Está es la roba novios". Mira mosquita muerta, Silvestre es mí novio hace dos años, y nos vamos a casar - A lo que respondo a qué no se de qué habla, que estoy comprometida y le friego en sus narices mí anillo. Y me retiro dejándola gritando de furia. Al salir le comento a Mía lo sucedido, pero no termino de contarlo porque su expresión me llamo la atención y dirijo mí vista en esa dirección que ella apunta, para mí sorpresa estaba Silvestre con esa rubia oxigenada de hace rato besándose. Mia me agarra de la mano y me lleva de nuevo a la zona vip donde estábamos. Y es lo que pasó, suspiro y las lágrimas brotan de nuevo.

- Hay pequeña- Todas dicen en unísono, me abrazan, consolandome.

- No se diga mas- Salta An diciendo. - Nos vamos a la fiesta que hay en la facu. No te vamos a dejar así triste. Eres bella y joven mereces algo mejor. Y entre todas me limpian la cara, me maquillan. Mía saca de su clóset unos yin ajustados que nada dejan a la imaginación con una blusa de tiritas color negra brillosa y espalda afuera. En menos de 5 min me dejan como una modelo y me entrega unas zapatillas negras brillosas altas. - Listo gritan en coro, se retocan el maquillaje y nos vamos caminando a la facu, no queda muy lejos por suerte, solo 7 cuadras, para nosotras no es nada caminar.

Al llegar lo animado del ambiente me hace olvidar porque lloraba, se toman unos tragos, yo solo tomo agua, no tengo ganas de nada mas. Y nos dirigimos a la pista las 6 chicas más atractivas del lugar, como dice An. Estamos bailando entre todas muy alegres, cuando An divisa un chico guapo alto de tés blanca, ojos azules y cabello castaño, cerca de la barra de tragos. Ya vengo dijo, y se dirigió en su dirección, tomándolo de la mano y sacándolo a bailar. En un momento que estoy bailando una pareja que giraba en forma abrupta al ritmo del Rokan Roll, me choca y caigo sobre un chico en la barra que si no me ataja me estampó contra el piso. Me tiene sujeta de los brazos, estoy tan cerca que puedo sentir su aliento a menta y su aroma que me da escalofríos de solo sentirlo. - Lo siento. Atino a decir. - Si bailas conmigo acepto la disculpa me susurra al oído. Siento que mis mejillas arden y giro a mirar a las chicas que me hacen un gesto con la mano de que está de diez. Lo miro directo a los ojos y asiento diciendo que si. Nos dirigimos a la pista, y comenzamos a bailar al ritmo de cada tema, es como si estuvieramos hecho el uno para el otro, mí cuerpo solo se deja mover por cada ritmo y pareciera que es mí noche, son todos los que me gustan y en un momento de ánimo pegó un grito de alegría y meneo mis caderas. Al girarme me doy Vuelta y lo veo parado mirándome, me toma del brazo susurrando en mí oído que descancemos un rato. Con sentir su aliento en mí oreja me enciende. O en qué estoy pensando me reprochó mentalmente.

Nos acomodamos en la barra en un lugar más tranquilo. Me pregunta mí nombre a lo que respondo *Lía. Escucho que me pregunta si estudio a lo que con picardía le digo * Ahora no. Nos miramos fijamente y en un momento me besa, a lo que correspondo tomándolo de la nuca y el me agarra de la cintura aferrándome a su cuerpo que lo siento firmé bien marcado. El beso nos lleva más aya dejando que nuestras lenguas se enreden deseosa de sentir más. Se separa y me invita a salir del lugar a lo que le sigo tomada de su mano, que se me aferra fuerte como si no quisiera perderme. Después de sentarnos en un banco. El me hablas pero no escucho, solo por inercia contesto, pero la verdad que lucho con mis pensamientos pecaminosos. Me friego los brazos en señal de Frío. Y me invita a qué lo acompañe a su casa. Lo miro y con una sonrisa me aclara que es de su familia y están todos. Por lo que me quedo tranquila y acepto.

