Una loco juego de citas (5)

Ahora... ¿En qué momento me dejó en la cama? Es escalofriante como no me di cuenta sino hasta que desperté con el olor de sus hotcakes. Me desperecé y salí de la cama directo al baño para lavarme los dientes, entonces, verifiqué el estado de mi pequeño departamento.

Si mal no recuerdo, Syon debió dejar una cosa peligrosa en el baño, para ser más específicos, en el tanque del inodoro. Pero pese a que eso era lo único que aparecía en el juego, por si acaso, revisé todos los lugares que pude.

Al final, solo encontré el caro teléfono con el que los matones que quieren desaparecer a Syon habían estado rastreándolo.

Comí del delicioso desayuno dejado por la tormenta de problemas con patas mientras revisaba el teléfono. Ese chico astuto y malvado, ¡Si no hubiera sabido la ubicación del teléfono gracias al juego, me habría traído tantos problemas! ¡Incluso podría haber muerto! Pensé que al demostrarle más amabilidad que la Kuroha original, no se atrevería a dejar algo tan peligroso en mi apartamento con la patética excusa de que eso los despistaría (se lo dice luego a Kuroha y de paso le miente diciéndole que no le harían daño a ella por no ser parte real del problema).

Supongo que bajé mi guardia a causa de mi curiosidad, ya que, mientras revisaba el teléfono para ver si podría encontrar el GPS en la parte interna del teléfono (justo como en las películas), un sonido de advertencia vino del teléfono.

Con miedo, corrí en pijama con una bolsa de basura de color negro, en donde había puesto, de forma discreta, el teléfono del ingrato.

Los vecinos que estaban en las cercanías me miraron con ojos extraños y no los culpaba porque era extraño que la sombría, pero recatada Kuroha saliera en pijama. Me di cuenta tarde de que eso no era bueno porque estaba llamando demasiado la atención. Espero que llamar la atención así no me traiga problemas, solo quiero acabar el año sin más incidentes sobre las rutas ¡Ya tengo un mini equipo con experiencia que me ayudará si no me voy por ninguna ruta y en él está nada más y nada menos que la heroína del segundo juego!

Al regresar al departamento, me arreglé para ir a la universidad, hoy tenía una clase de biología molecular, así que apresuré mi andar porque si llegaba tarde me costaría agarrarle el ritmo a la clase. Eran las nueve de la mañana, cuando cruzando la calle ¡Casi me atropella un camión! Por fortuna salté antes de morir por segunda vez.

Loco, el camión parecía haber ido directamente hacia mí, ¿Este es uno de los destinos de muerte de la heroína? ¿Así no terminan usualmente los personajes en las novelas antes de aparecer en otro mundo? ¿Quizás estoy siendo paranoica?

El conductor se bajó a toda prisa y se disculpó enérgicamente por lo sucedido, quizás hasta exageró un poco y dijo que costearía mis gastos médicos si había resultado herida, incluso se ofreció a llevarme al hospital. Los transeúntes alabaron la disposición que tenía el conductor de enmendar su error, pero en un momento de distracción, vi algo que me hizo palidecer: ¡Lleva la pequeña medalla que identificaba a los matones que buscarían a Syon durante toda la trama!

¿Qué rayos hice para aparecer en el radar? ¿No me había deshecho ya del teléfono? ¡Voy a golpear al ingrato de Syon en cuanto lo vea!

¡Pling!

¡Avance en la ruta de Syon!

¿Es en serio? Syon, tú y yo realmente tenemos un problema ahora.

Habilidad adquirida: salto (nivel 1)

¿Mm? No había visto una habilidad como esa antes... Al menos no en la 'Deep Story (Tokimeki 3)' eso era de 'El amor es un campo de batalla (Tokimeki 1)'

No tuve tiempo suficiente para preocuparme y revisar en detalle la ventana de notificación flotante que apareció frente a mí, ya que tuve que concentrarme en rechazar la 'amabilidad del chofer' sin demostrar temor; los mirones que no parecieron contentos con el desarrollo, me tacharon de imprudente y los bomberos (que son los que más rápido llegan cuando ocurre un accidente), ya estaban bajando de su camión, ellos se apresuraron en mi dirección luego de recibir un resumen muy corto de los hechos por parte de algún sujeto que habría mirado todo desde el principio. Suspiré al verme sin mucha salida, por lo menos intentaría zafarme del conductor.

—¿Nombre y apellido? ¿Edad? ¿Cuál es el nombre de tus padres? ¿Qué día es hoy?— un bombero rápidamente empezó a hacer preguntas mientras que otro revisaba mi estado.

