Con el pasar del tiempo aquella pequeña promesa se hizo más fuerte entre ambos, ya era una rutina el salir del colegio hacia ese parque que para ellos era tan especial; compraban un helado y llegaban a esa banca en donde no sólo tenían una vista maravillosa, también compartían recuerdos y ¿Por qué no? Planeaban pequeñas travesuras que podrían hacer en conjunto contra sus hermanos.
Adeline, ahora con 10 años, se había permitido disfrutar de su nueva vida, aunque seguía esperando al regreso de sus padres, ya no lloraba como al principio y claro eso se lo debía mucho a la bonita amistad que tenía con Liam, quien se volvió en algo más que su hermano mayor; era su cómplice, su mejor amigo y ese valioso pilar que le ayudaba a mantenerse de pie sin importar la situación, en la escuela, en casa, ambos pequeños se habían vuelto muy unidos.
Las lágrimas de tristeza habían sido reemplazadas por lágrimas de felicidad causadas por risas constantes, recordando sus aventuras, recordando las travesuras.
— ¿Entonces le pusiste pegamento en las sábanas a Drew?
—Sí, ese día Drew se comió la última rebanada de mi pastel de cumpleaños que había guardado para disfrutarlo al volver de la escuela... Le reclamé pero sólo se comenzó a reír de mí entonces elegí el camino de la venganza, Evan trajo un pegamento especial que iba a usar para unas reparaciones en la nueva cafetería de Eve entonces sólo lo tomé y se lo embarré mientras dormía—rió de sólo recordar lo divertido y grato que fue su travesura—Debiste verlo correr por toda la casa con las sábanas en su cuerpo.
También reía, no pudo presenciar el hecho pero de sólo imaginarlo era más que suficiente para hacerle reír.
—Si claro, muy gracioso, enano.
Las risas de ambos pararon de forma abrupta por el dueño de esa tercera voz; tenía el ceño fruncido especialmente dirigido al pelirrojo que contaba su gran hazaña del pasado.
—Hola, Drew—la rubia le saludó mientras le sonreía.
—Sí, si... —señaló al pelirrojo—Evelyn me mandó a buscarte, dijo que debes ir a la cafetería.
Hizo un mohín. — ¿Ahora?
—No sé que rompieron, pero si, te quiere ver justo ahora.
—Pero... —volteó a ver a Adeline. — ¿Me acompañas?
Antes de poder asentir vio a su otro hermano negar.
—Ni lo pienses, es tu turno de lavar los platos... Clair lo hizo ayer.
Ella suspiró, cuando se avecinaba un regaño solían ir juntos aún cuando alguno no estuviera involucrado pero en esa ocasión no podía escapar de sus obligaciones en casa y menos enfrentar a su hermana Clair cuando llegaba a enojarse.
Resignada tomó la mano libre del pelirrojo ya que en la otra sostenía su helado. —Me daré prisa para ir a acompañarte.
—Está bien, vamos entonces antes de que Eve se enoje y mi regaño sea peor de... —se vio interrumpido al sentir como su helado era arrebatado de su mano, el culpable; Drew. — ¡Oye!
—Tómalo como pago por el incidente de las sábanas— y sonreía con burla mientras comenzaba a comer el helado. —Bien ya cumplí con mí deber, adiós —y sin decir más comenzó a marcharse en la dirección contraria.
Adeline sólo negó y antes de que Liam se levantara para alcanzar y enfrentar al ladrón de su postre reforzó el agarre de su mano para llamar su atención.
— ¿Quieres del mío? Podemos compartirlo.
El enojo del pelirrojo desapareció ante esa invitación, en su lugar sonrió. —No me atrevería, además ya veré la forma de regresársela.
—Y si es así, yo te ayudaré en la misión.
Ambos comenzaron a reír y aunque Liam se negó un poco más, terminaron compartiendo el helado.
Al terminar se apresuraron a llegar a esa pequeña cafetería que era propiedad de Evelyn, al entrar pudieron ver a Clair limpiando una mesa, ella solía ir a ayudar terminando las clases.
Tan sólo verlos entrar se acercó a ellos. —Liam, Adeline... ¿Qué hacen por acá? ¿Evelyn los mandó llamar?
—Sólo a mi... ¿Está en la cocina?
Asintió y su atención fue a la más pequeña. —Recuerda que hoy es tu turno de lavar los platos.