Me sube a un auto antiguo pero bien conservado, de un color rojizo intenso. No charlamos durante el camino. Yo solo observo por la ventana del pasajero. Al llegar el me abre la puerta de manera caballerosa y sonrío de lado. Lo que veo que siempre me mira directo a los ojos como lo hago yo. Nos dirigimos a una entrada que da a un patio grande con piscina que tiene una cascada artificial, su sonido es relajante. Llegamos a una puerta en el fondo y al ingresar veo que es la cocina, tiene un estilo antiguo y moderno combinado, la isla en el medio con unos candelabros encima dando paso a una luz tenue que solo se refleja sobre la isla. Mientras observo el ya tiene en sus manos un par de vasos y una gaseosa y me indica para que lo siga al estudio así escuchamos música. Al llegar lo primero que veo es una pared tapizada de libros hasta el techo que es muy alto, en el centro un sofá amplio que da a un ventanal enorme y hacia el costado un escritorio con una computadora. Escucho que masculla.

- Que Dinosaurio. Por la máquina y me río. El también sonrie. Pone un tema y me invita a sentarme en el sofá, deja de lado la gaseosa y los vasos. Me mira directo a los ojos comentando.

- Es el grupo los enanitos verdes- Mariposas. Cuando tenía mí grupo musical practicabamos tocando sus temas, solía tocar la guitarra eléctrica.

- Tenías un grupo musical? le pregunto interesada. A lo que asiente y me mira nuevamente fijo, noto que su labios dibujan una pequeña sonrisa y de la nada me besa nuevamente, me aferró a su nuca con mis manos y le correspondo con más pasion, el se me aferra a mí cintura siento como que con una le basta para envolverme toda, pero me tiene agarrada de ambos lados, me pega a su cuerpo, puedo sentir su corazón latir tan fuerte, nuestras respiraciones se incrementa, me subo a su regazo envolviéndolo con mis piernas, recorrí con mis manos su pecho acariciándolo suavemente y abrazándolo por debajo de la camisa, quería sentir su piel, y era tan suave nada de bello, lo que me enloqueció, por lo que mis besos pasaron a su oreja bajando a su cuello y sentía como vibraba con el rose de mis labios, me toma el rostro con sus manos y puedo ver en su mirada como está encendido al igual que yo. Me recuesta en el sofá y se me coloca encima besándome con pasión mientras sus manos me recorre.( Está como agua para el chocolate!!) pienso.

*Relata Claudio

No puedo dejar de besarla, tenía sed de sus labios y quería beber de ellos, al recorrerla siento que no trae corpiño y mí mano se adentra a explorar, puedo sentir latir su corazón muy fuerte y su respiracion excitada, que está al igual que yo con ganas de más. Por lo que me incorporo y la despojo de sus prendas besándola en cada curva, me deslizo suave besandola, luego asciendo nuevamente y me encuentro con su mirada encendida de pasión, la beso en sus labios aferrandola a mí cuerpo y la recostó en el sofá. Me despojo de mis yin y le susurro que voy a hacer cariñoso, para que no se asusté, a lo que me responde con una sonrisa y la beso nuevamente. Con suavidad me deslizo sobre ella, colocando sus piernas al rededor de mí cintura y la beso con pasión en sus labios, ella se me aferra a mí espalda apretándome, siento como una barrera antes de ingresar en ella por lo que me deslizo suave para que no le moleste lo que le quiero ofrecer.

*Relata Lia

O por Dios que hombre. + Pienso, tiene un paquete extra exprés y mí buzón es chico, no tengo idea como va entrar todo eso, pero estoy tan excitada que no me importa solo deseo que entregué todo. Me mueve con suavidad y puedo sentir como se desliza en mí interior, es una sensación que no puedo explicar y me aferró a su espalda con fuerza y profundizó más el beso para no gritar y sin querer le muerdo el labio inferior, el se retira y me mira directo a los ojos sin dejar de mover sus caderas, tiene un ritmo que me enloquece y lo beso nuevamente.