—Kuroha Rodríguez, 24... —Miré al conductor con un poco de preocupación y el perspicaz bombero notó en eso— Sara Morimura y Santiago Rodríguez, estamos a jueves  24 de febrero del año 2022—

—Bien, es suficiente— el bombero asiente mientras anota los datos en un papel— te llevaremos al hospital, solo para estar seguros—

—Puedo ir con ella si necesitan de un acompañante— el conductor respondió con una expresión bonachona. Yo fruncí el ceño sin poder evitarlo.

—No es necesario— responde tajante el bombero que me hizo las preguntas.

—¡Estoy bien! Mis reflejos me salvaron— dije apenas tuve la oportunidad —ahora, será mejor que me vaya a clases, como dije, estoy perfectamente—

—Tuviste mucha suerte, sí, pero aun así será mejor que te llevemos al hospital universitario que está cerca— el bombero no dejó lugar a negativas. Luego le hizo un ademán al conductor —Ah, usted, gracias por preocuparse e intentar ayudar, pero debe ir con mi compañero a fiscalía y encargarse del papeleo, no al hospital con esta niña—

Wow, este bombero es más deslumbrante que los chicos objetivos del estúpido juego, no tiene el aura  o la cara hermosa de protagonista, pero realmente es más genial.

¡Pling!

¡Ruta no permitida!

Esto me está molestando demasiado, ¿Este juego se está metiendo conmigo?

Evitando llorar por mi desgracia, acompañé al inflexible bombero a la parte de atrás de su camión, en donde transportan a los heridos, me dejó junto a una mujer joven y alegre que me acompañó durante el viaje, ella se cercioró de que no tuviera alguna contusión.

Luego de salir del hospital con una que otra recomendación del médico, pasé por la facultad. No tendría tiempo de entrar a clase porque ya se estaba terminando la hora, pero me encontraría con el principito del desastre al que quiero golpear aunque sea una vez.

Subí los escalones que llevaban a la segunda planta del edificio principal con prisa, mi corazón latía a toda prisa; al estar cada vez más cerca del salón mi ira se disparó más y más...

—¡Deja de golpearlo! ¡Es tu hermano!— la voz alterada de la profesora de fisiología resonó por el pasillo. Habían varios estudiantes apiñados alrededor de Yong (el príncipe sádico) y Syon (el príncipe peligroso): los hermanos estaban en medio de una pelea y Yong parecía estar ganado.

Me detuve de golpe sorprendida con lo que vi —¿Qué demonios?— mis dientes rechinaron, sentí que la ira que se había congelado volvía repentinamente. Iba a correr hacia ellos cuando vino a mí el recuerdo de leer sobre esta escena en uno de los foros del juego, era una escena que yo nunca saqué, pero la recordé porque desencadenó uno de los finales más molestos.

En la escena que dispara el final malo, la heroína cae desde el segundo piso por intentar detener a los hermanos. A partir de ese punto, si bien ella se salva, debe quedarse en el hospital por tiempo indefinido y tanto Yong como Syon sienten tanta culpa que la visitan y cuidan de ella todos los días sin falta (Syon hace lo que puede), es de esa forma que la relación entre los tres se vuelve muy buena y todo parece ir bien hasta que los perseguidores de Syon terminan con la pobre Kuroha. La ilustración final es la de ambos hermanos frente a una tumba, arrodillados como caballeros.

La escena se llamó 'la heroína y sus caballeros', que chiste.

Mientras pensé todo, los príncipes finalmente estaban siendo separados por los profesores, suspiré aliviada por no haber hecho algo impulsivo y estúpido que, de hecho, haría la Kuroha original.

Recordé algo más mientras me calmaba.

Era algo que le pregunté a mi hermanita en la última navidad que pasé como Lorena Delgado, la asalariada que en secreto amaba los juegos. Ella estaba mirando por la ventana con el gato de la familia en su regazo, ambas estábamos en la habitación que compartíamos cuando nos reuníamos en la casa materna.

—¡Vaya burla de juego! Hermana, si odiabas tanto a Kuroha ¿Para qué la creaste?— pregunté con la consola portátil en la mano.

—Es terapia, lo necesitaba— una sonrisa torcida se formó en su rostro. Escalofriante, yo la adoro, pero recuerdo vívidamente como ella podía emitir una especie de vibra escalofriante cuando nadie más que mis padres o yo la veíamos.

—¿Necesitabas terapia?—

—Uhuh, necesitaba... Desquitarme de alguien a quien amo tanto como odio... ¿Captas?—

—Veo, si era algo necesario supongo que está bien. Solo me da un poco de pena por Kuroha— yo era siempre sincera con respecto a sus juegos, pero esta vez lo fui aún más, era porque sentía una simpatía extrañamente fuerte por ese desafortunado personaje.

—Sería divertido si no fuera así— su sonrisa se profundizó y la luz que entraba por la ventana la hizo parecer un ser salido de 'Archivos del más allá'. Había algo que me preocupó en ese momento, pero no me atreví a exteriorizar eso.

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