—Lo sé, sólo acompañé a Liam— vio al nombrado a quien se acercó a abrazarle. —Suerte, prometo volver pronto.
—Gracias, no quiero morir solo —rió divertido abrazándola también.
—Eso quiere decir que realmente hiciste algo malo—Clair negó suavemente con la cabeza y terminó por darle una caricia suave en el cabello. —Rezaré mentalmente por ti.
No dijo más, con los buenos deseos de Adeline y la promesa de una plegaria por parte de Clair, Liam se dirigió hacia la cocina donde su hermana mayor lo esperaba. La rubia sólo suspiró, realmente deseaba ir con él, pero no quería enfrentarse a la ira de Clair.
—Me iré ahora si quiero alcanzarlo.
—Claro —sonrió—date prisa o no podrás salvarlo—bromeó.
Se despidió una vez más de su hermana para salir corriendo de la cafetería, afortunadamente no estaba muy lejos de su hogar por lo que al llegar se dirigió a la cocina en donde se encontró a Naoi leyendo uno de sus tantos libros.
—Llegas tarde ¿y Liam? —Preguntó sin alzar la mirada de su lectura.
—Evelyn lo llamó a la cafetería.
— ¿Qué rompió ahora?
—Nada... bueno, él no lo recuerda —y mientras le respondía comenzaba a hacer lo suyo, para su mala suerte, en esa ocasión había más trastes de lo normal.
Naoi alzó la mirada ligeramente y notó la rapidez con la que Adeline realizaba su tarea. — ¿Por qué la prisa, hermanita?
—Le prometí a Liam volver a la cafetería.
—Oh~... —volvió su atención al libro que había dejado a un lado el cual había cerrado para poder charlar con la menor. — ¿Sabes? Admiro mucho la lealtad que ustedes dos han creado, y me alegra ver que por fin Liam ha encontrado una buena amiga, Drew no es exactamente la mejor compañía.
Detuvo lo que hacía para girar a verla. — ¿Quieres decir que... antes estaba solo?
—Un poco, venía conmigo, con Clair, a veces Drew era bueno, pero ya sabes al ser más pequeño no tenía realmente alguien con quien hacer travesuras... ¿yo hice algunas con él?— se quedó pensativa unos segundos para después asentir. —Sí, hice un par pero supongo que para Liam no es lo mismo congeniar de vez en cuando con una de sus hermanas a tener a alguien que lo acompaña hasta en sus regaños.
Fue inevitable que un ligero rojo apareciera en sus mejillas acompañada de una sonrisa, se sentía tan feliz de saber esos detalles.
Vio la reacción de la más pequeña y volvió a ver su libro esta vez hojeándolo un poco. —En mi libro, los dos protagonistas se conocen desde pequeños y desde ahí el amor comienza a surgir... Ah, pero eso sólo es ficción, supongo. —agregó.
El rojo en su rostro creció y tan sólo se giró para seguir en lo suyo. Naoi sólo rió bajo, tomando su libro y poniéndose de pie.
—Asegúrate de lavar bien los platos o también puede tocarte un regaño de Evelyn, a menos que quieras que Liam te defienda—la molestó un poco y se acercó para revolverle ligeramente el cabello. —Debo ir a hacer la tarea, te veo luego.
La pelinegra se retiró dejándola un poco pensativa sobre lo que había mencionado, claro que se refería a una novela de ficción, ideas de una escritora con mucha imaginación, pero no quitaba el hecho de que era un detalle que le dejaba pensando, ¿Qué podía saber ella sobre el amor? Apenas tenía 10 años, no sabía cómo se sentía eso para empezar, aunque si puede recordar muy vagamente esas lindas muestras de afecto que sus padres solían tener entre ellos; besos, abrazos, palabras bonitas ¿Naoi se refería a eso? ¿Debería preguntarle directamente? Su hermana solía ser muy fantasiosa, le gustaba mucho leer libros de ese estilo; romance, tragedias o incluso con vampiros brillantes.
¿Y si era cierto? ¿Acaso Liam sabría o sentiría lo mismo? ¿Debería preguntarle? Pero ¿y si no pensaba igual?
Negó para salir de sus pensamientos—Oh vamos, ni de broma —habló en voz baja siguiendo con su labor. —Debe ser sólo las fantasías de Naoi.
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Comments
Mary Montilla
Jajajaja jajajaja 😂😂😂 Hay Naoi que ideas le metes en la cabeza a Adeline ❤️😜
2023-02-01
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