Estoy besandola y pienso que esquisita es Lía, la siento tan ajustada en mí que desconfío si es su primera ves, en un momento me muerde el labio inferior a la ves que se aferra a mí espalda con fuerza, me retiro para ver su expresión y solo noto lujuria en sus ojos, que me iluminan, su respiración es agitada, me recuesto a besar su cuello y gime en mí oído que hace que me excite aún más, mí hombría crece más y no puedo controlar mis movimientos, acelerando cada vez más, hasta que explotamos en un clímax total, ella en un movimiento se gira sobre mí y caemos en la alfombra, que por suerte es muy gruesa y suave. Su cabello cae en cascadas sobre mí, la tomo de sus cintura. Es largo decir lo que hicimos en la alfombra , solo para que se den una idea le bese hasta la sombra.Terminamos agitados la beso nuevamente y me retiro con suavidad de ella, la tomo de la mano y la encaminó a un baño que hay en el estudio, ella se sienta al borde de la tina mientras le pongo a cargar de agua caliente. Me deshago, en el inodoro, de la protección, me introduzco en la tina y la invitó a entrar, me siento y la acomodo en mí regazo. Con cuidado le enjabono.

Tuve un Momento de placer inigualable, este hombre sabe cómo encenderme, sin que le diga lo que me gusta. Y ahora estamos juntos en la tina, el se tomó la libertad de enjabonar todo mí cuerpo, pero noto que su mano derecha está nuevamente en mí campo de Venus recorriendola y logra volver a encender el fuego que hace instantes apagamos juntos. Me giro sobre él lo miro fijo a los ojos tomo su rostro y lo beso nuevamente, el tenía una pequeña regadera enjuagandome, pero la soltó y se me aferró a mí espalda con sus manos acariciando de arriba abajo, en un movimiento lo siento nuevamente en mí y puedo sentir que está firme como tronco y me muevo suavemente sin dejar de besarlo.

Que mujer, no entiendo cómo pero vuelve a encenderme, y sin pensarlo puedo sentir su calor abrazador, está tan húmeda que me enloquece, sus movimientos así como suaves son rápidos. Por lo que le susurro que llegado.... y no pudo concretar palabra alguna, sus besos me comen la boca, la sostengo de la nunca y profundizó aún más los besos envolviendo su lengua con la mía. Ya no puedo aguantar más, es tan apasionante, que en un suave movimiento sin dejar de besarla la levanto aferrando mis manos en su cintura y me llegó en la tina.

Nos enjuagamos y nos envolvimos en un toallón. No puedo apartarla de mí quiero sentirla todo el tiempo. Nos vestimos y le pregunto que quiere hacer y me dice comer.

Aún me tiemblan las piernas, pero con él no puedo contener mí lujuria. Que tienes Claudio? Pregunto.

- Podemos preparar pebetes. Me responde. Sonrío, pensé en vos alta, pero él lo tomo como que era por la comida mí consulta.

Nos armamos unos cuantos colocamos en una bandeja y un pote de helado que encontró en la nevera. Y nos encaminamos al estudio nuevamente, ahí armó un proyector y puso una película, era de guerra, me miró y sonrío te va gustar hay algo de romance. Sonrío y nos acomodamos a verla.

Los Primos de Claudio

Estamos mirando la pelicula y en eso escuchamos voces. Son sus primos. Me informa y se incorpora como para frenarlos en la entrada pero ya es tarde están a lado nuestro.

- Hey primo- te estábamos buscando. Y se frena al verme. Claudio lo toma del hombro pero su primo me mira y me dice.

- Lía? . Me giro y es Ariel. Me sonrojo y solo atino a saludarlo.

- Hola Ariel. Se gira hacia Claudio y dice ya venimos Lia, lo lleva del brazo. En eso se unen los demás me saludan y se ponen a ver la película conmigo y a comer el Helado.

Ariel se frega la sien nervioso, se gira y me mira directo a los ojos apoyándose en la isla de la cocina.

- Sabes quién es ella? A la ves que indica con su dedo en dirección de dónde está Lía.

- Si Lía. Le respondo tranquilo.

- Por lo que veo no tienes idea, y supongo que intimaron porque los dos están bañados. Me marca tocando mí cabello que aún está húmedo.

- Y que con eso. Por lo que vi a vos te gusta la morocha con la que bailaste.

- No, primito y me choca su frente con la mía. Está comprometida con el Ingeniero Silvestre, que es un profesor que enseña en la facultad dónde su mamá es Directora. Es un tipo de mucho cuidado. Me sostiene de los hombros al decir esto último. No lo podía creer.

- Si es así, le voy a pedir que lo aclare todo y listo no hay ningún problema. Le digo apretando la mandíbula, no puedo creerlo. Y me dirijo al estudio dónde mis hermanos y primos están instalados hablando con ella trivialidades y su risa es tan dulce. Pero freno mis pensamientos y la invitó a qué me acompañe.

(*Relata Lía)

Claudio regreso con semblante serio, me tomo la mano y me pidió que lo acompañe. Me lleva al trote por un largo pasillo y nos metemos en una habitación, enciende la luz y me pide que me siente, hay un pequeño sofá, me dirijo a él y me acomodo. Da vueltas por la habitación, rascándose la cabeza.

- Que sucede Claudio? Le pregunto, ya no aguanto la intriga. Se pone bien enfrente mío y en cunclillas, me mira directamente como no queriendo perder ningún gesto mío.

(*Relata Claudio)

En mí profesión aprendí a manejar interrogatorios y se si alguien miente por sus gestos.Me resulta difícil hacerle la pregunta porque no quiero oír la respuesta. Jamás sentí lo que ella me hizo sentir está noche, no fue solo sexo, pude verlo en su rostro y yo también lo experimente.

- Lía, ¿estás comprometida?. Me lo dijo así sin más. Entonces de eso le hablo Ariel.

- Estaba hasta ayer. Le respondí.

- Cómo es eso? Me pregunta y me toma de las manos sin apartar su mirada de mí rostro y se posa en mis muñecas.

- Suspiro y una lágrima rueda por mí mejilla. - Me engaño, respondo en un hilo de vos. Tomo fuerza y le relato: - Con mis amigas estamos preparando finales y como era Viernes. Todas acordamos salir a despejarnos, solo íbamos a estar en la zona vip escuchando la música. Así lo hicimos, hasta que me dio ganas de ir al baño y Mía me acompaña. Levanto la vista como queriendo tragar el llanto, pero las lágrimas salen solas. Hago una pausa y continuo, mientras Claudio me mira fijo y solo acaricia mis manos. En el baño me cruzo con una rubia oxigenada ridícula que me grita barbaridades de lo que rescato que dice ser la novia de hace dos años. Le restó importancia y me voy dejándola con sus insultos. Al salir hablo con Mia que me esperaba para contarle lo sucedido, pero ella está estupefacta mirando en otra dirección, me volteo y lo veo apretando con esa oxigenada. Mia me lleva de ahí para que no vea lo que pasaba. La verdad eso no me molestaba, lo que si me molestó caer en cuentas de que me reserve dos años para llegar intacta al matrimonio cómo me inculcaron mis padres y el para obtener lo que quería tuvo la osadía de presentarse ante mis padres pedir mí mano y de ese modo convencerme de que le entregué mí inocencia, total ya nos íbamos a casar. Fui tan estúpida nunca me di cuenta de sus intenciones. Y me abrazo a su cuello sin dejar de llorar.

- Claudio con una vos ronca* Me habla al oído, consolando me. Pero a la ves me pregunta. - Lía tranquilizate, estás conmigo. Y eso es lo que quiero saber, me mira a los ojos sosteniendo mí mentón suavemente, lo que pasó entre nosotros ¿fue solo un despecho, de tu parte?. Lo miro asombrada, cree que lo usé por eso su enojo. - No, no,¡ Claro que no! elevó la vos. La verdad contigo surgió de manera espontánea y no logro encontrar la explicación, nunca me comporte así, siempre fui correcta. Pero al estar contigo sentía como si nos conociéramos de toda la vida. Me incorporo me siento incómoda. Y me giro a la ventana a observar las estrellas.

No puedo creer, que ese tipo aya tenido la osadía de quitarle lo que para ella era importante. Siento que la sangre me hierve. La veo parada en la ventana mirando hacia arriba, se puede sentir su dolor fluyendo por sus poros. Me acerco y la estrecho en mis brazos. Nos quedamos así un largo rato, ella recuesta su cabeza en mí hombro y yo undo mí nariz en su cuello, su aroma es embriagador, por más que se baño su perfume perdura.

*Relata Ariel

-Ya hace rato Claudio se encerró en la pieza con Lía. Espero no la aya matado. Comento riendo y todos ríen.

-que más que charla esos dos deben estar aflojando los tornillos de la cama.

- Ariel ve a ver. Me sugiere mí hermano Leo. - dejemos que sigan en lo suyo agrega Oscar.

Mis primos no dicen nada. Se incorpora Aron que es el tercero de los tres,- Claudio es muy correcto, no creo que haga lo que dicen ustedes.

- Eso porque no le viste el cabello mojado. Refuta Ariel.

- Ya cortenla mangas de envidiosos, hablan así porque ustedes no consiguieron nada con las chicas. Dice en un momento Seba que es más serio que su hermano mayor con su bigote imponente y esos ojos grises que sobre saltan de su piel tostada por el sol.

En eso aparece Claudio de la mano con Lía. Se despiden la lleva a su casa. Ariel se apresura a decir te acompañamos, vamos en el otro auto y le hace seña a sus primos para que vayan. No entienden su actitud pero lo siguen, ya les dirá que es lo que pasa.

En el vehículo, le preguntan a Ariel -que sucede para que actúe así.Y el responde - Lía tiene o tenía una pareja que no es muy agradable que digamos. Mal nos cae ese tipo. Si ahora ella anda con Claudio de seguro el otro no se va a quedar de brazos cruzados.

Llegan a la casa de Lía, que es un caceron, con grandes galerías al rededor, al abrir el inmenso portón se topan con una pileta enorme y al costado como un galpón con parrillero y recién al fondo se divisa la casa. Ella los invita a pasar, ni bien llega los reciben sus padres que están tomando mate en la galería que da a una enrredadera de uvas.

- Buenos días- Saludan todos en coro. El padre al ver la escolta de muchachos que trae su hija queda impresionado. La madre más tranquila le apreta la mano, ya nos dirá el motivo le susurra.

- Buenos días muchachos. Dice el señor Carlos muy serio.

Lía entra a la casa y trae una jarra de jugo fresco con unos vasos y les ofrece que se sienten.

La madre la acompaña a la cocina y le pregunta que sucede, porque ella estaba con sus amigas y hoy llega con unos chicos.

- Mamá, Le dice y se voltea a verla. - Silvestre solo quería mí inosencia. Fui al Boliche con las chicas y estaba apretando con otra, seguro de que no aparecería por estar estudiando. Me dolió mucho verlo así, que salimos de ahí. Y con las chicas fuimos a la fiesta de la facu, ahí estaba Ariel que es mí compañero con sus primos y hermanos. Se ofrecieron a acompañarme por si se le ocurre aparecer y armar un escándalo.

No podía creer lo que me contaba mí niña, *ese maldito siempre me dio mala espina. Pero respeto tu elección y solo rogaba que te dieras cuenta por ti misma.* No quería que me odiaras por no dejarte ser su novia. Por eso siempre te decía que te cuides, que no te deje con el título antes de tiempo. Pero debo saber *¿ Te protejiste le exigiste que se proteja?

- Si ma, no le hiba a dejar si no lo hacía. La madre la abraza, mí niña y le dan un beso en la frente.

Salen y ella le comenta a su esposo lo sucedido.

- Que hijo de la gran p...🤬 Exclama el Sr Carlos sin importale los presentes. - ¡Que no se le ocurra aparecer por aquí que lo corro a tiros!. Hacerle eso a mí niña. ¡No quedará impune, nadie lo contratará de eso me encargo, ni un maldito edificio va a construir!.

Todos miraban sin decir nada. Hasta que se incorpora Claudio y le estrecha la mano al Sr Carlos un placer en conocerlo y no se preocupe que pueden contar conmigo en lo que respecta a su hija para cuidarla. Si nos discúlpan debemos retirarnos.

La madre de Lía se apresura y les pide un número de contacto para invitarlos a cenar a todos esa noche como agradecimiento por cuidar de Lía.- Aquí tiene Sra y le pasa una tarjeta con su número. -Después les aviso la hora. Afirma al tomarla.

Todos salen de la casa y regresan a lo del abuelo que ya está levantado tomando su mate a la sombra de un árbol de pomelo que tiene al costado de la casa

-¿Cómo les va muchachos?, ¿se divirtieron?.

- Si abuelo, pero acá tu nieto Claudio se divirtió más, dijo Ariel. Aguantando los golpes secos que le propinaba en el costado para que se calle.

- Me alegro. Respondió riendo, al ver cómo se comportaban como criatura.

Cada uno se encamino a su cuarto a descanzar. Claudio se quitó todo quedando en boxer y se tiró a dormir abrazado a la almohada soñando con Lía.

Para las 15 hs lo llaman a almorzar. Tocando a su puerta. Ya voy responde, mira su reloj y apenas durmió 7 hs. Se ducha dejando correr el agua por su cuerpo, en eso vuelve a su recuerdo lo que disfruto en la tina con Lía, lo suave de su piel tostada, porque en la zona del bikini es muy blanca. Quiero estar con ella piensa. Se envuelve en una toalla. Saca de su bolso un buso deportivo y una sudadera, se viste, se calza una zapatillas grises para correr y sale de la habitación. Armaron una mesa larga en el patio donde todos disfrutaban de un rico asado acompañado por empanadas de carne y ensalada de lechuga con tomate. Comían y charlaban a la ves, tomaban gaseosa las mujeres y vino los hombres. Al terminar Claudio se despidió, voy a correr informo.

- Bueno hijo cuídate. Le respondió la madre.

Los primos aprovecharon para contar todo lo sucedido con la compañera de la facu, pero no dijeron nada de lo que pasó entre ella y Claudio.

Los primos se encerraron en el estudio a jugar jueguitos en la computadora.

-Ariel ¿que piensas?. Le dijo de repente su hermano Leo.

- Solo que debemos estar atentos, ese tipo es pesado.

- El ingeniero? Pregunta Oscar.

- Si. Lía dónde iba se aparecía de la nada, como perro cuidando su hueso.- Ella siempre sonría, pero cuando el se presentaba se notaba su incomodidad. Afirmó Ariel.

*Relata Claudio

Estoy corriendo al rededor de la plaza, y ella sigue en mí mente, cómo puede ser. Que me pasa, me detengo a tomar aire. En eso escucho mí nombre, giro a mirar y es Lía con su amiga que vienen en mí dirección. Me incorporo y las saludo, noto que Mia me recorre con la mirada, pero es Lía que se me arrima y me saluda con un beso en la mejilla.

- ¿Que andan haciendo? Pregunto

- Compras dicen en unísono. Lía se voltea y le entrega los paquetes a Mia y le dice luego te alcanzo. Lo que responde -cuídate pícara. Y se va.

- ¿Què le dijiste de anoche? Le pregunto con mí vos agitada por correr.

- Lo más relevante. Responde y me mira con un brilló en sus ojos que me recorren, al darse cuenta que la pesqué se sonroja.

- ¿Te gusta algo de lo que ves ? Le pregunto con una sonrisa de lado

- Todo. Me responde y se muerde el labio inferior.

- La tomo de la mano y la encaminó hacia la costanera.

-¿ Dónde me llevas ? Me pregunta.

- A caminar para relajar las piernas.

- ¿Siempre ejercitas? Me pregunta

- Si. Siempre.Al llegar nos acomodamos en el sector donde está el puerto, Nos sentamos en las escaleras que llevan al río y me quedo mirando el horizonte.

- En que piensas? Me interroga.

- Me giro mirándola directo a los ojos y le respondo en esto dándole un beso profundo. Al que responde con una intensidad que acelera mis ritmos. Mí mano derecha recorre su pierna y se mete debajo de su falda. Me detengo la miro y pregunto ¿ puedo? besándola.

- Si responde con un jadeo, su respiración se intensifica. Mí mano es libre recorriendola y se desliza entre sus bragas, la aferró más a mí ella me abraza respondiendo a mis besos siento como se humedece que rica pienso, me gustaría poder beber ese néctar. al besarla observo que no hay nadie cerca, por lo que la coloco sobre mí con cada pierna a un costado, me envuelve con ellas y suavemente me deslizo en su interior, colocando a un costado su ropa interior. Nos besamos apasionados, y le susurro, me provocas Lía, no debiste quedarte.

- Te deseaba me susurra en el oído y no puedo dejar de besar su cuello. Mí mano se aventura sobre su vestido acariciando sus senos, recordando los suave que son.

Los besos son intensos y su movimiento me enloquece, no me deja salir de ella,. Le susurro estás segura Lía, si me responde no te preocupes y me muerde el labio inferior. Hasta que llegamos al clímax abrazados. No le importo que esté sudado, me correspondió con pasión. Cuando llegamos a ser tan íntimos le susurro apoyando mí cara en su nuca.

- Siento que te conozco de siempre.

- Quiero hacer bien las cosas contigo, si me aceptas .

- Si responde con entusiasmo. Y sellamos en un beso profundo, lo que aceptamos. Nos incorporamos y la ayudo.

En eso suena su móvil. Lo mira y no respondé. Le empiezan a llegar mensajes y lo apaga.

-Sucede algo le pregunto, aunque sé de quién se trata.

-No, está todo bien. Y me toma de la mano. Nos dirigimos a un vehículo dónde su amiga la espera escuchando música. -Te llevamos me dice. Bueno respondo y subí atrás. Más que nada para cuidarlas por si aparece ese tipo.

Al llegar a lo de mí abuelo, las invito a pasar y les presento a toda la familia. Mia queda fascinada con Leo su piel morena y esos ojos verdes hacen que babee. Lía le codea para que reaccione y dice todos son unos Dioses.

-Leo sonríe y con su singularidad sabiendo lo que provoca en la chica le da un beso en la mejilla.

- Siento que se me aflojan las piernas. Le susurra Mía a Lia que le reprochó diciendo cálmate.

Leo le aparta a Claudio y le consulta por la amiga de Lía.

- Dime Man. Tiene novio.- Yo que se responde Claudio. -Me gustan sus ojos color gris con esa piel tostada y sus rulos largos es todo lo que Soñé.- Pues habla con ella y de paso me liberas a Lía que quiero hablar con ella.

- Lía, me acompañas quiero presentarte a mis padres. Lo sigo algo sorprendida. Fuimos al fondo de la casa donde hay como un quincho y ahí están todos los mayores conversando.

-Hola familia, saluda,- les presento a Lia y están invitados a su fiesta está noche.

- Se gira y me mira ¿ A qué hora debemos ir? Pregunta.

- Para las 22hs está bien.

- Gran Familia pienso. Son como diez y un niño pequeño que se oculta detrás de una señora que me mira de arriba a bajo con el seño fruncido. Se levanta y se dirige hacia mí. - Es un gusto Lía. Soy la mamá de Claudio. Y me besa en una mejilla.

- El gusto es mío respondo. Y los espero a todos. Me despido, debo ir a prepararme.

- Claudio se gira y me acompaña. Al llegar al auto me despide con un beso como queriendo comerme la boca, antes de ingresar al vehículo. - Nos vemos esta noche me dice.

- Nos vemos. Le respondo.

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